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Si tuviste varicela, podrías padecer herpes zóster; ¿qué es?, aquí te contamos

En una encuesta realizada a 3,500 adultos a partir de los 50 años en 12 países revela que un alto porcentaje no comprende los riesgos de desarrollar herpes zóster y el 86% subestima el riesgo de padecerlo. Sin embargo, 99% de las personas mayores de 50 años podría padecerla. La buena noticia es que esta enfermedad es prevenible con una vacuna.

Foto EE: Especial

Foto EE: Especial

El herpes zóster, es un padecimiento que afectará entre el 10 al 30% de la población adulta de 50 años o más en México, es causado por la reactivación del virus de la varicela zóster, que permanece latente durante toda la vida de una persona después de haber cursado un cuadro de varicela, por lo que prácticamente el 99% de los adultos de 50 años o más están propensos a ello. En México, la incidencia de herpes zóster se calcula en alrededor de 220 mil casos al año.

Si es tan frecuente seguramente nos preguntamos: ¿Por qué antes no se escuchaba tanto de este padecimiento, es nuevo?

Gloria Huerta, infectóloga y gerente de vacunas en GSK México explica a El Economista que no es una enfermedad nueva, ni que debiera causar ningún tipo de estigma, pues en realidad la podemos padecer todas aquellas personas que tuvimos varicela en algún momento de nuestra vida; aunque ha pasado siempre, “ahora se habla más de ella pues al tener nuevas opciones de prevención que puede ayudar a disminuir la carga de la enfermedad, definitivamente se tiene que concientizar a la población, para que la conozca y sepa la forma de prevenir para no padecerla”.

La información es importante pues en una encuesta realizada a 3,500 adultos a partir de los 50 años en 12 países, se quiso evaluar el conocimiento acerca de esta enfermedad, los factores que lo desencadenan y el impacto en la calidad de vida. Entre los principales hallazgos es que un alto porcentaje no comprende los riesgos de desarrollar Herpes Zóster y el 86% subestima el riesgo de padecer esta enfermedad. “En la encuesta la mayoría piensa que uno de cada cien corre el riesgo, cuando la realidad nos habla de uno a tres”.

“Los resultados demuestran una falta de concientización sobre las características de la enfermedad, no se conocen los síntomas y el 30% cree que la enfermedad es inofensiva”. En contraste se trata de una enfermedad completamente impredecible, por eso tenerla en el radar junto con sus síntomas es sumamente importante, pero lo es más el poder evitarla.

La importancia de las vacunas

La especialistas asegura que debemos empoderarnos sobre nuestra salud y tomar medidas para prevenir las distintas enfermedades, hoy por ejemplo se pueden evitar al menos 16 enfermedades en los adultos, a través de la vacunación: hepatitis A y B, tos ferina, parotiditis, tétanos, enfermedad invasiva por neumococo, influenza, sarampión, varicela, meningococo, rubéola, virus del papiloma humano, difteria, herpes zóster, fiebre amarilla y Covid.

En el caso del herpes zóster, al ser una enfermedad infecciosa, podemos contar con vacuna, la tenemos (varicela) y se aplica al primer año de vida con esquema de dos dosis, esto evita que aparezca en un 90% la enfermedad, pero si ya padecimos varicela, ahora tenemos que prevenir que aparezca herpes zóster, la buena noticia es que también hay vacuna para ello.

Se trata de una vacuna recombinante, es decir, que se fabrica a través de la síntesis y no requiere de un virus de la vacuna cultivado para su fabricación. Aunque ya existían otras vacunas contra este padecimiento, el problema es que era con tecnología similar a la de la varicela, es decir, que se utilizan virus vivos atenuados, sin embargo esto conlleva un riesgo conforme envejecemos, “pues disminuye nuestra inmunidad y con virus vivos, la inmunidad puede ser tan baja o comprometida, que aplicar una vacuna de estas características puede traer el riesgo de producir la enfermedad, por ello existen algunas contraindicaciones para ciertos grupos, con esta lógica se pensó en una nueva forma de crear vacunas”.

¿Por qué la población mayor de 50 es la más propensa?

La doctora Huerta explica que cuando nuestro sistema inmune empieza a envejecer --así como todos nuestros órganos, que envejecen con nosotros--, se habla de una inmunosenescencia, que es la disminución normal y paulatina de inmunidad y que nos vuelve susceptibles a infecciones como esta.

Aunque esta enfermedad es más común en adultos de cincuenta años o más, las personas mayores de dieciocho años también pueden verse afectadas; especialmente aquellas que tienen un sistema inmunológico debilitado a causa de una enfermedad o que tomen medicamentos que suprimen al sistema inmune

Además, la reactivación del virus de la varicela también se ha convertido en un punto importante de discusión durante la pandemia, ya que se ha observado un aumento de casos de herpes zóster en pacientes que padecieron Covid-19, principalmente si requirieron hospitalización. Esto probablemente debido a la disminución del sistema inmune que caracteriza la infección por el virus causante de Covid-19. También ciertas características sociales de la pandemia como la ansiedad o la depresión son factores que estimulan la aparición de esta enfermedad.

¿Cómo se siente el herpes zóster?

La especialista asegura que es una enfermedad “sumamente dolorosa” que impacta fuertemente la calidad de vida, por ello la prevención se vuelve un arma poderosa.

“En el momento en que estoy presentando un cuadro de herpes zóster, hay vesículas o ampollas en una franja de nuestro cuerpo. Se presentan estas lesiones como gotas de rocío, que pueden ser muy dolorosas y generan comezón”. Explica que inmediatamente hay que acudir al médico, porque además el dolor es tan exquisito que se requiere de tratamiento para esta sensación, aparte de que es una enfermedad viral y requiere antibiótico.

“Las primeras 72 horas son clave para empezar el tratamiento para poder incidir en el curso de la enfermedad, de lo contrario, después de esto el tratamiento ya no es efectivo para prevenir complicaciones, tales como neuralgia post herpética (inflamación en los nervios que nos permiten sentir)”.

En la escala del dolor, el herpes zóster se ha descrito como más alto que el que produce el dolor de trabajo de parto, también se ha comparado con dolores que produce el cáncer o una cirugía abdominal, con la diferencia de que el cuadro agudo puede durar tres semanas y la complicación al menos tres meses o más, “esto definitivamente tiene un impacto en la calidad de vida al sentir dolor hasta por vestirse”.

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Periodista de ciencia en la sección Arte, Ideas y Gente de El Economista. Cuenta con maestría en periodismo sobre Políticas Públicas por el CIDE y es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UVM.

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