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Reina Isabel II celebra último día de Jubileo
La reina Isabel II de Gran Bretaña inició el martes el cuarto y último día de celebraciones por el Jubileo de Diamante con una aparición en un servicio en la catedral de San Pablo.
Londres.- La reina Isabel II de Gran Bretaña inició el martes el cuarto y último día de celebraciones por el Jubileo de Diamante con una aparición en un servicio en la catedral de San Pablo, antes de realizar un recorrido por Londres y un saludo desde el balcón del palacio de Buckingham.
Una multitud colmó las calles cuando la monarca de 86 años apareció en la iglesia, esta vez sin su esposo desde hace 64 años, el príncipe Felipe, que está hospitalizado desde el lunes por una infección de la vejiga.
La reina hoy enfrentará uno de los momentos culminantes de su reinado sin la presencia del hombre que durante más de seis décadas ha sido su apoyo incondicional", dijo el diario Times.
El consorte, de 90 años, seguirá bajo observación unos días, una medida que el palacio de Buckingham considera "de precaución", pero que ha apagado un jubileo considerado triunfante y que ha cimentado la popularidad de la reina.
Millones de personas presenciaron un espectacular recorrido de 1,000 embarcaciones por el río Támesis el domingo y llenaron las cercanías del palacio el lunes para un concierto en honor a Isabel II, la única monarca británica, aparte de la reina Victoria, que reinó durante más de 60 años.
La Reina, que habitualmente sólo aparece en televisión para un corto mensaje de Navidad, enviará esta tarde un mensaje especial de agradecimiento a la nación.
Una vez más, la ciudadanía convirtió la avenida que conduce a Buckingham Palace en un mar de colores rojo, blanco y azul para el fin de las celebraciones, cuando la familia real aparecerá en el balcón, en medio de un espectáculo de aviones modernos y antiguos de la Fuerza Aérea Real.
"Algunos podrían pensar que todo esto es un poco frívolo, pero se trata de difundir el amor", dijo Aba Shanti, de 41 años, enfundada en un vestido con la bandera del Reino Unido.
GRANDES FESTEJOS
Después de un concierto lleno de famosos, los actos del martes correspondían a las ceremonias formales por las que la realeza británica es conocida en todo el mundo.
Isabel -vestida con un fino traje de tul de seda- llegó a la catedral San Pablo en medio de gritos de la multitud, que exclamaba "Dios salve a la reina" desde las calles aledañas.
Los comentaristas dijeron que el servicio para la Reina, que llegó al trono a los 25 años en 1952, iba a hacer hincapié en su calidad de titular de la Iglesia de Inglaterra.
"Hoy estamos conmemorando el aniversario de un acto de dedicación histórico y muy público; una dedicación que ha perdurado fielmente, generosamente y en calma durante la mayor parte de la vida adulta de la mayoría de nosotros", declaró Rowan Williams, arzobispo de Canterbury y líder espiritual de la Iglesia Anglicana.
"Estamos celebrando seis décadas de prueba viviente de que el servicio público es posible y que es un lugar donde se puede hallar la felicidad", dijo ante la congregación, que también oyó una lectura del primer ministro David Cameron.
Luego la realeza asistió a recepciones en dos de los principales edificios londinenses, la Mansion House y el Guildhall, antes de un almuerzo en Westminster Hall, la parte más antigua de las Cámaras del Parlamento.
Con Felipe ausente, la reina encabezará una procesión en carruaje hacia Buckingham con su hijo y heredero del trono, el príncipe Carlos, y su esposa Camilla. Los hijos de Carlos, los príncipes Enrique y Guillermo, y su esposa Kate -vestida con un diseño de Alexander McQueen- los seguirán en otros carruajes.
Hasta ahora, el largo fin de semana dedicado al jubileo ha sido un éxito para la monarquía, su equipo de comunicación y para la figura de Isabel II.
Los sondeos sugieren que la Corona y la propia soberana son bastante más populares que en décadas pasadas, y uno en concreto reveló que la monarquía hereditaria es considerada bastante menos desconectada de la realidad que Cameron y sus ministros.
En tanto, los miembros más jóvenes de la realeza, especialmente Guillermo, Enrique y Kate, se han convertido en los favoritos de la prensa británica, que en el pasado fue muy hostil a la monarquía, sobre todo en la década de 1990 con las infidelidades maritales y la muerte de la primera esposa de Carlos de Inglaterra, Diana de Gales.
RDS