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Arte e Ideas

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Uso mi cámara como una herramienta para aprender mis raíces: David Hanes-Gonzalez

El fotógrafo mexico-estadounidense comparte con El Economista cómo encontró en la fotografía documental y en el boxeo mexicano un vehículo para conectar con sus raíces mexicanas y construir su identidad.

David Hanes-Gonzalez, fotógrafo documental y pugilista amateur. Foto EE: J. Francisco de Anda

David Hanes-Gonzalez, fotógrafo documental y pugilista amateur. Foto EE: J. Francisco de Anda

“Soy un chicano de Chicago”. Así comienza la charla con David Hanes-Gonzalez. Estas cinco palabras que conforman una afirmación críptica que resume una vida de 32 años y un proceso de búsqueda constante por hallar su identidad, un mundo al que pertenecer y una comunidad que le permita explorar en sus dos grandes pasiones: la fotografía documental y el boxeo.

Desde muy joven, David Hanes-Gonzalez anduvo en busca de sus raíces mexicanas. Aunque habla español y creció en una familia de mexicanos, rodeado de cultura mexicana, muy pronto se sintió ajeno en medio de un mundo que piensa y habla en inglés.

“Desde que era muy joven hay mucha cultura de México en mi vida, la música, las celebraciones, el baile, la comida; crecí escuchando el español en mi familia, pero mis hermanos no sabían español. Mis amigos de clase hablaban en inglés, entonces mi realidad fue muy difícil, soy muy mexicano para mis amigos americanos y muy americano para mis amigos mexicanos”, comparte con El Economista.

“La fotografía se convirtió en una oportunidad para aprender mis raíces. Uso mi cámara como una herramienta”, resume.

David nació en Chicago, Illinois. Es hijo de padre estadounidense y de madre mexicana que nació en Ciudad de México y se crió en San Luis Potosí. A los veinte años, de la mano de su madre (abuela de David) emigró a los Estados Unidos.

Hanes-Gonzalez expone lo complicado que ha sido para él ser chicano, “especialmente porque no puedes hablar español. Los chicanos comúnmente no aprendemos español debido a la discriminación. Mi mamá tenía mucha discriminación por el acento, entonces ella dijo, ‘ok, por mis hijos, puro inglés’”.

Por otro lado, en paralelo, la experiencia de vivir una identidad fragmentada que no encuentra sitio inequívoco al cual pertenecer, una identidad sin pertenencia. En los formularios de la escuela debía especificar su identidad, y ejemplifica: “hispanic, blanco, negro, mixto, pero nunca había un lugar para mí; por eso ser chicano es una experiencia muy difícil”, dice.

A los 20 años, David se mudó de un suburbio de la Ciudad de los Vientos, donde había crecido, al barrio de mexicanos. Allí exploró las costumbres, la comida, pudo hablar español sin sentirse discriminado. “Fue mi primera vez que conocí amigos mexicanos mexicanos; obvio, tengo relaciones con mi familia, pero es diferente;  los mexicanos que conocía en Estados Unidos son chicanos y los chicanos no somos cien por ciento mexicanos, yo soy mitad y mitad, pero nunca cien por ciento”, afirma.

Su búsqueda no paró. Sentía la pulsión de la cámara fotográfica y la atracción del boxeo. “Me acerqué mucho al boxeo durante la pandemia, y aprendí que no sólo es un deporte sino una oportunidad para ser mejor persona, allí aprendí el valor de la disciplina y la dedicación y me sentí mejor, en mi mente, y aprendí el estilo del boxeo mexicano”.

David dice que en Estados Unidos descubrió que los boxeadores mexicanos eran temibles, pero “con mucho corazón”. “Muchos boxeadores de otros países tienen miedo de pelear con boxeadores mexicanos”. Por eso buscó en internet todo lo que pudo acerca del boxeo mexicano, leyó, vio peleas, escucho entrevistas, antes de decidir venir a México a documentarlo con su cámara.

Después de un tour que hizo en 2019 con unos artistas mexicanos, su mente empezó a fraguar la aventura de lanzarse a documentar el “famoso” boxeo mexicano. “Tuve un sentimiento en mi cuerpo y en mi corazón y dije ‘ok, necesito ir (a México), este es mi proyecto’, necesito hacerlo, o no puedo vivir’”, relata.

Así es como decide trasladarse en octubre de 2021 de la Ciudad de los Vientos a la Ciudad de los Palacios. Estuvo unos días casi como cualquier turista, regresó a Chicago y en tres semanas ya estaba de vuelta.

