Reforestación: Un arma contra el cambio climático y sus efectos en las ciudades

El cambio climático ya no se encuentra a la vuelta de la esquina, y de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), estas variaciones de las temperaturas y patrones del clima que ya vivimos son el resultado de la actividad de los humanos, quienes también buscan diferentes opciones para combatirla, y entre ellas se habla de la reforestación. 

“En la ciudad, los espacios verdes son muy restringidos porque le damos prioridad a todo lo que es construcción, infraestructura de calles, los cables de la luz y todo el entramado que tiene la ciudad en sí, a eso le damos prioridad y cuando se hace una construcción, en lo último que se piensa es en las áreas verdes”, menciona la bióloga Ivonne Olalde, técnico académico en Colecciones en el Jardín Botánico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). 

Daniel Rivas Torres, exprofesor de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) y doctor en Planeación Urbana, dice que una de las razones de la deforestación en el país es el cambio del uso de suelo; por ejemplo, “muchas superficies son derribados los árboles nativos para dar espacio a la instalación de aguacates; entonces existen razones por las cuales se quita la cubierta forestal”, pero la principal son los incendios forestales. 

Elegir el árbol correcto 

La buena intención no basta porque también es necesario conocer el motivo para hacer una reforestación adecuada, como lo explica el Dr. Rivas: “Empezar por saber cuál es el propósito de la plantación, o como le llaman, reforestación, porque puede haber de diferentes tipos: con fines de protección del suelo, de mejoramiento del ambiente, de dar más espacios para la recreación, para la vida, para la fauna”, además de la industrial que tiene el propósito de obtener materias primas, como la del papel. 

También es importante saber la especie, ya que el éxito de la plantación depende de ello en gran medida. Al respecto, hay de dos tipos; las nativas, que son las que corresponden a las del suelo, topografía y ambiente de la región, y un buen ejemplo es la tronadora, de nombre científico Tecoma stans, que, por mucho, alcanza 5 metros de alto.  

Por el otro lado se encuentran las exóticas, que son las originarias de otro país; por ejemplo, las jacarandas que provienen Sudamérica (Argentina, Paraguay y Brasil), y cada primavera podemos ver cómo embellecen los principales parques y avenidas de la capital del país.  

“Cuando tú pones una planta que no es de aquí, ya de entrada le estás quitando a una planta que si es nativa; al quitar una planta nativa estás quitando los organismos que se asocian a ella, estás rompiendo y alterando todo el equilibrio que hay”, refiere la bióloga Ivonne Olalde. 

El exprofesor de la UACh señala que también hay que tomar en cuenta cuanto "espacio se va a disponer en cuanto a superficie, en cuanto al suelo, la profundidad del suelo, en cuanto a obstáculos aéreos, porque dependiendo de todo eso será la especie más apropiada”. 

¿Cómo lograr una reforestación exitosa? 

Además de mejorar el paisaje, los árboles y plantas forman suelos fértiles, regeneran sus nutrientes, reducen su temperatura y evitan su erosión; también producen oxígeno, purifican el aire, captan el agua para los acuíferos, mantienen limpios los ríos y sirven como refugio de la fauna, a la vez de que propician el establecimiento de otras. 

“Pensamos en árboles muy grandes, y a mí me gusta más utilizar la palabra revegetar, porque ahí les doy entonces más opciones a árboles de diferentes tamaños, pero también arbustos, hierbas, enredaderas, bulbos; o sea, más formas biológicas, no solamente los árboles”, nombra la bióloga de la UNAM sobre el espacio que hay en las ciudades para poder reforestar. 

Datos del Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Demarcaciones Territoriales de la Ciudad de México 2023, aplicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), muestran que un año antes la capital del país registró 341 parques y 828 jardines públicos, mientras que en el país hay un total de parques 33,318 y 26,153 jardines públicos.