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“¡Salvemos la Pirámide de Quetzalcóatl!” ...Y organizan colecta
El Patronato del INAH lanzó una convocatoria para recaudar 56 millones de pesos para detener y revertir los daños que desde hace tiempo se ciernen sobre la estructura en Teotihuacan; su deterioro revela presupuestos insuficientes, dice el sindicato.
La Pirámide de la Serpiente Emplumada, en Teotihuacan, se enfrenta a un proceso de deterioro que está afectando en gran medida su estructura y se corre el riesgo, en caso de no actuar, de perder este elemento arquitectónico, visual y cultural del patrimonio de nuestro país, afirma José Enrique Vidal Dzul Tuyub, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Cultura.
Ante este escenario, el Patronato del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) lanzó recientemente una campaña de donación para recaudar 56 millones de pesos: “Siente el llamado de Quetzalcóatl y únete a la gran familia de la Serpiente emplumada y el Cipactli ¡Salvemos la Pirámide!”, puede leerse en el sitio de la colecta.
Con esta iniciativa, en busca de donativos que van desde 20 hasta 2,000 pesos –incluso 50,000 pesos o más–, se reconoce el deterioro de la pirámide y la urgente necesidad de recursos que no se han logrado por la vía gubernamental.
Humedad, viento, oscilaciones térmicas e intervenciones fallidas, a todo esto se enfrenta esta pirámide emblemática; por ello, en 2021, el Instituto lanzó un concurso internacional para que especialistas propusieran un sistema de protección para la fachada del monumento. En septiembre de 2022, el estudio Dos Puntos Arquitectura se anunció como el ganador, sin embargo nunca llegó el presupuesto; ahora, la campaña “Salvemos a la Pirámide de la Serpiente Emplumada” es criticada, pues los arqueólogos aseguran que este tipo de proyectos no debe dejarse al azar de las donaciones, pues es una obligación del Estado salvaguardar y proteger el patrimonio y garantizar su acceso y disfrute para todos los mexicanos y visitantes del extranjero, y más en Teotihuacan, que es Patrimonio de la Humanidad desde 1987.
José Enrique Vidal Dzul Tuyub explica a El Economista que el INAH tiene por obligación constitucional el salvaguardar el patrimonio arqueológico, histórico y paleontológico. “Debemos tener la suerte de un presupuesto suficiente (...) esto siempre se ha considerado en la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos desde 1972”.
Enrique Vidal precisa que no se trata de estar en contra de la iniciativa, “pero la campaña que está realizando el instituto nos deja una suerte de romanticismo, porque una cuestión es la obligación que se tiene de conservar a través de la institución y los presupuestos públicos nacionales y otra apelar a la sociedad”.
Hizo notar también que este ejercicio desvela una serie de abandonos. “Estamos hablando de Teotihuacan y su pirámide de Quetzalcóatl, una de las de mayor importancia, que debe ser conservada. Si para ella tenemos que pedir apoyo de la sociedad, para un lugar emblemático, qué sucederá con todos los otros elementos que no tienen un valor visible, aunque sí intrínseco. Si no somos capaces de proteger los sitios que permiten el mayor flujo de visitantes, de compartir el conocimiento acumulado por parte del Instituto, ¿qué sucede con lo demás? Es la muestra más grande de que no estamos funcionando como Estado mexicano”, afirma.
El INAH debería estar buscando presupuesto
Vidal Dzul Tuyub enfatiza que la muestra del deterioro de las zonas arqueológicas, “buscando el mecenazgo”, parece grave, “además de buscar un apoyo no colegiado en términos de una sociedad organizada, aquí lo más complejo de entender es que la organización civil que lanza la propuesta la encabece Diego Prieto, el director general del INAH”.
Dijo que él debería encargarse de buscar presupuesto federal, o ser la misma institución la que diga “recibimos donativos a través de la cuenta del INAH, eso daría más transparencia, pero a través de una asociación civil y a través de un concurso ya autorizado, parece extraño. Por qué no hacerlo de manera oficial e institucional, ya que existen los instrumentos jurídicos y políticos”.
Agrega que es visible la cercanía que tiene el antropólogo Diego Prieto con la Presidencia de la República, y que siempre ha señalado sus posiciones políticas, incluso ha dicho constantemente que todo está bien en el INAH, por eso, al líder sindical le parece desafortunado este “intento demasiado forzado y complejo de conseguir presupuesto”.