“Vine por nueve días, y ya llevo dos años. Y la razón es que comencé a conocer a muchos boxeadores y entrenadores que cada día me invitaban a una pelea y a un gimnasio distinto”.

“Para mí una meta muy importante fue tener la confianza y el respeto de la comunidad del boxeo, es por eso que necesité más tiempo, tenía que platicar con los boxeadores y boxeadoras, conocer a sus familias, compartir la mesa, para tener las historias que quería contar con las fotografías”.

Vitoreado en los gimnasios

Hoy, David Hanes-Gonzalez es un fotógrafo documental vitoreado en los gimnasios de La Merced, Tepito y en algunos más. Y hay una razón detrás. Durante dos años, cámara en mano, se ha lanzado a capturar cómo transcurre la vida en decenas de locales y deportivos donde se practica el box en  la capital y en el Estado de México; se ha entrevistado y practicado el box con pugilistas que le han permitido retratar sus vidas cotidianas, sus entrenamientos y contar sus historias de fe, lucha y resiliencia.

Nos comparte cómo se emociona al escuchar que corean su nombre: “’¡David, David, David!, ¡Tepito está a tu lado!’. Sin estos dos años eso no hubiera sido posible”, afirma.

Daniel asegura que aquí encontró el lugar que buscaba y que le da ese sentido de pertenencia que anhelaba, con la comunidad boxística y la comunidad fotográfica de la Ciudad de México. “Es mi casa, es mi comunidad, es mi mundo”.

“Para mí la fotografía ha sido una oportunidad para aprender de otras personas y de mis raíces; con mi cámara tengo esa oportunidad. Mi cámara es mi boleto para aprender”, añade.

Revela que después de un año de acumular miles de imágenes –a la fecha suman más de 25 mil, detalla–, comenzó el proceso de selección y edición de las fotografías, consultando a colegas fotógrafos experimentados, tomando talleres en el Centro de la Imagen y en la agencia Cuartoscuro, hasta lograr definir el estilo que buscaba y que sintetiza en la exposición “No te dejes”, que ahora mismo presenta con el apoyo del Consejo Mundial de Boxeo (WBC, por su sigla en inglés), en el Dichroic House, un laboratorio fotográfico y espacio cultural ubicado en la colonia San Rafael.

La religiosidad en el boxeo mexicano

El elemento que más lo cautivó fue la religiosidad que impregna el boxeo nacional. “Es cien por ciento religión, hay más símbolos de religión aquí, es parte de la cultura mexicana, no puedes caminar cuatro cuadras sin ver una iglesia, o una Virgen de Guadalupe, o una cruz en un restaurante, es parte de la gente, es un símbolo para vivir, y eso es lo mismo en los gimnasios. Los boxeadores mexicanos ponen la misma dedicación y disciplina, con religión, en el boxeo”, afirma.

Explica que por eso la exposición refleja muchos elementos del box ligados al espíritu religioso de los boxeadores, imágenes de la Virgen, altares a San Judas Tadeo, un boxeador que se persigna y otro que reza  hincado antes de una pelea, o una joven boxeadora que carga con su muñeca en cada enfrentamiento porque “le da buena suerte”.

La exposición “No te dejes” está debutando y concluirá el próximo 21 de octubre, pero David ya está pensando en su siguiente proyecto: una colección de retratos de “mexicanas chingonas”. “Mi mamá es muy creativa, ella es una mexicana clásica, no se detiene ante los problemas, es de las que dicen ‘todo se puede, si quieres aprender algo, adelante’, y también mi abuela, luchó sola, por eso es que quiero hacer este proyecto, porque tengo muchas mujeres fuertes en la familia”, concluye.

“No te dejes”

Exposición Fotográfica de David Hanes-Gonzalez

  • Fecha: Del 23 de septiembre al 21 de octubre
  • Lugar: Dichroic House, en Manuel María Contreras #66-7, Colonia San Rafael.
  • (Cerca del Metrobús Plaza de la República. Línea 1)
  • Horario: De lunes a sábado de 10:00 a 22:00 horas
  • Entrada gratuita

Conoce al autor de la muestra y su testimonio en México:

 IG: davidmfoto

 

Editor de Arte, Ideas y Gente en El Economista. Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Maestro en Filosofía Social, por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Especialista en temas de arqueología, antropología, patrimonio cultural, religiones y responsabilidad social. Colaboró anteriormente en Público-Milenio, Radio Universidad de Guadalajara y Radio Metrópoli, en Guadalajara.

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