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IA y escritura: el horizonte cercano
Tras participar en un panel en la Feria del Libro de Sharjah y presentar su obra “Cómo la IA transformará nuestro futuro”, Pedro Uria–Recio charla con El Economista y reflexiona sobre la inteligencia artificial: “es pedante, escribe sin personalidad, pero no se puede afirmar que en el futuro no podrá tener emociones”.
Pocos países pueden ostentarse a la vanguardia en materia de inteligencia artificial como Emiratos Árabes Unidos, que incluso es el primero en el mundo en contar desde 2017 con un Ministerio de Inteligencia Artificial, –actualmente Ministerio de Inteligencia Artificial, Economía Digital y Aplicaciones del Trabajo a Distancia– que refleja cómo transita la nación árabe, desde su arraigada tradición, hacia el cambio tecnológico, con singular ambición de futuro.
La inteligencia artificial (IA) está irrumpiendo en todos los ámbitos de nuestras vidas a una velocidad mayor a la que podemos procesarla, analizarla, discutirla e intentar regularla. Y antes de poder decir con precisión cualquier otra cosa, queda claro que cambiará el mundo. La IA ya no es el futuro, sino el presente.
Por eso llama la atención el título del libro “Cómo la IA transformará nuestro futuro”, de Pedro Uria–Recio, que sirvió de marco para un panel sobre los orígenes de la IA y su horizonte, titulado “El origen de la IA: de la superinteligencia a la poshumanidad”, que se celebró en la reciente Feria Internacional del Libro de Sharjah (SIBF), en el que Uria–Recio compartió el estrado con el experto investigador Jasim Haji, presidente del Grupo Internacional de Inteligencia Artificial, que agrupa a 40 países a la vanguardia de esta tecnología.
Si a mediados del siglo XIX se acuñó la frase “Un fantasma recorre Europa” en alusión a la revolución política, en los albores del XXI el fantasma de la inteligencia artificial recorre el mundo, indicando que está en marcha una revolución tecnológica, y fue palpable su presencia en la pasada 43ª edición de la Feria Internacional del Libro de Sharjah, que fue escenario natural de esta fascinación y, a la vez, preocupación por el desafío que la IA generativa supone, en particular ChatGPT, capaz de crear textos, fotografías e incluso vídeos o música a partir de su inmensa base de datos.
El fenómeno de la IA estuvo presente, como un leitmotiv, durante todo el encuentro editorial, el más importante en lengua árabe, celebrado en los Emiratos Árabes Unidos. Se abordó desde diversos ámbitos: la literatura, el futuro de la escritura, la industria editorial, los negocios, la libertad de expresión, la creación artística, la educación, la salud y la medicina, la investigación científica, incluso el acceso a los textos sagrados del Corán.
En el panel referido, los exponentes coincidieron en que la inteligencia artificial es una realidad que cambiará la vida de las personas; traerá grandes ventajas, pero también desempleo y autoritarismo si no se usa con ética e inteligencia.
Jasim Haji, reconocido como una autoridad mundial en la materia, consideró que la IA es una herramienta que hará avanzar a la humanidad en temas como la sanidad, la sostenibilidad y el crecimiento económico. En materia sanitaria, detalló, habrá gente, que, gracias a la IA, podrá tener una vida mucho más saludable, pues se podrá aplicar tratamientos a cada caso, más personalizados. “Se podrán hacer trabajos más precisos”.
IA para no expertos
El español Pedro Uria–Recio es un experto consultor que ha prestado servicios para distintas corporaciones en el mundo y actualmente es gerente de datos en un banco en Malasia. Tras su participación en panel, habló con El Economista sobre su libro Cómo la IA transformará nuestro futuro: “Es un libro que intenta responder a preguntas fundamentales, la primera de ellas es cómo funciona, cómo se ha desarrollado la IA en las últimas décadas y finalmente qué pasará en los próximos años: cómo va a impactar al empleo, a los sistemas políticos, a la geopolítica, y que es lo que tenemos qué hacer para gestionar esa transición a la IA de manera que beneficie a un mayor número de personas”.
