Buscar
Arte e Ideas

Lectura 6:00 min

Rector de la Ibero llama a no reaccionar con temor infundado ante migración forzada

Durante el congreso internacional ‘Crisis migratoria en Europa y América a la luz del Derecho Internacional de los Derechos Humanos’, Luis Arriaga Valenzuela, exhortó a llevar a cabo estudios basados en evidencia, en datos e información que ayuden a caracterizar mejor el fenómeno de las migraciones en el mundo.

Luis Arriaga Valenzuela, rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México. Foto EE: Cortesía

Luis Arriaga Valenzuela, rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México. Foto EE: Cortesía

“Es importante eliminar las percepciones fundadas en el temor o en las supuestas amenazas ocasionadas por la magnitud de la migración forzada, y más bien llevar a cabo estudios basados en evidencia, en datos y en información que ayuden a caracterizar mejor el fenómeno de las migraciones en el mundo, y a pensar en respuestas viables para su atención”, dijo el doctor Luis Arriaga Valenzuela, S. J., rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

Durante la inauguración, en la Ibero, del congreso internacional Crisis migratoria en Europa y América a la luz del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, el Rector también puso sobre la mesa que es necesario combatir los discursos xenofóbicos que suelen afirmar que las personas migrantes, refugiadas o solicitantes de asilo representan un riesgo para las economías.

Frente al crecimiento de esos discursos de carácter xenofóbico y abiertamente discriminatorios es importante hacer un llamado a dar respuestas basadas en información y en evidencia, propuso el Doctor, quien igualmente es presidente de la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL).

Al continuar con su mensaje, Arriaga comentó que el relator especial sobre los Derechos Humanos de los Migrantes, François Crépeau, ha sostenido que las personas migrantes impulsan y facilitan el desarrollo y contribuyen al crecimiento económico de los países, y que las personas migrantes se complementan con las nacionales, en lugar de competir con ellas, con lo que generan una mayor productividad para la economía. Es así que, “reconocer la aportación de las personas migrantes a la vitalidad de las economías nacionales ayuda a combatir estos discursos xenófobos”, afirmó el rector.

También contribuye el insistir en que es falso afirmar que las personas migrantes son un peligro para la seguridad pública y para la seguridad ciudadana. Y es que, en países donde se han recopilado datos al respecto, se ha demostrado que las y los migrantes cometen estadísticamente menos delitos que las personas nacionales.

Para dar paso a respuestas efectivas que protejan de manera integral los derechos humanos de las personas migrantes, y que pongan en el centro a las personas y su dignidad, el rector dijo que la Universidad Iberoamericana promueve el diálogo, la reflexión profunda e informada, con el fin de construir una comprensión crítica sobre las migraciones.

Además, la Ibero trabaja en hacer realidad la propuesta que el papa Francisco hizo en la Jornada Mundial del Migrante 2018, a través de cuatro verbos: acoger, proteger, promover e integrar, que son actitudes fundamentales para asegurar que los derechos humanos de las personas migrantes sean respetados.

Giovanni Lepri, representante en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, afirmó que es importante que la academia difunda evidencias que contrasten con los usos instrumentales del fenómeno migratorio y de refugiados. “Estoy convencido que la ignorancia es la mejor amiga de la xenofobia. Y entonces, si lo miramos del otro lado, del lado positivo, el conocimiento, la difusión de la evidencia, pues puede ser la mejor amiga de la inclusión”.

Respecto a México, destacó que el año pasado fue el tercer país del mundo con más nuevas solicitudes de asilo -después de Estados Unidos y Alemania-, es también una nación que ofrece oportunidades y donde los refugiados son personas que están aportando a la sociedad. “Con los trabajos formales que los refugiados han tomado en México, y en los cuales se están desempeñando en México, el recaudo fiscal es de más de 100 millones de pesos anuales”.

Y al ser la migración y la búsqueda de refugio fenómenos inevitables, Lepri dijo que los Estados y sociedades no deben decidir si quieren o no que haya movilidad de personas, sino cómo la manejan, cómo responden y cuáles son las políticas inclusivas y basadas en derechos que van adoptando.

Para el juez Ricardo Pérez Manrique, presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, resulta muy pertinente el abordaje planteado por el congreso Crisis migratoria en Europa y América a la luz del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, que toma en cuenta las obligaciones de los países de origen, de tránsito y de recepción.

Dijo además que la falta de oportunidades y seguridad, producto de la escasez de democracia, derechos humanos y desarrollo sostenible, es la que impulsa a millones de personas a emprender un camino lleno de obstáculos e incertidumbre, pero que, con la promesa de una vida mejor para ellos y sus familias, emprenden riesgos inusitados que a veces significan la pérdida de la propia vida.

Por su parte, el doctor José María Porras Ramírez, catedrático de la Universidad de Granada y director de la Cátedra Jean Monnet sobre Migraciones, Asilo y Refugio de la Unión Europea, aseveró que la integración de migrantes y extranjeros naturalizados de origen migrante ya convertidos en ciudadanos, en tanto que factor propiciatorio de una imprescindible cohesión social, conlleva una apuesta decidida por la interculturalidad y la asunción de un enfoque integral orientado desde el prisma de los derechos humanos.

De ahí que pase por reconocer que, en toda persona concurren expectativas y necesidades, y no sólo una fría aportación al producto interior bruto o una contribución, sin duda nada desdeñable, al mantenimiento de los costosos sistemas sociales del bienestar que las envejecidas sociedades europeas tratan a toda costa de apuntalar”.

Se impone así la construcción de sociedades más inclusivas, no sólo para garantizar al bienestar a largo plazo, la estabilidad de las economías y para contribuir a que éstas prosperen, sino para que “empoderando a quienes se encuentran en situación de desventaja, hagan que esas comunidades fragmentadas en las que vivimos se cohesionen”.

Eso requiere ofrecer igualdad de oportunidades, luchar contra la discriminación, garantizar el acceso a la educación, al empleo, a la vivienda, a la sanidad y a los demás servicios sociales, para que todos, sea cual sea su origen o procedencia, disfruten de derechos y participen activamente en los distintos niveles de gobierno “que conforman la compleja comunidad política en la que habitamos”.

kg

 

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Últimas noticias

Noticias Recomendadas

Suscríbete