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Premio Eugenio Garza Sada reconoce liderazgo humanista
FEMSA y el Tecnológico de Monterrey entregaron el galardón anual los ganadores en tres categorías: en Liderazgo empresarial humanista, a José Francisco Arteaga Niepmann; Emprendimiento social, a la asociación APAC; y en Innovación social estudiantil, al proyecto Yeex-Kukulmat.
“El Premio Eugenio Garza Sada reconoce la trayectoria, el trabajo y la perseverancia de quienes confían en que la realidad puede y debe cambiarse”. Fueron las palabras de Ricardo Saldívar Escajadillo, presidente del Consejo Directivo del Tecnológico de Monterrey, al hacer alusión a los ganadores de la 31ª edición del galardón que concede la institución en alianza con FEMSA desde 1993.
Una pieza musical ejecutada por la Orquesta Sinfónica del Tec de Monterrey, dedicada al empresario y filántropo que da título al premio, quien fuera un pilar fundamental de la vida social, económica, cultural y educativa de la capital neoleonesa, y cuya impronta honran quienes han merecido este reconocimiento a lo largo de treinta años, fue el preámbulo de la ceremonia en el Centro de Congresos, pletórico, en el campus central en Nuevo León, para reconocer “la innovación, el conocimiento y el anhelo de transformación”, “valores que han formado a nuestra institución educativa”, añadió Saldívar Escajadillo.
Las y los galardonados
Entre 650 candidaturas que postularon para la edición 2024, el jurado decidió otorgar el Premio Eugenio Garza Sada al Liderazgo Humanista en la categoría de “Emprendimiento Social” a la Asociación Pro Personas con Parálisis Cerebral (APAC), que suma más de 50 años trabajando en la rehabilitación de personas con parálisis cerebral y discapacidades relacionadas y a apoyar a sus familias, y que en los últimos años se ha enfocado en investigar y documentar metodologías para rehabilitar la actividad cerebral y en conseguir tecnología de punta que contribuye a que los pacientes puedan recuperar movilidad autónoma y el habla. “Nos dedicamos a traer lo más nuevo en el mundo”, dice María Guadalupe Maldonado, directora de APAC, momentos antes de recibir el galardón que tardó en llegar diez años, luego de sendas postulaciones consecutivas.
El premio lo recibieron a nombre de la institución Gabriela Molina Ortiz Monasterio, secretaria del Patronato de APAC y la directora.
Actualmente, APAC atiende cada día a 1,200 pacientes en sus siete centros en Ciudad de México y en otras 46 sedes asociadas en el país, destacando la atención a bebés que son llevados para recibir tratamiento temprano a fin de revertir el deterioro cerebral.
El premio en la categoría “Innovación Social Estudiantil” fue para el proyecto educativo Yeex-Kukulmat, liderado por los jóvenes Carlos Uriel Vega Rodríguez y José Ángel Soto Domínguez, el primero estudiante del 7° semestre de Ingeniería en Biotecnología, y el segundo, egresado de Ingeniería en Mecatrónica, y beneficiarios ambos del programa de estímulos ‘Líderes del mañana’, que auspician el propio Tec de Monterrey y FEMSA.
Carlos y José Ángel habían formado cada uno su propia organización para trabajar en la educación y recuperación de la lengua y la cultura con niñas y niños indígenas (teenek, en la huasteca potosina, y tzotziles y tseltales en los Altos de Chiapas). Cuando se conocieron en el programa ‘Líderes del mañana’ decidieron unir sus proyectos e ir juntos mejorando sus metodologías de trabajo. Así nació Xeex-Kukulmat. Uniendo culturas, conservando lenguas (una combinación entre el vocablo en teenek que significa “Corazón de amor” y el dios maya Kukulcán y el apócope de matemáticas).
Xeex-Kukulmat trabaja actualmente brindando talleres, produciendo juegos didácticos y acercando la tecnología a grupos de niñas y niños indígenas en Chiapas, San Luis Potosí y Ciudad de México con un modelo educativo que lo mismo enseña matemáticas mayas que integra conocimientos de vanguardia como la inteligencia artificial. “Queremos contribuir al rescate cultural a través del conocimiento ancestral y al mismo tiempo entregando conocimiento para el futuro”, dice José Ángel.
“Los ganadores enaltecen los valores que, a lo largo de su vida y a través de su obra, nos ha legado Don Eugenio (...) Gracias a profesionistas como Ángel y Carlos, a donantes como Don José, “Líderes del Mañana” ya está cambiando a México. Todos los que hemos tenido oportunidades profesionales, sociales y económicas, tenemos la obligación moral de retribuir a la sociedad y este programa es un gran medio para hacerlo. Ángel y Carlos: ustedes representan plenamente el espíritu de “Líderes del Mañana”. ¡Nos sentimos muy orgullosos de ustedes! ¡Muchas felicidades!, les dijo el presidente y director general de FEMSA, José Antonio Fernández Carbajal, al conferirles el premio.
Finalmente, el premio en la categoría Liderazgo empresarial humanista correspondió al empresario agrícola de Aguascalientes José Francisco Arteaga Niepmann, director general de la empresa de alimentos La Huerta; quien “a través de programas de vivienda, salud y apoyo a la educación, entre otros, ha impactado la vida de más de 200 mil personas en Aguascalientes”, destacó Fernández Carbajal.
A la ceremonia también asistieron David Garza Salazar, rector y presidente ejecutivo del Tecnológico de Monterrey y Consuelo Garza Lagüera de Garza, presidenta del Comité Directivo del Premio Eugenio Garza Sada, entre otros.
Las y los ganadores del Premio Eugenio Garza Sada (EGS) 2024 recibieron la escultura “Luz Interior” creada por Yvonne Domenge, un reconocimiento por escrito y un estímulo económico que asciende en su conjunto a 2 millones de pesos para las tres categorías.
Premio al Liderazgo empresarial humanista
José Francisco Arteaga Niepmann (Ciudad de México, 1953) recibió el Premio Eugenio Garza Sada al Liderazgo empresarial humanista que entregan año con año FEMSA y el Tec de Monterrey.
Como presidente del Grupo La Huerta, se ha significado por brindar a sus más de 2,500 colaboradores, a quienes denomina “una gran familia”, el máximo valor y procurar su bienestar y el de sus familias, a través de programas de educación, salud, vivienda y recreación.
Desde que asumió la responsabilidad al frente de la empresa ha seguido el legado de su padre, quien la fundó en 1957. “Mi padre decía que una empresa que no se preocupa de que los colaboradores crezcan con ella, no es una buena empresa”.
Como dato destacado, Arteaga Niepmann promueve un programa de becas educativas que alcanza a más 1,200 estudiantes, 200 de esas becas proceden de donativos de beneficiarios del mismo programa, que hoy retribuyen lo que en su momento recibieron para que otros alcancen sus metas.
El empresario anunció que donará el premio a una asociación civil mexicana sin fines de lucro. “Como agricultor, estoy convencido de que siempre vas a cosechar más de lo que siembras”, dice don José.