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Padecen ruinas de Pompeya decenios de negligencia
La Casa de los Gladiadores, en Pompeya, Italia, no pudo resistir decenios de negligencia y el 6 de noviembre se derrumbó por completo.
Sobreviviente a la erupción del volcán Vesubio en el año 79 de nuestra era y a las bombas aliadas que en 1943 le destruyeron el techo, la Casa de los Gladiadores, en la zona arqueológica de Pompeya, en el sur de Italia, no pudo resistir decenios de negligencia y el 6 de noviembre se derrumbó por completo.
Llamada oficialmente Schola Armaturarum Juventis Pompeiani , la Casa de los Gladiadores se encontraba en la vía de la Abundancia de Pompeya, y según los expertos durante la antiguedad sirvió como lugar de reunión de una asociación de militares, además de depósito de armaduras.
Sobre las puertas de entrada el inmueble tenía pinturas de armas y ramas de palma, además de representaciones de triunfos bélicos, mientras en su interior contaba con numerosos emblemas.
Sus muros estaban decorados con frescos que confirmaban el carácter militar del edificio, que no se derrumbó durante la terrible erupción que en el año 79 de nuestra era sepultó a las antiguas ciudades romanas de Pompeya, Herculano, Stabia y Oplonti.
La Casa de los Gladiadores tampoco cayó durante la Segunda Guerra Mundial (1939-45), cuando los aviones aliados desenganchaban sus bombas en la zona y ocasionaron la destrucción del techo, reconstruido a final de los años 40.
Desde entonces, el monumento, de 80 metros cuadrados de superficie, no había tenido ninguna manutención, ni fue incluido en los planes de restauración de la zona arqueológica pompeyana, en los que se destinaron 79 millones de euros (104 millones de dólares) en dos años.
'La Casa de los Gladiadores esperaba desde hace años ser reestructurada y lo sucedido es un derrumbe anunciado', declaró el alcalde de la Pompeya moderna, Claudio D*Alessio.
'Desde hace meses denuncié la degradación alarmante de las ruinas de Pompeya; el grave derrumbe de la Casa de los Gladiadores es la demostración de que el gobierno subestimó el peligro', arremetió la ex alcaldesa de la vecina ciudad de Herculano, Luisa Bossa.
En el mismo sentido se manifestaron expertos como Alessandra Mottola, presidenta de 'Italia Nostra', una organización civil que se bate por la recuperación y mantenimiento del enorme patrimonio cultural italiano.
Sin un plan de manutención extraordinaria se verificarán nuevos derrumbes no solamente en Pompeya , dijo Mottola durante un encuentro con la prensa extranjera.
La eventualidad de nuevos derrumbes en Pompeya fue reconocida por el ministro de Bienes Culturales, Sandro Bondi, cuya renuncia es exigida por la oposición y quien el 29 de noviembre enfrentará un voto de censura parlamentario, que pone en riesgo la supervivencia del propio Ejecutivo.
Desgraciadamente, en Pompeya no podemos excluir otros derrumbes, tanto por la dimensión del área arqueológica como por el hecho de que hay otros edificios al lado del terraplén creado para las áreas donde se debe excavar todavía , declaró Bondi al comparecer ante la Cámara de Diputados sobre el caso.
Según los propios expertos del Ministerio, el derrumbe de la Casa de los Gladiadores fue ocasionado por un desprendimiento de terreno provocado por el terraplén levantado al lado del edificio y que se encontraba lleno de agua a causa de las intensas lluvias.
El clima no justifica desastres que son achacables a la incuria y al incumplimiento de las reglas , respondió el presidente de la República, Giorgio Napolitano, que calificó como vergüenza internacional el derrumbe del inmueble.
La oposición denunció que el desastre de Pompeya ha sido el resultado de la draconiana política de ajuste económico del gobierno, que en 2010 destinó a la cultura un presupuesto de cinco mil millones de euros (seis mil 500 millones de dólares), que representó el 0.21 por ciento del total, frente a los siete mil millones (9.1 mil millones de dólares) de 2008.
Poseedora del 80 por ciento del patrimonio cultural de la humanidad reconocido por la UNESCO, Italia enfrenta una sistemática carencia de recursos para su manutención y, según la prensa, en riesgo están cientos de monumentos, incluido el Coliseo de Roma, la Domus Aurea (el Palacio de Nerón) o la catedral de Florencia.