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Preocupan fenómenos del agua en Cumbre Climática
Más del 30% del agua está en la región de América, pero no está distribuida equitativamente.
En el marco de la Cumbre de Acción Climática 2019, esta semana jefes de Estado y de gobierno, empresas y representantes de la sociedad civil se dieron cita en la sede de la ONU en Nueva York para compartir experiencias y generar acuerdos que tengan el potencial para enfrentar el cambio climático.
Uno de los temas recurrentes es el concerniente al agua, que de manera clara vive una de las situaciones más críticas en el planeta con inundaciones, sequías, disminución del hielo marino, entre otros fenómenos.
“Uno de los grandes resultados de la cumbre es el reconocimiento de que las respuestas basadas en naturaleza aportan hasta 40% de la solución al cambio climático. Restauración, conservación, mejores prácticas agrícolas, son gran parte del empuje para la agenda futura. Éste es uno de los grandes mensajes en esta semana”, asegura Aurelio Ramos, director ejecutivo para América Latina en The Nature Conservancy (TNC).
En este contexto, las acciones son imperantes. “Entre 1990 y el 2050 se espera que el numero de habitantes en America Latina viviendo en zonas de estrés hídrico se va a multiplicar por 10, y los costos anuales generados por desastres están en miles de millones de dólares”, dio a conocer Hugo Alberto Contreras director de seguridad hídrica de América Latina en TNC.
Más de 30% del agua está en la región de América, pero no está distribuida equitativamente; 25% del territorio es desértico y en algunos países como Argentina, Chile y México, este porcentaje aumenta a más de 50 por ciento. Asimismo, 36% de la superficie de área está bajo estrés hídrico.
“El modelo que hemos seguido para gestionar el agua no es eficiente y esto es lo que TNC ha llevado a estos foros internacionales. El tema de alianzas está en el corazón de cómo uno cree que se pueden resolver los problemas de cambio climático y en particular el tema del agua”, dijo contreras a El Economista, “claramente tenemos un problema de abastecimiento de agua en muchas de las ciudades, los sistemas agrícolas y de energía de la región”.
Por los fondos de agua
Para ello un modelo de gobernanza es la Alianza Latinoamericana de los Fondos de Agua, un acuerdo creado en el 2011 entre el Banco Interamericano de Desarrollo, Fundación FEMSA, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, la Iniciativa Internacional de Protección del Clima y The Nature Conservancy.
Este proyecto trae a los principales usuarios del agua (actores públicos, privados y de la sociedad civil) a poner recursos en este mecanismo para invertir en la generación de respuestas aplicando la mejor ciencia en acciones como conservación, restauración de bosques, mejor manejo agrícola, entre otros.
Al momento hay 24 Fondos de Agua, en total son más de 250,000 hectáreas conservadas, 124 millones de personas beneficiadas, 8,000 familias participando en las cuencas, más de 230 millones de dólares apalancando el tema y alrededor de 570 socios, “por lo anterior nosotros lo denominamos un movimiento”, compartió Ramos.
El fondo arrancó en Quito, Ecuador, después se creó un modelo que se pudo internacionalizar. Hoy Guatemala, Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, República Dominicana y México ya están trabajando con Fondos de Agua, pero ha trascendido la región y Estados Unidos, África, Asia y países de Europa, ya cuentan también con Fondos de Agua.
“En México tenemos proyectos como Agua Capital en la Ciudad de México, por la sobre explotación de acuíferos e inundaciones; el Fondo de Agua en Monterrey, donde el detonante inicial fueron los daños por huracanes y distribución de agua; dos proyectos en proceso para Zacatecas, por la escasez de agua en el mediano plazo, igual que otro proyecto por iniciar en Guanajuato donde el detonante es el incremento del sector agrícola”, expuso Contreras.
“Nuestra apuesta es que con elementos objetivos y a partir de la ciencia se alinee la visión para ayudar a estos grupos a crear un plan estratégico”, agregó.
Traer el tema de la infraestructura natural, ecosistemas y protección de la naturaleza al centro de la agenda de seguridad hídrica ha generado que esta alianza haya recibido el pasado 23 de septiembre el premio otorgado por la Partnering for Green Growth and the Global Goals 2030, por considerarla una Asociación de Vanguardia 2019 que puede inspirar a otras organizaciones.
“En esta cumbre se reconoce que hay una relación intrínseca entre un buen manejo de la naturaleza y mejorar las condiciones de vida, concluye Ramos, “pero esto se logra con una buena gestión, que deriva en el desarrollo económico y social de los países”.