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Arte e Ideas

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Sueños vacíos; un drama marital magnífico y devastador

Leonardo DiCaprio y Kate Winslet protagonizan un drama que rompe con el esquema de que la familia perfecta es el sinónimo de la felicidad.

De nueva cuenta, Sam Mendes se inmiscuye en la vida tranquila, feliz y acomodada de la gente de los suburbios estadounidenses, como lo hiciera con Belleza americana, para mostrarnos lo que yace debajo de esa fachada de bienestar, sólo que ahora su drama se desarrolla en los años 50 y es mucho más desesperanzador que la cinta arriba mencionada.

Sólo un sueño (The Revolutionary Road, EU-2008), basada en la novela de Richard Yates, gira en torno a Frank (Leonardo DiCaprio) y April (Kate Winslet), una pareja que vive las bondades del bienestar de los años 50, en una bella casa de los suburbios, a un costado de la calle Revolutionary (revolucionaria, en español).

Jack Wheeler es un ejecutivo que se la pasa muriéndose de aburrimiento en su trabajo como oficinista, mientras que April es una frustada ama de casa, otrora aspirante a actriz.

El matrimonio Wheeler (con dos hijos a cuestas) está a un paso del colapso, pero entonces, April propone una idea que podría transformar las vidas de ambos: la salida a la mediocridad y a la fantasía consumista se encuentra en París.

April le pide a Frank que renuncie, que vendan la casa y que se vayan a París, donde ella podrá trabajar como intérprete en la embajada, mientras Frank se queda en casa. Con su sueldo, los ahorros y la venta de la casa, podrán sobrevivir.

Al principio, y a pesar de las críticas de sus vecinos autómatas, la idea parece tener sentido en la cabeza de Frank, quien antes de eso no creía que estuviera destinado a realizar grandes cosas, él sólo quería una vida normal. Sin embargo, las cosas cambian cuando le ofrecen un jugoso ascenso.

Sólo un sueño escarba en la idea convencional de que el matrimonio, la casa, los hijos, el perro y la camionetota, son un must en la vida; lejos de traer la felicidad, estas ideas homogenizan y suprimen -a la manera de Los increíbles- las potencialidades de la gente, sin mencionar que generan un enorme vacío.

Ante tanta estabilidad, Frank y April lucen descontralados y su fantasía parisina parece ser una fuga más que un camino a la autorrealización. Entonces surge la pregunta: ¿Están hechos para una vida ordinaria y en verdad son especiales? A lo cual, ellos parecen no tener respuesta alguna, aunque finalmente, la cinta llega a una conclusión devastadora.

Se requiere mucha valentía para ver la desesperanza , le dice a Frank un tal John Givins, el hijo matemático loco de una adorable vecina (Kathy Bates) -un recurso medio forzado y muy visto-, quien para el espectador funge como la voz de la cordura en un mundo perverso y aterrador, y para los personajes es la voz de la discordia en un mundo perfecto. Podría pensarse que un referente actual a la no tan perfecta vida en los suburbios sería Desperate Housewives; sin embargo, esta comedia negra es una versión para niños con respecto a Sólo un sueño.

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