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Se cumplen 367 años de la muerte de Galilei

El mismo año que la ONU ha declarado como Año Internacional de la Astronomía, 2009, se cumplen 367 años del fallecimiento de Galileo Galilei y 400 de que inventó el telescopio.

Fabricante del primer telescopio que se utilizó con fines astronómicos, hace 400 años, el físico italiano Galileo Galilei, quien pasó a la historia por postular que la tierra era redonda y giraba alrededor del Sol, falleció hace 367 años, el 8 de enero de 1642.

El también astrónomo está en boga no sólo porque a propuesta de su país (Italia), la Asamblea General de la ONU declaró 2009 como Año Internacional de la Astronomía, para celebra el 400 aniversario de su invento, sino por la rectificación histórica promovido por la Iglesia católica, quien ha estimado que Galileo "podría convertirse para algunos en el patrono ideal de un diálogo entre ciencia y fe".

Aunque el asunto data de 1992, el pasado 26 de diciembre se dio a conocer que El Vaticano busca finalmente una reivindicación del científico italiano, 400 años después, y en voz de un vocero de la sede papal, comenzaron por reconocer que "Galileo Galilei fue un hombre de fe que vio a la naturaleza como un libro escrito por Dios".

Considerado el padre de las ciencias contemporáneas, el físico y astrónomo Galileo Galilei, cuyas aseveraciones le valieron ser acusado de herejía, nació cerca de Pisa, Italia, el 15 de febrero de 1564.

Galilei cursó estudios en Vallombroso, Italia y en la Universidad de Pisa, donde se inclinó por la medicina y posteriormente por la filosofía y las matemáticas, sin embargo, abandonó la institución en 1585, sin conseguir el título.

Fue expulsado de la Universidad de Pisa debido a su actitud de libre pensador, por lo que regresó a Florencia donde fue discípulo del matemático Ricci y se distinguió muy pronto con un ensayo sobre el centro de gravedad de los sólidos.

Impartió clases particulares y escribió sobre el movimiento hidrostático y natural, sin publicar nada. En 1589 ejerció como profesor de matemáticas en Pisa, donde demostró que la caída de los cuerpos no era proporcional a su peso, como decía Aristóteles.

De acuerdo con sus biógrafos, Galileo era muy rebelde, se negaba a ponerse las ropas académicas que usaban sus colegas, aduciendo que estorbaban innecesariamente sus movimientos. Por no usarlas, se le obligó a pagar varias multas hasta que fue despedido.

En 1592 fue admitido en la cátedra de matemáticas de la Universidad de Padua, en la que permaneció hasta 1610. En esa época inventó un compás de cálculo para resolver problemas prácticos de la materia y descubrir las leyes de las caídas de los cuerpos.

Retomó la teoría de Nicolás Copérnico (1473-1543), que afirmaba que la Tierra giraba alrededor del Sol y en 1609 presentó un telescopio de una potencia muy parecida a los prismáticos binoculares, con el que descubrió montañas y cráteres en la Luna.

Gracias a este aparato consiguió ver que la Vía Láctea estaba compuesta por estrellas y descubrió los cuatro satélites mayores de Júpiter.

Sus investigaciones quedaron impresas en su libro El mensajero de los astros y logró colocarse como matemático en la corte de Florencia, lo que le dio tiempo libre para investigar y escribir.

En 1610 pudo observar las fases de Venus, lo que contradijo la teoría que establecía que los cuerpos en el cielo están perfectamente esféricos y que no era posible que apareciera nada nuevo.

Tres años después publicó un tratado sobre las manchas solares y anticipó la supremacía de la teoría de Copérnico, de que los planetas del Sistema Solar giraban en torno del Sol y alrededor de la Tierra.

Galileo retomó y defendió la teoría heliocéntrica del sistema solar, que proponía al Sol como astro inamovible a partir del cual se estructuraban los movimientos de los planetas a su alrededor.

La iglesia le pidió a Galileo que no defendiera la idea de que la Tierra se movía, lo que acató durante unos años en los que se dedicó a estudios sobre el mar, la caída de los cuerpos y los cometas.

Sus nuevos descubrimientos como el de las manchas solares añadidos a la inusitada contundencia de Galileo para refutar y ridiculizar a sus oponentes le fueron granjeando enemistades. La complejidad de la situación se acentuó y Galileo fue reconvenido a no defender sus ideas.

Obtuvo licencia de la iglesia para publicar el tomo Diálogo sobre los sistemas máximos (1632), donde su defensa del heliocéntrico estaba acompañada de vejaciones e insultos hacia sus enemigos.

La Inquisición lo acusó por "sospecha de grave herejía" y el 22 de junio de 1633 fue obligado a confesar públicamente un error que no era error: "Yo Galileo Galilei, abandono la falsa opinión de que el Sol es el centro (del Universo) y está inmóvil. Abjuro, maldigo y detesto los dichos errores".

Sin embargo, se sabe que cuando se puso de pie murmuró para sus adentros: E pur si muove (Y sin embargo (la Tierra) se mueve (alrededor del Sol) .

Galileo Galilei fue condenado a arresto domiciliario, por lo que permaneció en Arcetri, Italia, hasta el día de su muerte, ocurrida el 8 de enero de 1642.

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