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Arte e Ideas

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Premios Ariel, con pugnas políticas y sociales

Las mujeres del séptimo arte se unieron para impulsar la iniciativa #YaEsHora, en favor de un cine hecho por mujeres, en contra del acoso y por espacios libres de violencia.

Fue una noche para celebrar al cine nacional, una noche que prometía ser histórica desde un principio, era la primera vez que se llevaba a cabo en la Cineteca Nacional, la sede fílmica de su tipo con más asistencia en el mundo. La apuesta era darle al público un espacio primordial en la 61 entrega de premios de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), con las salas repletas de cineastas, actores, productores y cinéfilos, todos los elementos que hacen posible una saludable industria del séptimo arte mexicano.

En el último año se estrenaron 115 películas nacionales, mientras que se produjeron 186 metrajes. Nada más para la edición 61 de los Premios Ariel se postularon 144 trabajos fílmicos. Quizás habría solo una cinta ganadora como Mejor Película, pero todo el cine mexicano ya era ganador.

Una alfombra se montó desde la entrada de Avenida México-Coyoacán y se extendía hasta la entrada central de la Cineteca, con rumbo a las antiguas salas del recinto de proyecciones. La prensa abarrotaba ese paseo donde no paraban de desfilar rostros reconocibles de la pantalla grande, entre ellos, Yalitza Aparicio, Marina de Tavira, Adriana Barraza, Gael García Bernal, Luis Gerardo Méndez, Leonardo Ortizgris y hasta “El borras”, aquel perro que se hizo famoso por la cinta “Roma”. Lo mismo que funcionarios de la cultura y cinematografía mexicana, desde Ernesto Contreras, presidente de la AMACC, y María Novaro, directora de Imcine, hasta Alejandra Frausto, secretaria de Cultura federal.

“Estamos generando los mecanismos para fortalecer el vínculo entre el sector privado y el sector público”, aseguraba, a su vez, la funcionaria en entrevista para Canal 22, cuya transmisión también se apreciaba en todas las salas ocupadas de la Cineteca. Destacaba que los presupuestos concurrentes en proyectos como el Conejo de Diplomacia Cultural abonarán a la actividad cultural del país. El tema de austeridad, explicaba, “es un tema de gasto responsable al que nos ajustamos absolutamente sin tocar lo sustantivo, el tema de cuánto dinero está destinado a los estímulos fiscales, al Foprocine (Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad), a jóvenes creadores”. Pidió no confundir a la cultura comunitaria con la cultura popular y especificó que se trata de hacer que las distintas expresiones artísticas puedan tener un mayor alcance al que normalmente llegan.

Actrices, productoras, guionistas, realizadores desfilaron con pañuelos rojos atados al brazo para alzar la voz en favor de la igualdad de género en la industria del cine mexicano. Se trataba de la iniciativa #YaEsHora, que comenzó a despuntar en redes sociales y misma que pugnaba por generar una comunidad, una industria del séptimo arte, creada exclusivamente por mujeres, para tener historias con perspectiva de género y espacios libres de violencia. Ahí mismo se hizo un llamado a festivales y escuelas de cine a comenzar con protocolos de prevención del acoso laboral. Invitaron a enterarse de la iniciativa a través de la página www.yaeshoramx.org.

Levantaron la voz

Fue una noche para encumbrar discursos sociales y políticos. Tanto ganadoras como ganadores no duraron en expresarse ante el micrófono, desde temas para apoyar la continuidad de proyectos culturales y en contra de los recortes presupuestales en todos los rubros de Cultura.

Pocos minutos después de las ocho de la noche, comenzó la ceremonia 61 de los Premios Ariel, en voz de Irene Azuela, quien celebró la posibilidad que dio la Cineteca Nacional para la esencial presencia del público amante del cine mexicano. Ahí mismo la actriz levantó el puño para mostrar el pañuelo rojo y su apoyo a la iniciativa #YaEsHora.

“Los invito a que todos y todas creemos espacios en los que nuestros hijos no se sientan obligados a asumir conductas de violencia o de imposición de poder para afirmar su masculinidad, porque ya es hora”, dijo brevemente, pero con fuerza, Marina de Tavira, tras recibir el premio a Mejor coactuación femenina.

Arturo Ripstein, al entregar el premio a Mejor dirección, expresó que “al cine no debemos someterlo, convertirlo en instrumento de las buenas conciencias y las buenas intenciones”. Fue tajante al mencionar que “el mecenazgo de Estado no es una dádiva generosa, no es una limosna con aquellos recursos que nosotros, los que hacemos cine, literatura, teatro o pintura, los que hacemos o intentamos hacer poesía, debemos sumisamente aceptar y agradecer esa dádiva; es un deber del Estado, así tiene que entenderlo la sociedad, el gobierno (…). El cine no es un lujo que se puede desechar, no es un bien prescindible al que se le tomará en cuenta cuando vengan tiempos mejores (…). No hay crecimiento sin cultura, no hay desarrollo sin cultura, no hay democracia sin cultura. Las cultura, en su sentido más estricto y riguroso, es la única opción que tenemos para enfrentar a la barbarie”.

