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Pacientes de obesidad en Maastricht toman la palabra y aleccionan a especialistas

Por primera vez, en el Congreso Europeo de Obesidad, en Maastricht, se presentó un estudio que analiza características de la obesidad en adolescentes desde la perspectiva del paciente; En México, 43.8% de niños y adolescentes de 12 a 19 años viven con esta condición.

65% de los jóvenes cree que puede perder peso y que es completamente su responsabilidad, ese era yo, es por eso que lo intenté de esa forma muchas veces, pero la realidad es que a esa edad uno no tiene nada, ni educación nutricional, ni las herramientas, uno no sabe qué es bueno y qué es malo”. 

Konstantine Voynikov, paciente de 23 años.

Maastricht, Países Bajos.- Por muchos años el tema de la obesidad en niños y adolescentes se ha ignorado, incluso en muchos casos no es reconocida por los mismos padres y personal de salud, esto ha resultado en un aumento alarmante. Entre 1975 y 2016, la prevalencia de obesidad aumentó de 0.7% a 5.6% en mujeres y de 0.9% a 7.8% para hombres, es decir, hoy 157 millones de adolescentes en el mundo viven con obesidad.

Ante este escenario, el estudio cuantitativo Action Teens, presentado en el Congreso Europeo de Obesidad (ECO, por su sigla en inglés), en Maastricht, pone por primera vez el foco en esta población, para conocer percepciones, actitudes, comportamientos y posibles barreras para una eficaz atención en jóvenes de 12 a 17 años.

Los resultados del estudio indican que 1 de cada 4 adolescentes no se da cuenta que vive en la clasificación de obesidad, además 1 de cada 3 se siente incapaz de hablar con sus padres al respecto; por otro lado, 1 de cada 3 padres no se dan cuenta que su hijo clasifica como persona con obesidad. El 80% de adolescentes con obesidad observada ya tienen al menos una comorbilidad y casi dos tercios de los adolescentes (65%) creen que la responsabilidad de perder peso radica solo en ellos.

“Desde que yo tengo memoria vivía con obesidad, hace aproximadamente 23 años, y encuentro muchos recuerdos en este estudio, en mis cuidadores que como un gran porcentaje de ellos, no se sienten responsables por la obesidad de sus hijos. Para mí, los problemas de la obesidad son incontables y son distintos para cada persona, podríamos hablar de hormonas, de dieta, de la interacción con nuestros médicos, lo cierto es que esta enfermedad muchos de nosotros la vivimos en solitario”, compartió Konstantine Voynikov, joven representante de pacientes, quien desde Bulgaria acudió a Maastricht, Países Bajos, para compartir su experiencia en el congreso.  

Konstantine es parte de la European Coalition for People Living With Obesity (ECPO), y aunque el congreso es principalmente científico y médico, esta ocasión los pacientes tomaron los diversos escenarios para hablarles a los especialistas. “Recuerdo que la primera vez que acudí con el nutriólogo, me dio una dieta básica, la misma que a sus 100 pacientes de esa semana, nada que fuera estrictamente para mi caso, esto para una enfermedad con un reto multisistémico se vuelve irrelevante (...) 65% de los jóvenes cree que puede perder peso y que es completamente su responsabilidad, ese era yo, es por eso que lo intenté de esa forma muchas veces, pero la realidad es que a esa edad uno no tiene nada, ni educación nutricional, ni las herramientas, uno no sabe qué es bueno y qué es malo”.

Luego de este mensaje, la sala llena de especialistas quedó en total silencio, luego vino un aplauso, y es que esto complementaba otro de los datos más relevantes del estudio: Solo el 13% de los especialistas encuestados recibieron más de un día de entrenamiento sobre obesidad y herramientas para bajar de peso. Este dato consuma la gran barrera de comunicación entre adolescentes y quienes deberían cuidar de su salud, tanto padres, como personal médico.

“Lo que vemos aquí es un incremento en la prevalencia mundial de obesidad en adolescentes y eso es increíble para mí, porque cada vez tenemos más desarrollo y ciencia, que haya tanta información y sin embargo nada se ha hecho para ayudar a la gente joven me parece increíble”, reitera Konstantine.  

Generar espacios seguros para adolescentes

Los especialistas coinciden en que la obesidad no reconocida está amenazando la vida de niños y adolescentes al alimentar otras enfermedades crónicas, incluidos problemas de salud mental, afecciones cardíacas, diabetes tipo 2, así como algunos tipos de cáncer y problemas en los huesos y las articulaciones. Una persona con obesidad temprana tiene 80% de probabilidades de mantenerse así en su adultez. 

La doctora  Louise Baur, presidenta electa de la Federación Mundial de Obesidad y profesora de la Sydney Medical School, lo confirma “por supuesto que la obesidad en este grupo es trabajo de los adultos”, porque un joven no ha desarrollado su personalidad, todavía no tienen la educación suficiente respecto a sí mismos, no están listos para asumir esa gran pelea. 

Pero también hay un gran problema que hay que enfrentar; de los 5, 275 jóvenes que participaron en este estudio, la mayoría se informan sobre la obesidad en videos de YouTube o preguntan en redes sociales, antes de acercarse a alguien mayor; por otro lado, la motivación en los menores para bajar de peso no es la correcta, pues basan sus decisiones en estereotipos, quieren lograr “cuerpos fitness” en poco tiempo. 

Sobre esto, Konstantine asegura en entrevista que “las redes sociales necesitan grandes cambios y control, pues no podemos negar que los jóvenes acuden a estos espacios para informarse”. Él sugiere que profesionales de la salud y padres de familia se mantengan cerca de lo que sus hijos observan, y recordó: “Con un adulto, los adolescentes se sienten intimidados, eso no pasa con el internet”.

Por ello asegura que es fundamental llevar mejores recursos a esos espacios, pero no con los “influencers” actuales, porque es un ambiente totalmente deshonesto, “son personas que promueven cualquier producto y eso no es ético, es negocio”, ver ese tipo de información es una bandera roja, asegura, “si alguien te dice que bajaras con algún suplemento o pastilla, es totalmente falso, tenemos que buscar gente que hable basado en conocimiento, hechos comprobables, estudios, pero que su motivación no sea hacer millones de pesos, sino ayudar a otros”.  

En total el reporte reúne datos de 13,000 personas, entre ellos, 5,275 jóvenes con obesidad, 5,389 cuidadores o padres de familia, y 2,323 personas a cargo del cuidado de la salud de esta población. Participaron 10 países, entre ellos México, quien dentro de unos meses estará presentando sus resultados de manera individual. Los especialistas coinciden en que este estudio tendrá que ser un parteaguas para comenzar iniciativas y generar más evidencia que permita voltear a este sector de la población que sufre de obesidad y lo hace a solas y sin recursos adecuados. 

Se dijo en el ECO:

  • Urgente tratar la obesidad como un problema de salud pública
  • Poner atención a la información que circulan los influencers en redes sociales
  • El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. 
  • La detección de la obesidad se realiza midiendo la altura y el peso en el consultorio. 

nelly.toche@eleconomista.mx

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