Pierre Deligne, matemático por diversión

Se designó al ganador del Premio Abel, que, entregado por la Academia de Ciencias de Noruega, se considera el Nobel de las Matemáticas.

Fue para el matemático de origen belga Pierre Deligne.

El nombre de Pierre sonaba muy fuerte desde que se supo que trabajaba con Alexander Grothendieck y por todo el aporte de conocimiento que ha realizado desde muy joven. El Premio Abel corona el reconocimiento a su intensa carrera , reconoció el matemático de la Facultad de Ciencias de la UNAM, Rodolfo San Agustín Chi.

EL GALARDONADO Y LA IMPORTANCIA DE SU OBRA

Pierre Deligne es un investigador en Matemáticas que se ha destacado por encontrar conexiones entre diversos campos y a realizar descubrimientos importantes. El más conocido es su espectacular y elegante solución de la última de las conjeturas de Weil (1949).

La prueba de la conjetura de Weil, en la que juntó campos aparentemente inconexos, lo hizo famoso en el mundo matemático cuando era muy joven, ya que no sólo se trataba de un problema relevante, sino que mostró que dos campos muy distantes estaban en realidad conectados.

Pierre Deligne nació en 1944 en Bruselas, Bélgica. Es profesor emérito de la Escuela de Matemáticas del Instituto de Estudios Avanzados en Princeton, adonde llegó en 1984 desde el Instituto de Altos Estudios Científicos de Francia, donde en 1970 fue nombrado miembro permanente, el más joven en la historia de esta institución, y donde se inició bajo la tutela de Alexander Grothendieck.

Pierre tenía solo 12 años cuando empezó a leer los libros de Matemáticas de su hermano universitario. Su interés hizo que, cuando tenía 14 años, el papá de un amigo y profesor de Matemáticas le prestara el libro Teoría de conjuntos de Nicolas Bourbaki, un complejo tratado que construye toda una rama de las Matemáticas paso a paso desde sus primeros principios. Me tomó un año leerlo, hacer los ejercicios y realmente comprenderlo, porque es la comprensión lo que cuenta. ¡Valió la pena cada minuto! Me enseñó lo que es el ideal de rigor en las Matemáticas. Y, una vez que has entendido este ideal, eres mucho más libre de alejarte de él, pues sabes que siempre puedes regresar , dijo en una entrevista para la revista research.eu.

Su padre quería que fuera ingeniero, una carrera que le daría una buena vida pero, desde muy joven, Deligne sabía que tenía que hacer lo que amaba: Matemáticas. Fue a la Universidad Libre de Bruselas con la ambición de convertirse en profesor de escuela y con la idea de seguir haciendo Matemáticas como un hobby. Ahí, como estudiante de Jacques Tits, Deligne descubrió con gusto que, como él dice, uno se puede ganar la vida jugando, es decir, haciendo investigación en Matemáticas .

La Unión Matemática Internacional le otorgó la Medalla Fields (1978) por su contribución a la unificación de la teoría algebraica y la teoría de números (al resolver la conjetura de Weil). A este primer logro siguieron otros que mostraron gran variedad y dificultad en las técnicas que utiliza y la creatividad de sus métodos, se explica en el sitio del Premio.

El Comité Abel explicó: Los poderosos conceptos, ideas, resultados y métodos de Deligne han influido el desarrollo de la Geometría algebraica, así como a las Matemáticas en su conjunto .

Además de la Medalla Fields, se le han dado el Premio Crafoord de la Academia Real de Ciencias de Suecia (1988), Premio Balzan (2004), Premio Wolf (2008).

En el 2006, el rey Alberto II de Bélgica lo hizo Vizconde.

Es miembro honorario de las sociedades matemáticas de Moscú y Londres y de la Sociedad Filosófica Americana, y miembro extranjero de la Academia Americana de Artes y Ciencias y de la Real Academia Sueca.

El premio, que además de prestigio entrega 1 millón de dólares, se entregará a Deligne el 21 de mayo.

(Con información de Elizabeth Ruiz Jaimes)