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Arte e Ideas

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Un año después del Bicentenario

La SFP abrió más de 30 auditorías en dependencias del gobierno para investigar si se utilizaron de manera adecuada los recursos del Fideicomiso Bicentenario.

La Secretaría de la Función Pública (SFP) informó que tiene abiertas más de 30 auditorías en diversas dependencias del gobierno federal para investigar si se utilizaron de manera adecuada los recursos del Fideicomiso Bicentenario, entre ellas a TurISSSTE, Conaculta, INAH y Banjército. Los resultados se darán a conocer a finales de año.

Una encuesta

A un año de que los mexicanos se desbocaran a las calles, se vendieran playeras, tequilas y hasta un Jetta nombrado Bicentenario, la realidad del México de hoy es distinta. Una encuesta de la empresa Demotecnia, a cargo de María de las Heras, demuestra que pocos quieren celebrar el 15 de septiembre.

Alrededor de 64% confiesa que tiene miedo de estar en una plaza pública durante los festejos y siete de cada 10 festejarán en casas particulares con amigos y familiares.

Los problemas cotidianos han hecho que haya decaído el ánimo para los festejos, por lo menos así lo percibe 56% de las personas que entrevistamos.

Las críticas

Me decepcionó un poco. Se gastó muchísimo dinero y no fue la gran cosa… Se pudo hacer algo más arriesgado , comentó en entrevista el pintor Pedro Friedeberg, quien fuera parte de los festejos.

Las palabras del artista pueden resumir lo que los mexicanos piensan de los festejos del Centenario de la Revolución Mexicana y el Bicentenario de la Independencia en el 2010, que se celebraron hace un año y que hoy terminan.

Los errores en el gran festejo del Bicentenario son innumerables: se construiría un arco, pero el monumento terminó en una torre, la cual, por cierto, aún no se ha terminado. A la famosa Estela de la Luz la envuelven diferentes anomalías legales.

Una canción oficial, El futuro es milenario de Jaime López y Aleks Syntek quedó en el olvido y con ella otros temas musicales que mejor ya no se dieron a conocer ante las críticas.

El Coloso , de Juan Carlos Canfield, de 20 metros de altura se arrumbó en una bodega y, con el gigante, los millones que se invirtieron. A esto se suma una entrega de libros que quedó incompleta, así como la entrega de banderitas que prometió el presidente Felipe Calderón a cada mexicano.

Un fracaso

El historiador Alejandro Rosas opinó que los festejos sólo dejaron un enorme vacío.

Se nos fue una oportunidad más. El 2010 era el momento para llegar a un acuerdo nacional, más allá de las banderitas, un desfile o un Coloso … Era el momento para crear un proyecto nacional en el que todas las fuerzas políticas participaran y no sucedió así .

Parece que el 2010 agarró por sorpresa al gobierno y a la clase política, y como muestra del fracaso ahí esta un monumento inconcluso que representa el fracaso histórico de este país , agregó el historiador.

Un desfile multicolor, al que primero se invitó y luego se retiró la invitación a los mexicanos para que sólo lo vieran por televisión, frases tan desafortunadas como la de Alonso Lujambio, secretario de Educación: Quien quiera festejar que festeje y múltiples errores que hoy aún son investigados por las autoridades.

Para el dramaturgo Richard Viqueira, lo cuestionable a toro pasado es el dinero que se invirtió en eso que, sin duda, es lo mismo que se gasta en la inauguración de una Olimpiada, pero creo que son situaciones distintas .

Continuó: No digo que no nos merezcamos desfiles o espectáculos callejeros de gran magnitud, sino que habría que preguntarnos si valió la pena y tenía sentido invertir ese dinero, sobre todo por las circunstancias sociopolíticas en las que estábamos hace un año, las cuales son las mismas en las que hoy estamos .

En su momento, la historiadora Patricia Galeana, secretaria técnica de la Comisión Especial del Senado para los Festejos del Bicentenario, aseguró que se perdió la oportunidad única de reflexión para los mexicanos .

Luis Mario Moncada, dramaturgo, consideró que el fenómeno del Bicentenario fue toda una prueba de fuego. Creo que fue un gran reto, desgraciadamente poco superado, o sólo por algunos. En el caso del teatro, las obras que se montaron para el festejo del Bicentenario aportaron muy poco o casi nada , afirmó.

Mientras que el productor de televisión y director de Argos, Epigmenio Ibarra fue contundente: Hace un año comenzaba el despilfarro de recursos públicos en un festejo autocelebratorio de Felipe Calderón al que se llamó Bicentenario .

El famoso desfile -donde cantó Susana Zabaleta o Daniela Romo- estuvo a cargo de la empresa Instantia Producciones y del australiano Richard Birch, quien se llevó más de 580 millones de pesos utilizando a voluntarios a los que no se les pago un solo peso, también fue criticado ante su simpleza. Viqueira opinó: En lo particular, no creo que haya que celebrar ni siquiera ahora porque, ¿qué tan independientes somos, qué tan revolucionarios seguimos siendo? Yo creo más bien que sería menester hacer una revolución. Todos tendríamos que hacer la revolución desde nuestra trinchera .

A pesar de todo, pasaron cosas buenas en los institutos, academias y universidades, hubo programas interesantes y algunas buenas publicaciones… pero se quedaron ahí. Fuera de eso, no hubo una construcción nacional que se reflejara en obras públicas y en la reflexión de las ideas políticas .

La frase de Rosas es contundente: Parece que el 2010 agarró por sorpresa al gobierno y a la clase política y como muestra del fracaso ahí esta un monumento inconcluso (La Estela de Luz) que representa el fracaso histórico de este país y de la inexistencia de un proyecto nacional . (Con información de Alejandro Flores)

vgutierrez@eleconomista.com.mx

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