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Pago en Especie: artistas e impuestos
Un día Siqueiros y Dr. Atl se vistieron con sus mejores galas y se dirigieron a la Secretaría de Hacienda con el reto de permear la dureza fiscal con flexibilidad del arte. Así nació el Pago en Especie, un modelo fiscal para ajustar las relaciones de los artistas con Hacienda.
Hay que dejar al artista que se ocupe de la creación de su obra y no distraerlo con requisitos contables que nunca entenderá. Lo que entregue, en lugar de dinero, se tornará en prestigio de México , argumentó David Alfaro Siqueiros en 1957.
Uno de los amigos del muralista corría peligro de ser preso por incumplimiento tributario. Siqueiros sabía que en esa misma circunstancia se encontraban otros colegas más, quienes ya fuera por falta de conocimientos fiscales o falta de dinero estaban en problemas con la Secretaría de Hacienda.
Un día David Alfaro Siqueiros y Gerardo Murillo Dr. Atl y se vistieron con sus mejores galas y se dirigieron a la Secretaría de Hacienda con el reto de permear la dureza fiscal con flexibilidad del arte.
Se reunieron con Hugo B. Margáin Gleason, entonces director de Impuestos sobre la Renta, para idear una alternativa con la cual la comunidad artística pudiera cumplir sus obligaciones.
La negociación fue posible y como resultado nació el Pago en Especie, una figura fiscal única en el mundo que permite a los artistas pagar sus impuestos con obras de su autoría.
Este mecanismo fiscal salvó a más de un artista plástico de la cárcel y generó una de las colecciones de arte más importantes del mundo, que agrupa más de 6,000 piezas que en automático son declaradas Patrimonio Cultural de la Nación y que no podrán ser vendidas, pues pertenecen a la Federación.
Tanto artistas plásticos como aquellos dedicados a la fotografía, video o instalación tienen la opción de liquidar sus impuestos mediante la entrega de obras realizadas el año en que corresponde el pago.
Quienes deseen adherirse a esa modalidad deben solicitarlo al Servicio de Administración Tributaria (SAT), realizar su declaración anual de impuestos y cubrir sus contribuciones con una de sus creaciones.
La obra que el artista entrega al SAT será evaluada por un Comité Técnico que, después de un proceso de dos meses, podrá aceptar o rechazar la pieza con base en su valoración estética.
Si bien Siquieros y el Dr. Atl fueron los primeros artistas que se acercaron a la Secretaría de Hacienda, ha habido aproximaciones posteriores de la Secretaría de Hacienda con otros actores del mercado del arte.
Patricia Sloane, quien es curadora de arte y en los años ochenta era dueña de una galería, narró a El Economista: Cuando Jesús Silva-Herzog Flores era Secretario de Hacienda, su esposa, Tere Márquez, coordinó un diálogo con la meta poner orden en la relación entre las galerías y la SHCP. Fue imposible, pues México tiene una figura muy sui géneris que es el pago en especie .