“Explico la inteligencia artificial para gente que no tiene conocimientos técnicos pero que quiera comprender cómo funciona; explico la historia de los algoritmos, quiénes crearon esos algoritmos, y cómo se desarrolló la inteligencia artificial en paralelo a los ciclos económicos y geopolíticos. Explico eso embebido en la historia de la economía, de los negocios, para que la gente entienda la importancia de la IA”.
"La literatura humana no está destinada a morir”.
Un aspecto que ha sido muy abordado en varios conversatorios en Sharjah es el que se refiere al futuro de la escritura, específicamente a la generación de textos de naturaleza literaria, periodística o educativa. Se advierte un nerviosismo entre escritores, periodistas, poetas y académicos por el posible desplazamiento que enfrentarán debido a la IA. El experto asegura que “La literatura humana no está destinada a morir”, pero introduce algunos matices.
“En Asia ya hay influencers y generadores de contenido que son virtuales, no son personas, son muy populares y tienen millones de seguidores; es posible que en el futuro haya escritores virtuales o periodistas que sean simplemente IA, que sean capaces de crear una marca de autor; sin embargo, aún no estamos allí; la IA escribe de una manera pedante, de una manera que a la gente no le gusta; además, como la IA se entrena con enorme cantidades de datos, lo que escribe es como un punto medio de todos esos textos que se usaron para entrenarla (…) genera textos que no tienen personalidad, con opiniones genéricas, por eso no se puede usar –todavía– para producir literatura cien por cien; sin embargo, es muy útil para corregir gramática, ortografía, para preparar un argumento, buscar datos duros, hacer el primer borrador de un artículo”.
No obstante, Uria–Recio piensa que en algún momento habrá escritores virtuales capaces de crear un texto con la misma calidad con que lo hace un escritor real profesional, “pero yo no creo que eso signifique que los escritores vayan a desaparecer –dice–, porque a la gente, a los lectores de periódicos o de libros, les gustan más las historias y los contenidos creados por otras personas, es mucho más interesante, porque tienes esa empatía con el escritor, tienes esa historia personal que el escritor te puede contar”.
“Entonces, si bien habrá escritores virtuales, siempre quedará el nicho para productos más artesanales, del mismo modo que la revolución industrial no eliminó la artesanía completamente o la fotografía no eliminó a la pintura, yo creo que la literatura humana artesanal y el periodismo humano artesanal permanecerán, puede ser que lleguen a ser minoritarios, pero yo creo que no desaparecerán.
La IA sí puede ser creativa
En muchos círculos se defiende la idea de que la IA no puede igualar la creatividad humana y la belleza lingüística, por ejemplo, al escribir un poema, sin embargo, Uria-Recio es tajante al respecto.
“Vamos a ver, hay muchos malentendidos sobre la IA, uno de ellos es que no puede ser creativa, sí puede, y hay startups y científicos que están trabajando para incrementar esa creatividad y va continuar evolucionando; no creo que se pueda afirmar que a largo plazo la inteligencia artificial no vaya tener emociones, y esto es algo muy polémico tal vez, pero hay una ciencia detrás - y esto lo explico en el libro “Cómo la IA transformará nuestro futuro”-: del mismo modo en que una persona, bajo cierta situación de estrés, cambia su proceso de pensamiento y eso le lleva a tomar una decisión distinta a la esperada o deseada, pues una red neuronal artificial puede hacer que los parámetros cambien y que la IA pueda hacer un cálculo distinto, y eso perfectamente posible, en una persona diríamos que es una emoción y en un sistema informático es el equivalente a esa emoción”, concluye.
“Cómo la IA transformará nuestro futuro”
- Autor: Pedro Uria-Recio
- Año: 2024
- Páginas: 474
- Precio impreso: 526 pesos
- Precio electrónico: 130 pesos
francisco.deanda@eleconomista.mx