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Willa Cather
Descubriendo a una clásica.
¿Han visto ese programa Hoarders sobre personas que acumulan víveres para el inminente fin del mundo? Pues yo soy así con los libros, tengo una pila de libros sin leer de mi tamaño y no soy una persona menuda.
Creo que cada vez que entro a una librería debo salir con un tomo bajo el brazo, un tomo que pronto se convierten en tres o cuatro. Siento que los estoy rescatando, ¿ven? Es como esa escena de Hijos del hombre, de Alfonso Cuarón, cuando uno de los personajes tiene en casa todas las grandes obras de arte de la humanidad. Si no las rescate él, ¿quién?
La semana pasada releí Música para camaleones (Anagrama), de Truman Capote, con motivo de su aniversario casi cuarentón. Y leyéndolo descubro a la escritora Willa Cather.
Cather es un clásico de la literatura estadounidense del siglo pasado. Un clásico medio empolvado. Nacida en 1876, falleció en 1947 y por eso está algo olvidada.
Nunca la había leído hasta la semana pasada en la que acudí a mi montón de libros nuevos. Yo sabía que tenía algo de Willa Cather por ahí porque ya antes un amigo me la había recomendado: Si te gusta Salinger, amarás a Cather , me dijo y yo le creí.
Y eureka. Una pequeña colección de cuentos de la editorial española Nórdica que incluye una novela corta (o cuento largo) de Cather. Titulo: El caso de Paul .
Es un deleite de texto. Sí, es una especie de Salinger, pero más umbrío, si cabe. Cuenta la historia de un adolescente expulsado de su escuela cuya gran alegría es la ciudad de Nueva York. Asqueado de la vida de clase media, le roba a su padre una buena cantidad de dinero y durante un par de días se da la gran vida en Manhattan. Entonces se entera de que su padre lo está buscando para llevárselo de vuelta a esa vida vulgar y horrible. Y prefiere arrojarse a las vías de un tren que regresar. Y Paul cayó de nuevo en el inmenso diseño de las cosas , termina Cather su relato.
Ahora quiero leer todo lo que ha escrito Willa. Dice Wikipedia que la obra de Cather se distingue por desafiar los roles de género y las reglas sociales de su época. Cather era lesbiana, cosa que me enteré por el texto de Música para camaleones que Capote le dedica, me pregunto cómo sería ser mujer y gay en aquellos años de opresión.
Creo que lo próximo que leeré de Cather será Mi Antonia, su novela más célebre o una de las más célebres. Va de la historia de dos niños que se van de pioneros al oeste en el siglo XIX con sus familias. No sé por qué nunca le había puesto atención a Cather, escribe de todo lo que me gusta e interesa.
Cather ganó el Pulitzer, pero nunca el Nobel. Una lástima. Ahora una de sus seguidoras, Alice Munro, se lo ha llevado y es una especie de justicia poética.
No se pierdan a Willa Cather. O si la han leído, cuéntenme qué les parece. Las recomendaciones siempre son bien recibidas.