Hace hincapié en que fue lamentable que discutiendo el recién aprobado Presupuesto de Egresos de la Federación 2024 en la Cámara de Diputados, los trabajadores en conjunto, con organizaciones sindicales en un foro, expresaron que, si bien es cierto que hay un incremento de presupuesto, esto se maquilla con los datos de una visión centralista de la cultura, con el programa Chapultepec y Tren Maya. Con todo esto, “es lamentable que, en la comparecencia de la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, se señale que todo está bien y que el INAH no alce la mano y diga ‘no estamos bien, trabajamos con lo que tenemos’, muestra de ello es la colecta que se pretende”.
Vidal Dzul añade que, además, hay indolencia hacia los trabajadores, quienes contribuyen a la conservación de los diferentes monumentos incluso con sus propios recursos, “los compañeros compran sus herramientas, sus combustibles, sus materiales, y el director general no hace visible todas estas necesidades apremiantes”.
La cultura como palanca del desarrollo
El representante de los trabajadores del ramo asegura que la cultura debe verse como palanca de desarrollo económico, por eso lamentó que la campaña ‘Salvemos a Quetzalcóatl’, sea encabezada por Prieto, quien funge como primer funcionario a cargo del instituto y está “pidiendo canonjías”. Agrega que lo ideal sería que la sociedad misma estuviera impulsando la contribución y el director general coadyuvando como institución a una gestión adicional, pues el patrimonio sí que necesita recursos.
De acuerdo con la UNESCO, el 2% del PIB debería estar destinado a la cultura, con base en ello, este ramo debería tener alrededor de 90 mil millones de pesos, hoy ni siquiera llegamos a 20 mil millones; “imaginen la gravedad de la situación en la que tenemos que realizar nuestras funciones, esto es complejo”.
Comparte que existen formas para también generar más recurso, por ejemplo, que los turistas extranjeros paguen cuotas más altas y con esos recursos poder resolver por lo menos paliativamente los bajos presupuestos de las zonas arqueológicas, “los autogenerados se podrían convertir en trabajo visible, como investigación, conservación, restauración y mantenimiento básico”.
Concluye que hoy existe una ignorancia cultural por parte de nuestros representantes, pues el patrimonio arqueológico de nuestro país es una gran palanca económica, para extranjeros y locales, pero a cambio recibe un daño antropogénico, sin presupuestos que lo proteja.
Un congreso permanente para la cultura
Dio a conocer que están impulsando la creación de un congreso nacional permanente en materia de cultura, mismo que tiene cinco años de trabajo como respaldo, y que además incluye las voces de filósofos, músicos, instituciones, poetas, trabajadores, funcionarios, ex funcionarios, entre otros, para dar una ruta crítica basándose en datos de la UNESCO (2% del PIB) para cultura.
“Siempre debemos buscar un presupuesto suficiente para que sea asequible la conservación de nuestro patrimonio y a su vez podamos generar recursos propios”. Dijo que buscan también acercamiento con las próximas candidatas y candidatos presidenciales, para presentar las propuestas vertidas y el planteamiento de cómo se encuentra la cultura en México, a partir de ahí, que se genere una postura pública con compromisos.
“Los trabajadores de cultura no hemos abrazado a ningún candidato hasta que nos digan quien está comprometido con una visión más cercana para poder crecer a nuestro país en términos de una virtud cultural y evolucionar a grandes posiciones en el concierto mundial como un lugar de ecoturismo cultural que permita renovar económicamente a nuestro país, en ese momento nos declararemos a favor de una o un candidato”.
Sabías que...
El 10 de noviembre de 2010, el primer carro–robot usado en México para exploración arqueológica –Tlaloque I– se adentró en las profundidades del inframundo teotihuacano, a través de un túnel descubierto en 2003 a 12 metros de profundidad frente a la escalinata principal del Templo de Quetzalcóatl, la Serpiente Emplumada, por el que nadie había transitado en 1,800 años. En aquel momento, los arqueólogos tenían como hipótesis que el túnel, de aproximadamente 100 metros de longitud, podría conducir a cámaras funerarias de dignatarios de la gran urbe mesoamericana. Esta imagen le dio la vuelta al mundo.
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