Gatijos y perrijos: curiosidades que debes saber sobre tus mascotas

Los perros y los gatos son los animales de compañía más comunes y cada uno tiene características increíbles que nos hacen amarlos, aun cuando la gente tiende a poner sus cualidades en competencia para determinar cuál es el mejor, lo cierto es que sus personalidades son únicas. 

Perro que ladra, no muerde

Norhan Cortés Fernández de Arcipreste, profesora de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, explica que los perros descienden de los lobos, un animal que más que ladrar, aúlla, algo que los perros hacen de forma natural y por varias razones:

• Comunicarse a distancia. 
• Defender el territorio (avisan a otros animales que están presentes). 
• Localizan a otros miembros de la misma manada o grupo social. 
• Concentran a la manada antes de iniciar una actividad, como la caza. 
• Reconocimiento individual. 
• Tristeza. 
• Respuesta a sonidos agudos, como las sirenas de ambulancias o patrullas.

Razas muy antiguas, como el Alaska malamute o el akita, aúllan más porque su comportamiento tiene gran influencia debido a la cercanía con el lobo, mientras que razas más modernas, no lo hacen tanto; por ejemplo, el poodle.

Para identificar sus aullidos sólo hay que observarlos con detalle en su expresión y cola para entender el contexto social. La profesora ejemplifica que, si un perro aúlla de noche y otros en la misma calle le responden, entonces se están comunicando a distancia.

Cuando el gato no está los ratones hacen fiesta

Entre las cualidades que tienen los gatos y nos llama mucho la atención, está su flexibilidad. De acuerdo con el etólogo húngaro Péter Pongrácz, hay dos factores primordiales: su anatomía y que son conscientes de su tamaño, algo en lo que la Dra. Claudia Edwards Patiño, profesora de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, coincidió.

Los gatos no son tan obedientes como los perros, lo que dificultó el estudio de Pongrácz, quien analizó a los felinos en su hábitat natural al hacerlos pasar por espacios amplios y reducidos, el cual lograban atravesar debido a su anatomía; nosotros tenemos 33 vértebras, los perros 36 y ellos 53, lo que les permite esa flexibilidad y “moldearse” a ciertos lugares, de acuerdo con Edwards Patiño.

En la cintura escapular de los humanos hay un segmento formado por los omóplatos y la clavícula y conectados brindan un soporte rígido a los músculos del brazo; en tanto, los gatos tienen una clavícula pequeña, lo que les da facilidad de movimiento porque no están tiesos como nosotros.

Además, los gatos también pueden percibir el tamaño de determinado espacio u objeto por medio de sus bigotes, los cuales están llenos de terminaciones nerviosas que transmiten información sobre su entorno, hasta del tamaño de los espacios antes de entrar a ellos.