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Tras los pasos de una espía cubana en México

Xavier Guzmán Urbiola, autor del libro Para que no se olvide: Teresa Proenza (1908-1989) se adentra en el enigma de una espía cubana que tuvo acercamientos a círculos políticos y culturales importantes de México.

Xavier Guzmán Urbiola, autor del libro Para que no se olvide: Teresa Proenza (1908-1989) se adentra en el enigma de una espía cubana que tuvo acercamientos a círculos políticos y culturales importantes de México.

Como secretaria particular de Diego Rivera, Proenza tejió relaciones interesantes hasta llegar a ser un rompecabezas que ahora el historiador reconstruye en su libro con base en testimonios y de la complicidad de la misma espía caribeña.

En entrevista con El Economista, Guzmán Urbiola adelantó que habrá una segunda parte de esta historia al finalizar este año.

¿Cómo fue el trabajo de revelar a este personaje?

El doctor en historia por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) comentó que se dio a la tarea de revisar “toda la bibliografía, toda la hemerografia sobre los temas de Diego Rivera, Frida Kahlo, muralismo, etcétera. Y empecé a hacer entrevistas, entonces tuve la fortuna de conocer y entrevistar a Manuel Álvarez Bravo, a Ignacio López, a Dolores Olmedo, y a gran cantidad de gentes”.

Esas entrevistas están depositadas en el INBA, “por Julieta Ramírez que vive, tiene 96 años, y quien sigue trabajando en la embajada de Cuba, además de Raquel Tibol, me conectaron y conocí a Teresa Proenza”, explicó.

Luego de ese primer acercamiento, Xavier haría amistad con Proenza quien le entregó información para completar su libro.

“Nos hicimos amigos inmediatamente, hubo una fuerte empatía y mucho afecto y entonces Teresa Proenza me regaló su archivo, yo vi aquello, en el que incluía cartas de Trotsky. Yo le dije: Teresa no puedes regalar esto a una persona, tú tienes que depositar esto en todo caso en una institución, yo te estoy conociendo por el INBA, dónalo al INBA”, relató el historiador.

El Centenario de Diego Rivera, evento por el cual Xavier conoció a Teresa, una mujer inteligente quien además de español tenía dominio de los idiomas inglés y francés; preparación que le abrió las puertas en un contexto de diplomacia y arte en México.

Sin embargo, pasado el Centenario del muralista mexicano, Xavier Guzmán seguía conociendo a historiadores que hablaban sobre Proenza, “yo buscaba cosas diferentes y encontraba información de Teresa Proenza que yo no entendía. Lo fui acumulando todo, pensando que en algún momento haría algo con ello, hasta que en el año 2016, para la exposición Diego Rivera y su experiencia en la URSS, me solicitaron escribir un texto sobre la relación de Tere Proenza con Diego Rivera y, digamos, su militancia comunista”.

Y aunque regresar en los pasos del comunismo y de los acontecimientos que este causó en el panorama histórico y político de nuestro país, el autor expresó que es “un tema muy manido”, pero que la nueva evidencia que él había acumulado sirvió para traer a la luz a un personaje tan enigmático como fue la cubana.

El expediente de Proenza

El Archivo General de la Nación (AGN) se comunicó con Xavier Guzmán Urbiola enviándole la notificación de que el expediente de Teresa Proenza estaba disponible, “eso fue el disparador de un nuevo libro, que es este que presentamos y que lo hice robándole el tiempo, y en mis ratos libres, como subdirector general de Patrimonio del INBA, entre enero de 2013 hasta el 30 de noviembre de 2018. Este libro está lleno de revelaciones y datos que no se conocían”, dijo el autor.

Dedicado al estudio de los pasos de esta cubana quien fue sospechosa de uno de los atentados más sonados en la historia, el de John F. Kennedy, Xavier Guzmán concluyó que a pesar de los secretos que guarda una de las espías con más influencia en el curso político de un país, Teresa Proenza todavía guarda más misterios por ser resueltos.

“Teresa fue una mujer contrastada, enormemente generosa, muy discreta como buena agente de la Tercera Internacional, militante comunista que le allegó mucha información a gente destacada como Lombardo Toledano, que estuvo cercana al movimiento 26 de Julio, y que desarrollaba sus actividades como agregada cultural, como agregada de prensa y a la vez como agente, una persona contrastada que hay que seguir investigando”, resumió.

Para su próxima publicación Guzmán Urbiola adelantó “que hay nueva información que he ido encontrando para la segunda edición que va a sorprender muchísimo, me comprometí a que el siguiente manuscrito estaría terminado a finales de este año”, finalizó el autor.

katia.nolasco@eleconomista.mx

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