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Premio Nobel de Química a descubridores de los catalizadores orgánicos

Benjamin List y  David MacMillan descubrieron que era posible emplear moléculas orgánicas como catalizadores, de ahí el nombre de organocatálisis.

Este año, el Premio Nobel de Química fue otorgado a Benjamin List (Max Planck Institute, Alemania) y David W. C. MacMillan (Universidad de Princeton, Estados Unidos), ambos de 53 años de edad, recibirán el prestigioso galardón por haber desarrollado en 2000 la catálisis asimétrica, un nuevo tipo de catalizadores revolucionario que ha avanzado "a una velocidad prodigiosa" desde entonces, explicó el jurado del Nobel.

Los catalizadores —sustancias que controlan y aceleran las reacciones químicas, pero que no forman parte del producto final— son mecanismos fundamentales para los químicos.

Para entender de qué trata el trabajo de los ganadores del premio Nobel, el doctor Gabriel Merino Hernández, químico mexicano especializado en química teórica e investigador del departamento de física aplicada del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) dedica unas líneas a nuestros lectores: 

“Hasta hace unos 20 años, los químicos suponíamos que los catalizadores (sustancia, simple o compuesta, que aumenta o reduce la velocidad de una reacción química) eran exclusivamente metales o enzimas, los cuales son sistemas complejos conformados por muchos átomos. En el año 2000, List y  MacMillan, de forma independiente, descubrieron que era posible emplear moléculas orgánicas como catalizadores, de ahí el nombre de organocatálisis”. Un tercer tipo de catálisis. 

Se trata de un evento revolucionario porque “estos catalizadores  son más baratos, simples y seguros, además de que las técnicas de síntesis son generalmente más sencillas y respetuosas del ambiente. Además de que es posible sintetizar moléculas con una disposición espacial preferencial. Esto tiene un impacto tremendo en la síntesis de fármacos, agroquímicos y materiales. Por ejemplo, se descubrió que moléculas sencillas como la prolina (uno de los aminoácidos que forman las proteínas de los seres vivos) son excelentes catalizadores”. 

Para visualizar la función de un catalizador podemos imaginar su efecto en los coches, estos transforman las sustancias tóxicas de los gases de escape en moléculas inocuas; o nuestro cuerpo también contiene miles de enzimas que catalizan la formación de las moléculas esenciales para la vida, por lo tanto, estas son herramientas fundamentales para la química.  

¿Es esta la llamada? Se preguntó Benjamín List 

Como es costumbre, la misma organización del premio Nobel busca a los galardonados minutos después del anuncio, en esta ocasión fue Adam Smith, director científico de divulgación del Premio Nobel quien pudo platicar con Benjamín quien se encontraba tomando un café para el desayuno con su esposa Sabine List.  

“Estábamos a punto de desayunar. Y luego llegó el teléfono y en la pantalla decía Suecia y nos miramos con incredulidad, como en broma, '¿es esta la llamada?' Y salí, y fue la llamada. Así que eso fue realmente... no sé, fue como un... como un sueño”, dijo.

También narra su alegría por haber podido recibir esa llamada junto a su esposa y colega. “Fue tan hermoso, solo mi esposa y yo sentados en un café, y ya sabes, ella ha estado allí todos esos años, ya sabes, desde el final de mi doctorado hasta hoy. Entonces ella estaba allí cuando se hizo el descubrimiento, y me apoyó durante todos esos años, y es genial recibir la llamada cuando ella está cerca”.

Luego de recuperar el aliento por la reciente noticia y aunque asegura no estar completamente preparado para lo que venga, se dio un tiempo para hablar sobre el placer y la belleza de “construir moléculas:  

Es difícil de explicar a las personas que no son químicos, y especialmente a los  no químicos sintéticos, porque realmente pensamos, y tal vez es ingenuo o extraño, pero realmente creemos que nuestras moléculas tienen cierta belleza. Hacerlos es como crear algo hermoso. De alguna manera, los productos naturales tienen una belleza particular, pero también como si usted fabrica, si crea una determinada molécula de fármaco que salva vidas, creo que es hermoso hacer esto. 

Benjamín dedicó unas palabras a la ciencia, pero sobre todo a lo “fantástico” de poder hacer su trabajo de investigación con libertad y con la alegría de trabajar con su equipo: “Trabajar con estas personas increíbles, felices y creativas; es un gran regalo". 

nelly.toche@eleconomista.mx

kg

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