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Realizan homenaje a Monsiváis en Chicago
La comunidad inmigrante hispana, que disfrutó en más de ocho ocasiones de la presencia del escritor, rindió homenaje al llamado "Cronista del Pueblo", fallecido el pasado 19 de junio en la Ciudad de México.

La comunidad inmigrante hispana, que disfrutó en más de ocho ocasiones de la presencia del escritor Carlos Monsiváis, rindió homenaje al llamado "Cronista del Pueblo", fallecido el pasado 19 de junio en la Ciudad de México.
Estudiantes, académicos y activistas se reunieron en un salón, donde proyectaron videos de las presentaciones de "Monsi" en Chicago.
Leyeron poemas en su honor y recordaron anécdotas compartidas durante el tiempo que permanecía en la "Ciudad de los Vientos", a la que le gustaba viajar para dar pláticas en universidades y convivir con los inmigrantes.
Con su elegante creatividad humorística, en alguna de sus visitas Monsiváis dijo a sus invitados en esta ciudad: "Vine a Chicago porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo", parafraseando la obra cumbre del escritor mexicano Juan Rulfo, expresión con la que titularon la invitación a su homenaje.
Raúl Dorantes, coordinador editorial del periódico cultural en español "Contratiempo", recordó que Monsiváis asistió a eventos organizados por esta publicación sin cobrar por ello y a cambio sólo pedía ser llevado al Instituto de Arte de Chicago, donde compraba libros de arte.
'Nos regañaba porque no usábamos bien las preposiciones en español o porque no sabíamos las estrofas de algún poema de gente reconocida. como Ramón López Velarde. El nos decía: *cómo piensan dedicarse a la escritura o a la poesía, sino tienen cuidado en el uso del idioma y no leen?", expresó Dorantes.
En tanto, Carlos Arango, líder comunitario y director de Casa Aztlán, recordó que Monsiváis visitó por primera vez Chicago en la década de 1980 para asistir al desfile por la independencia mexicana, en la calle 26, y se quedó a dormir en su casa.
Sin embargo, refirió, "no aceptaba que le rindieran privilegios, el dormía en la sala. Se quedaba en la ciudad por espacio de una semana y tenía una agenda intensa".
Accedió a escribir el prólogo del libro del escritor inmigrante Febronio Zatarin, "NNos vimos mojados", y asistía con frecuencia a la Universidad de Illinois, en Chicago, para dar pláticas.
Acción que incluso llegó a realizar en una ocasión en inglés y ante la sorprendida pregunta de sus invitados de porqué lo hacia, respondió: "para que me insulten", aunque su intención era ser escuchado por más gente.
Y sobre el Monsiváis político, Arango dijo: "Era muy crítico de todo, pero nunca perdió la esperanza, ni se mostró desilusionado o pesimista. Hay quienes hablan de un escritor solitario, rodeado de sus gatos, como un aspecto depresivo en su vida. Pero la vida fue generosa con él y en realidad vivía con México".
El encuentro concluyó con la participación musical del trovador Ramón Marino y el grupo Son del Viento, artistas de la comunidad.