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Arte e Ideas

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Plantean restablecer obligación del 1% del PIB para ciencia y tecnología

En el encuentro de la candidata opositora Xóchitl Gálvez con la comunidad científica; el doctor Antonio Lazcano propuso la derogación de la nueva ley de ciencia y tecnología, “aprobada de manera ilegal el año pasado”, afirma; acudieron al encuentro academias, investigadores y colectivos científicos.

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DEBF9CAB-191E-4506-9328-5903305EDCE5Andrea Murcia Monsivais @Cuartoscuro, Cuartoscuro.com

Derogar la nueva Ley General de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación (LGHCTI), restablecer la meta de 1% de inversión del PIB en materia de ciencia y tecnología, y fortalecer el financiamiento de la educación pública fueron tres pronunciamientos destacados presentados este 19 de marzo a la candidata presidencial de la coalición Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez, en un encuentro que sostuvo con la comunidad científica, cultural y académica, donde participaron investigadores y académicos representantes de diversas instituciones, academias y colectivos, y algunos a título propio, como el doctor Antonio Lazcano Araujo.

Fue el propio Lazcano Araujo quien aclaró que su presencia no significaba “apoyar la candidatura de la ingeniera Gálvez”, sino por estar “convencido de que la ciencia es un elemento indispensable en la construcción colectiva de una nación moderna y más igualitaria, y es necesario dejar oír nuestras voces para hacer recomendaciones de política científica, que podrían ser de utilidad para el siguiente gobierno de México”.

Enumeró “los descalabros del aparato científico nacional y el listado de afrentas y abusos del Conahcyt, que no tienen precedente en la historia de la ciencia mexicana”, como la eliminación de alrededor de 100 fideicomisos, imposición de reformas extemporáneas al Sistema Nacional de Investigadores, retiro de becas y apoyos, desaparición de evaluaciones por pares, extinción de los veranos de investigación y las olimpiadas de ciencias, acusaciones sin fundamento y persecución a científicos, y una Ley que no representa a la comunidad científica, por mencionar algunos.

Pide derogar la LGHCTI

A este respecto, Lazcano refirió que la Ley General de Humanidades, Ciencias, Tecnología e Innovación (LGHCTI) fue aprobada en forma ilegal el año pasado y subrayó: “Es alarmante que (...) defiendan esa ley como un logro de la Cuarta Transformación y como una herencia del presidente López Obrador que hay que conservar. Luchar por su derogación, no sólo por la forma irregular como fue aprobada, sino porque representa un modelo de ciencia al servicio de la ideología del gobierno alejado de las necesidades del país, es un elemento indispensable para sanar las fracturas que se generaron entre la comunidad científica y el Estado mexicano.

El académico dijo que, contrario a esta posición, la UNESCO reiteró que es indispensable reconocer que la ciencia sólo puede prosperar dentro de ecosistemas de investigación e innovación que promuevan la apertura y seguridad donde la ciencia se preserva, respeta, se nutre, desarrolla y difunde las ideas y el conocimiento que se generan y se pueden intercambiar libremente. “Urge un esbozo serio que vaya más allá del carisma personal y las propuestas aisladas”.

“Cualquier proyecto debe adoptar el espíritu de la declaración de la Unesco donde se afirma que es una obligación de los estados preservar y promover la libertad intelectual de los investigadores, lo que implica protegerlos a ellos y el ecosistema”, apuntó.

Critican propuesta de vouchers

Para la doctora Alma Maldonado, integrante de la Red ProCienciaMx, México ha ignorado la inversión en ciencia, lo que podría llevarnos al rezago respecto de otras economías. Recordó que los ciclos educativos dan resultados en más de cuatro décadas y de no cambiar nada ahora, las personas en el próximo medio siglo estarán destinadas a trabajos mal pagados y sin las herramientas para enfrentar los cambios que vienen de la mano de la tecnología.

“De no cambiar nada ahora, las personas en el próximo medio siglo estarán destinadas a trabajos mal pagados, sin posibilidad alguna de movilidad social y sin las herramientas para enfrentar los cambios que vienen de la mano de la tecnología. Así, vivirán de una manera muy amarga la era de la automatización y de la inteligencia artificial”.

Maldonado defendió ante Gálvez la prioridad de la educación superior pública gratuita frente a la propuesta de la candidata de implementar vouchers para cursar estudios en universidades privadas, y propuso invertir en programas que atiendan a la primera infancia, pues es la etapa donde se configuran las capacidades cognitivas.

Detalló que para las instituciones de educación superior, la Constitución señala que debe ser gratuita y aunque se decretó la gratuidad no existen los recursos para cumplirla, “de los 14 mil millones de pesos que la ANUIES estimó que se tenían que derogar para alcanzar la gratuidad, actualmente solo se invierten 833 millones, además de dejar fuera de ese fondo a las universidades públicas estatales que son las que mayor matrícula tienen”.

