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Arte e Ideas

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Se presenta la Biblioteca Científica del Ciudadano

Nunca debió haberse separado la política de la ciencia, las artes y las humanidades: Lamán Carranza.

Un afortunado acercamiento entre un político y un científico logró entender que había un hueco en el panorama editorial mexicano, “faltaba brindar información accesible y directa al ciudadano sobre el conocimiento científico y tecnológico como eje de desarrollo. Con temas tan cercanos como energía, sismos, geología, conservación, lógica, matemáticas e ingeniería, se busca abonar a un cambio”, dijo Omar López Cruz, investigador del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica, en entrevista y previo a la presentación de la Biblioteca Científica del Ciudadano (BBC).

En el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2019, se presentó este proyecto que surge bajo la premisa de tener ciudadanos informados para la toma de decisiones.

El doctor López Cruz, quien también dirige la colección junto con Lamán Carranza Ramírez, de la Unidad de Planeación y Prospectiva del gobierno del estado de Hidalgo, platica que todo surgió gracias a la iniciativa del gobernador Omar Fayad, “pensando justo en este diálogo entre un político que toma las decisiones y un científico que informa sobre efectos, consecuencias y orígenes de distintos fenómenos, se quería cerrar un círculo virtuoso, dirigiéndose también al ciudadano y haciéndolo partícipe de las decisiones”.

Desde su posición, el también investigador, aseguró que el científico no puede dejar de ser ciudadano, en su formación se debe incluir esta cercanía con la gente y del mismo modo con los responsables de las decisiones, “es justo que la ciudadanía pregunte cómo le afecta lo que haga un científico, al apuntar hacia el objetivo común, surgen iniciativas como ésta”.

Por su parte, Carranza Ramírez, platica a El Economista de esta iniciativa desde el sector público. Por instrucciones del gobernador, “sin buscar el hilo negro, establecimos un radar mundial de dónde estaban los expertos y las buenas prácticas para cambiar las cosas. Ahí nos encontramos que, en el mundo, los científicos, tecnólogos e innovadores, eran los que estaban produciendo la riqueza más grande de los países y que estaban creando las soluciones a los problemas de fondo; además, se estaban haciendo las preguntas correctas”.

Así fue como en el Plan Estatal de Desarrollo para el estado de Hidalgo quedó plasmada una visión tendiente a la CTI, “hoy, hemos logrado un gran diálogo, entendiendo que la ciencia no sólo depende de científicos, sino de gestores de la ciencia y de conocedores de la agenda legislativa, eso nos llevó a pensar que nos podemos asociar y que nunca debió haberse separado la política de la ciencia, las artes y las humanidades”.

Agregó que se tienen datos contundentes: La ciencia, tecnología y la innovación transforman la realidad. “Hoy, las economías más pujantes del planeta tienen un ecosistema basado en estas disciplinas; no es posible que nosotros estemos perdiendo la vista en ese sentido”.

Es muy relevante que en este ecosistema de las decisiones, donde participan muchos actores, los políticos sean capaces de decidir en qué momentos, el conocimiento técnico y científico, tiene que liderar las soluciones a los problemas de un país.

Lamán Carranza concluyó que la biblioteca es una propuesta de enlace a través de la información, apela a un ciudadano informado, para que sea parte de las soluciones de los problemas públicos y que, a la par, los científicos no estén aislados de la toma de decisiones. Además, que los políticos tengan capacidad de diálogo con información suficiente y haya un ciclo de mejora constante. “Ésta es una gran lección que queremos impulsar”.

nelly.toche@eleconomista.mx

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