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UNAM arma el debate sobre cultura
Los representantes culturales de las coaliciones que contienden por la Presidencia de México presentaron sus propuestas en la máxima casa de estudios.
Alejandra Frausto, por la alianza Juntos Haremos Historia, César Moheno, por la coalición Todos por México Raúl Padilla, por la coalición Por México al Frente, expusieron sus proyectos culturales en la UNAM, atendieron las inquietudes de los jóvenes de la comunidad universitaria. El diálogo se dividió en cuatro bloques. El primero y el segundo partieron de la pregunta ¿Cómo hacer para convencer a su candidato de convertir a la cultura en parte central de su política? Luego explicaron cada uno cómo aterrizar su propuesta. En el tercer bloque, se plantearon interrogantes que el Consejo Consultivo de Jóvenes aportó para esta conversación y enseguida se leyeron algunos cuestionamientos hechos a través de las redes sociales.
Alejandra Frausto destacó que una política cultural debe ser prioritaria y no un accesorio o algo prescindible. Es —dijo— uno de los ejes de transformación del país. “Más allá de la transversalidad, planteamos un proyecto de comunidad. Trabajaremos en las propuestas de la mano de la sociedad”.
Insistió en incluir a todos los que hasta ahora han quedado excluidos de los beneficios de los programas culturales y se comprometió a garantizar el derecho de las audiencias a recibir un servicio cultural, pero sobre todo a que los ciudadanos puedan convertirse en actores culturales capaces de transformar su realidad.
Precisó que habrá de abogar por un presupuesto justo y suficiente para la cultura y se enfocará a recortar el trayecto entre el presupuesto y la comunidad artística como beneficiaria. Alentará la democracia participativa a través de consejos regionales transdisciplinarios e incluyentes para que se integren al diseño de políticas culturales de carácter local. En este sentido, se dijo confiada de que escuchar a la comunidad ayuda a tomar decisiones pertinentes.
Otras de sus propuestas fueron: retomar las misiones culturales y así llegar a todas las comunidades para que se dialogue directamente con escritores y otros artistas; articular desde las bibliotecas el medio editorial; gestionar fondos internacionales e impulsar la participación de la iniciativa privada para facilitar la permanencia de los proyectos culturales; darle vida a la infraestructura cultural ya existente y ser responsables con el gasto; además de apoyar a las juventudes y mujeres a que tengan empresas autosustentables relacionadas con los bienes culturales.
Frausto anunció como uno de sus proyectos centrales ofrecer una alternativa de desarrollo humano a jóvenes a través del arte en sus propias comunidades. La representante de la alianza Juntos Haremos Historia se comprometió a crear circuitos permanentes de redistribución cultural y de este modo llegar a todos los rincones del país, lo mismo que a ofrecer una justa retribución a los jóvenes que quieran incorporarse como maestros de arte en las diferentes comunidades.
Por su parte, César Moheno, de la coalición Todos por México, comentó que las políticas públicas no se hacen con ocurrencias, sino con ideas para beneficio de todos. Señaló que la política cultural será el núcleo para consolidar el futuro del desarrollo económico y social pleno para transformar a México.
Al principio de su participación, refirió que los terremotos de septiembre del año pasado afectaron 2,200 monumentos históricos de nuestro patrimonio nacional y que se requieren 15,000 millones para restaurarlos. Dijo que 80 % de esta inversión o usarán para generar empleo directo para los ciudadanos afectados y que se pagarán los seguros por todos los daños.
Puntualizó la urgencia de regresar la educación artística a los niveles de enseñanza básica y media superior; incrementar al triple la visita de los estudiantes a los museos del país; aprovechar la calidad y el talento los académicos y artistas para diseñar programas de capacitación a los profesores, que les sirvan para apreciar mejor los valores de nuestra cultura mexicana, y apoyar los proyectos culturales en los que se proponga consolidar el espíritu comunitario y de convivencia pacífica.
También —dijo— tenemos que transformar nuestras 7,427 bibliotecas públicas en nodos de conocimiento: hacer una reingeniería de ellas y cambiar su infraestructura. Agregó que impulsará un programa denominado Los libros de la casa, para que a todas aquellas familias a las que se les entregue una casa de interés social, reciban una biblioteca familiar semilla y los libros formen parte de su entorno familiar.
Dijo que su política cultural estará sustentada en cuatro pilares: innovación y calidad, eficiencia, transparencia y rendición de cuentas. Por último, aseguró que presentaría al Congreso de la Unión la ley de salvaguarda y protección del patrimonio cultural, material y del conocimiento tradicional de México.
Por su parte, Raúl Padilla explicó que la política cultural no debe ser accesoria como así la visualiza hasta ahora el Estado mexicano. “Hemos de establecer lineamientos transversales que aseguren que la nueva política cultural va influir en todos los sectores de la sociedad y en todos los niveles de gobierno”, precisó.
Las propuestas que hizo fueron: implementar la educación artística en la primaria no para crear sociedades de artistas, sino sociedades de ciudadanos más sensibles y que estén más cerca a los valores del humanismo; formar profesores normalistas en el arte; triplicar el presupuesto de cultura que actualmente ronda los 17,000 millones de pesos; desarrollar un ambicioso programa de fomento a la lectura para hacer de México un país de lectores, y una reforma fiscal que permita una verdadera filantropía cultural hasta ahora inexistente.
Además, propuso dar autonomía de gestión y programación a todos los centros culturales del país; entregar los espacios a la propia comunidad interesada en impulsar programas de cultura; acabar con el enorme burocratismo que existe en las instituciones culturales; poner topes a las instituciones culturales en materia del gasto administrativo y corriente y no usar para este fin más de 25% del presupuesto; incrementar en 30,000 millones de pesos el presupuesto para fortalecer las escuelas de educación artística; apoyar la creación artística; aumentar los fondos actualmente existentes como Fidecine, y equilibrar la infraestructura cultural del país.
El jueves 31 a las 15 horas se repetirá el Encuentro por la cultura en TV UNAM.