Marcelina Bautista, secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar y directora del centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar, recibió el premio a Cuarón por la Mejor dirección. Destacó que hoy en día, 2.4 millones de trabajadores del hogar cuentan con derechos, en gran parte, gracias a “Roma”, y pugnó por los derechos de las trabajadoras que todavía no han tenido acceso a derechos laborales básicos como el Seguro Social.

El cineasta Carlos Morales, después de ganar el Ariel a Mejor cortometraje documental por su trabajo “Sinfonía de un mar triste”, declaró que “en México no habrá paz si no hay justicia. Los que creíamos en una transformación y nos aferrábamos a la esperanza demandamos que se castiguen a los culpables, aquellos pillos corruptos que nos han hundido; para ellos queremos todo el peso de la ley. Espero que a los que tenemos todavía fe en este proyecto de nación, nos quiten todas las dudas de un pacto de impunidad. Queremos a los culpables con castigo, queremos justicia“.

Por su parte, Ernesto Conteras, director de la AMACC, también se expresó sobre los recortes presupuestales al ejercicio cultural, pues, dijo “la cultura no es un gasto, no es un bien prescindible, no es un adorno, es una inversión a largo plazo. Los creadores no somos el enemigo, queremos contribuir a la construcción de un nuevo y mejor México. Tenemos un compromiso con la realidad de este país adolorido y complejo, pero lleno de esperanza y solidaridad”.

El documentalista Alberto Arnaut se llevó el Ariel a Mejor largometraje documental. Dedicó el premio a todas las madres de personas desaparecidas y asesinadas. “Quiero un país donde ya no sea necesario que el Ejército esté realizando labores de seguridad pública, donde la Guardia Nacional sea realmente una guardia civil y no una militarizada”, agregó. 

Por primera vez que una guionista recibió un Ariel de oro por todo su gremio, que fue entregado para la guionista Paz Alicia Garciadiego, por lo que se mostró al borde del llanto. El sonidista argentino Nerio Barberis también recibió el galardón especial, además reconoció que México supo arroparlo desde su llegada y refirió que la Academia mexicana como una gran institución. El actor Héctor Bonilla también fue distinguido con el Ariel de Oro.

Lista de ganadores

Mejor película – Alfonso Cuarón, por “Roma”

Mejor dirección – Alfonso Cuarón, por “Roma”

Mejor actriz – Ilse Salas, por “Las niñas bien”

Mejor actor – Noé Hernández, por “Ocho de cada diez”

Mejor fotografía – Alfonso Cuarón, por “Roma”

Mejor largometraje documental – “Hasta los dientes”, de Alberto Arnaut

Mejor largometraje de animación – “Ana y Bruno”, de Carlos Carrera

Mejor película iberoamericana – “Pájaros de verano” (Colombia), de Cristina Gallego y Ciro Guerra

Mejor revelación actoral - Benny Emmanuel, por “De la infancia”,

Mejor coactuación masculina - Leonardo Ortizgris, por “Museo”

Mejor coactuación femenina - Marina de Tavira, por “Roma”

Mejor cortometraje documental – “Sinfonía de un mar triste”, de Carlos Morales

Mejor cortometraje de animación – “Viva el rey”, de Luis Téllez

Mejor cortometraje de ficción – “Arcángel”, de Ángeles Cruz

Mejor ópera prima – Lila Avilés, por “La camarista”

Mejores efectos especiales – Alejandro Vázquez, por “Roma”

Mejores efectos visuales – Sheldon Stopsack y David Griffiths, por “Roma”

Mejor maquillaje – Pedro Guijarro Hidalgo, por “Las niñas bien”

Mejor vestuario – María Annai Ramos Maza, por “Las niñas bien”

Mejor diseño de arte – Eugenio Caballero, Bárbara Enríquez, Oscar Tello y Gabriel Cortés, por “Roma”

Música original – Tomás Barreiro, por “Las niñas bien”

Mejor sonido - Jorge Antonio García, Sergio Díaz, Skip Lievsay y Craig Henigham, por “Roma”

Mejor edición – Alfonso Cuarón y Adama Gough, por “Roma”

Mejor guion original – Alfonso Cuarón, por “Roma”

Mejor guion adaptado - Silvia Pasternac, Carlos Carrera y Fernando Javier León Rodríguez, por “De la infancia”

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