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Teatreros independientes cierran filas ante la crisis
Crean la Asociación Nacional de Teatros Independientes (ANTI) que este lunes comienza un festival nacional digital con más de 60 eventos y la cual asume la lucha del gremio para figurar en la ley.
Bajo el lema “Resistencia teatral ante la distancia”, este fin de semana, en el contexto de la contingencia sanitaria por la propagación de la enfermedad Covid-19 y la precarización de los distintos flancos de la cultura, incluyendo al de las artes escénicas, por la imposibilidad de la apertura de los teatros, un gremio integrado por 37 compañías de 18 estados de la República, así como actores, artistas escénicos, directores de teatro, coreógrafos y bailarines, anunció la integración de la Asociación Nacional de Teatros Independientes (ANTI), la primera integración de su tipo en el país, con el objetivo de abogar por la descentralización de la práctica escénica, el fortalecimiento del poder de convocatoria de los proyectos particulares y colectivos de este grupo, así como para proyectar el talento de los creadores escénicos.
A partir de ello, desde este lunes y hasta el 30 de junio, este gremio llevará a cabo la primera edición del ANTIFestival, un encuentro en lo digital con una oferta de 60 eventos, entre mesas redondas, conversatorios, charlas y funciones, algunas de ellas estrenos nacionales, ya sea grabadas o en vivo. Gran parte de las funciones tendrán costos de entre 50 y 150 pesos, mientras que los conversatorios y mesas redondas serán de libre acceso.
“Todos los teatreros, desde el encierro, hemos pensado en cómo seguir vigentes, en cómo apoyar nuestros espacios, porque están muy amenazados. A partir del principio de liberar nuestros contenidos de manera gratuita en la web, nos dimos cuenta que esta tampoco era la solución y que había que pensar en otras maneras de seguirnos acercando al público”, declaró durante la presentación el actor, traductor y director artístico del Teatro La Capilla, Boris Schoemann, uno de los principales impulsores de ANTI.
Detalló que los ingresos por las funciones con costo servirán para apoyar a la amplitud del gremio que hace posible las artes escénicas, desde artistas hasta tramoyistas, cuya precariedad aumenta día con día. El 70% de lo recaudado será para las compañías que presenten su obra, mientras que el resto se destinará para sostener las nóminas, pagos de servicios y demás gastos de los espacios independientes.
Teatreros insisten en ser incluidos en la ley
Gabriel Pascal, miembro del consejo directivo del Teatro El Milagro, compartió que la ANTI ha hecho suya la defensa gremial por la creación de una ley de artes escénicas o, en su defecto, la inclusión explícita de esta disciplina en la Ley General de Cultura y Derechos Culturales, cuyas gestiones comenzaron en abril del año pasado en la Cámara de Diputados, pero la discusión no ha derivado en reformas concretas.
“La idea es darle mayor fortaleza a las artes escénicas porque no aparecemos en ninguna ley o reglamento. Queremos que se inserten un par de capítulos en la Ley General de Artes que hablen exclusivamente de las artes escénicas. Llevamos un año (afrontando) la dificultad de la voluntad política en la que los diputados retoman cosas que partidariamente les interesan más que trabajar con sus representados”, comentó Gabriel Pascal.
Dijo que otra de las peticiones que se han conversado con la Comisión de Cultura y Cinematografía en San Lázaro es que el Estímulo Fiscal a Proyectos de Inversión en la Producción Teatral Nacional (Efiartes) contemple un monto y facilidades fiscales que incentiven el apoyo de privados a los creadores escénicos independientes, sobre todo para la inversión en infraestructura, porque, dijo, un espacio garantizado permite a las compañías poder experimentar y generar una esencial identidad artística.
“No estamos pidiendo recursos, lo que pedimos es que se atienda y se comprenda a un sector que es fundamental”, dijo, y anunció que el gremio se encuentra a la espera de restablecer las reuniones con el presidente de la Comisión, Sergio Mayer Bretón.