Mayor inversión en desarrollo científico y tecnológico

En su oportunidad, Roberto Blancarte, profesor investigador de El Colegio de México, expresó que en materia de ciencia en México hay un ambiente pesimista y dio datos relevantes. El gasto educativo fue 8.2% menor en este año en comparación al 2015, la inversión en educación superior en 2024 representa el 16.8% del gasto educativo total frente al 18.1% acreditado en 2015, lo representa unos 13 mil millones de pesos menos; en ciencia y tecnología la inversión hoy es 39% por debajo de lo aprobado en 2015; en los hechos no es prioridad nacional. Por su parte Conahcyt ha experimentado una disminución de 20 mil 566 millones de pesos, es decir 38% menos, en resumen el gasto federal en estos rubros es menor.

Mientras otros países, como Israel o Corea del Sur, invierten 5% de su Producto Interno Bruto en el desarrollo científico y tecnológico, México sólo destina el 0.4%, indicó el sociólogo.

“Estos números hablan de la enorme incapacidad de nuestra clase política para entender algo muy simple: sin desarrollo científico y tecnológico no saldremos adelante”, dijo Blancarte, y propuso a la candidata presidencial, de entrada, restablecer la meta de inversión de 1% del PIB en ciencia y tecnología, que fue derogada en la nueva LGHCTI.

Por su parte, el doctor Martín Aluja, académico e investigador del Instituto de Ecología, y Premio Nacional de Ciencias 2013; Carlos Aguirre Marín, de Suma por México, y el presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), José Antonio Seade Kuri, entregaron propuestas y reflexiones sobre el futuro de la política de CTI por escrito. Seade Kuri expresó que este documento emana de un taller donde participaron la AMC y la Universidad de Guadalajara, y que contienen una propuesta colegiada, discutida en foros y con la membresía, además del punto de vista de la Red ProCiencia. “Son una serie de ensayos hechos por distintos autores, pero que coinciden en que quieren un mayor justicia social y mayor calidad de vida para la población. “Hablar de desarrollo social sin desarrollo tecnológico es una quimera como también lo es hablar de desarrollo tecnológico sin ciencia que lo sustente.(...) Esperamos un lugar prioritario en materia de CTI en la agenda nacional”.

La educación debe ser educadora

La doctora Yoloxóchitl Bustamante Díaz habló de una urgente reestructuración de la educación. “Que la educación se convierta en una prioridad de alta jerarquía y el Estado debe hacer todo lo necesario para que la educación llegue a todos los rincones y sea pública, gratuita, laica y de calidad, para ello se requiere de una visión nueva. Más funcional, mejor organizado y articulado, que sea educadora y no solo proveedora de la instrucción, con la alfabetización emocional que den las bases de su propio reconocimiento y una adecuada gestión de sus estados de ánimo para una convivencia sana y respetuosa, al culminar, hablamos de la formación de los ciudadanos que vivirán este México”.

En su intervención aseguró que es necesaria una organización independiente de la SEP, con libertad de criterio, con ausencia de conflictos de interés formada por gente conocedora, pero que también involucre la opinión de la ciudadanía para que lleve a cabo la delicada tarea de hacer la evaluación del sistema educativo en todos sus aspectos.

Por su parte, Silvia Ortega, primera rectora de la Universidad Autónoma Metropolitana, aseguró que sabemos de las insuficiencias de un sistema educativo nacional, pero que se ha construido a lo largo de más de cien años y que desde hace décadas no garantiza la formación de generaciones jóvenes, ni forja ciudadanía crítica, creativa, protectora del medio ambiente, solidaria y democrática. Ella pide nunca más la educación sin perspectiva de género, sin inclusión y diversidad. Por eso asegura que la ampliación de las capacidades humanas, institucionales y territoriales son indispensables para generar la prosperidad y el bienestar de las comunidades largamente excluidas. “Hace mucho que la educación no impulsa la movilidad social”.

Agregó que hay dos temas críticos, los docentes, fundamentales para cultivar el recurso más grande que tienen los países, es decir, las mentes, pero hoy lo hacen con total deficiencia y sin acceso a conocimientos y herramientas, y, por otro lado, los estudiantes, en los próximos años la población más grande que tendremos estará entre los 15 y 17 años, y ellos hoy no está yendo a la escuela. “Hay que reconsiderar los fines de la educación media superior, reorganizarla, flexibilizar el sistema a fin de que retenga y recupere a los estudiantes que no encuentran caminos de regreso”.

Las propuestas de Xóchitl Gálvez

La candidata de la alianza opositora aseguró que este encuentro se trató de escuchar a los que saben, dijo que se está preparando un documento amplio que está en proceso y que incluirá propuestas completas en materia de salud, ciencia, cultura y educación. En un primer documento de propuesta en materia de educación, ciencia y tecnología la candidata propone:

  • Respeto a la libertad académica, de investigación y de creación, así como la autonomía universitaria.
  • Restablecer fondos y aumentar presupuesto para ciencia, cultura y educación.
  • Fortalecer la formación de docentes.
  • Regresar el programa de estancias infantiles.
  • Reducir deserción escolar.
  • Escuelas dignas, con espacios seguros y con infraestructura adecuada.
  • Escuelas de tiempo completo.
  • Financiamiento público para CTI.

nelly.toche@eleconomista.mx

Periodista de ciencia en la sección Arte, Ideas y Gente de El Economista. Cuenta con maestría en periodismo sobre Políticas Públicas por el CIDE y es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UVM.

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