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“No se metan con México”: estreno en cine de Johanne Sacreblu, la parodia que desafía a Emilia Pérez
En un mundo cinematográfico cada vez más globalizado, donde las historias trascienden fronteras pero no siempre con la sensibilidad necesaria, una propuesta independiente en México encontró una nueva manera de alzar la voz.
Johanne Sacreblu comenzó como una idea en TikTok y evolucionó rápidamente hasta convertirse en un fenómeno viral en YouTube. Desde su lanzamiento el 25 de enero, el cortometraje ha superado los 3 millones de visualizaciones, consolidándose como una de las expresiones más resonantes del recién acuñado cine de protesta. Ahora, con su estreno en salas de cine de la mano de la cadena Cinedot, Johanne Sacreblu logró lo que Emilia Pérez, la película francesa que provocó este movimiento, no consiguió: llenar las salas de cine.
En entrevista para El Economista, Camila D. Aurora, activista trans y directora de Johanne Sacreblu, compartió su emoción por el impacto del corto. Para ella, no solo es un ejercicio de sátira, sino una declaración política y una herramienta de resistencia.
"Me siento agradecida, amada y motivada. Desde el principio, este proyecto se concibió como una forma de protesta antes que entretenimiento. Si bien ha sido increíble ver cómo el público lo ha recibido con tanto entusiasmo, lo más importante para mí es que el mensaje llegue fuerte y claro: la película Emilia Pérez es directamente un acto de discriminación hacia los mexicanos”.
La película Emilia Pérez es directamente un acto de discriminación hacia los mexicanos": Camila D. Aurora
Camila D. Aurora dirigió este mediometraje (como finalmente fue catalogada) e impulsó una campaña de financiamiento colectivo que permitió su realización. A través de GoFundMe, logró recaudar 174,706 pesos, una cantidad que si bien es modesta en comparación con los grandes presupuestos cinematográficos, se convirtió en la base para un proyecto que rápidamente capturó la atención del público. De acuerdo con la realizadora, los fondos recaudados por la exhibición serán destinados a asociaciones de madres buscadoras y otras organizaciones .
En el corto, la protagonista es una heredera de la industria del pan en Francia que decide desafiar el racismo sistémico de su país con "el arma más fuerte que tiene: el amor". Con un tono burlesco y referencias directas a los clichés del cine francés, la película juega con los mismos elementos que Emilia Pérez utilizó, pero con un giro que pone en el centro de la discusión la apropiación cultural y la trivialización del sufrimiento ajeno.
Se prevé que antes de que finalice el mes de febrero, se dé a conocer una versión extendida con escenas que quedaron fuera de la primera versión, incluida una escena con cientos de mimos que buscará romper un Récord Guinness.
Sobre esta segunda etapa de producción destacó Camila: "Tuve la oportunidad de tener un abanico de talento más amplio, porque le dimos la oportunidad a cosplayers, maquillistas, coreógrafas, realmente lo que me encanta de la oportunidad es eso, que tenemos más talento a nuestra disposición, y siento que eso es maravilloso porque entre más se sumen, mejor".

Foto EE: Rocio Melgoza
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Cinedot abre las puertas a proyectos alternativos
Uno de los logros más importantes en la historia de Johanne Sacreblu fue la decisión de Cinedot de proyectarla en sus salas. Esta cadena de cines fue clave en la distribución del cortometraje.
Ramón Estévez Fajardo, CEO de Cinedot, explicó a El Economista, la motivación detrás de esta decisión: "Buscamos tener un vínculo más estrecho con el público. Vimos que había un interés genuino por ver este contenido en cines y nos pareció importante darle un espacio. No es la primera vez que lo hacemos; en Cinedot siempre hemos procurado abrir nuestras salas a proyectos alternativos".
La programación de Johanne Sacreblu comenzó el 14 de febrero en varias ciudades de México, incluyendo Ciudad de México, Tijuana, Querétaro y Cuernavaca. La permanencia del corto en cartelera dependerá del apoyo del público, pero la recepción inicial fue más que positiva en su premiere el jueves 13 de febrero.

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La voz del público: ¿es este el nacimiento del cine de protesta?
La premier de Johanne Sacreblu reunió a un público diverso, desde activistas hasta cinéfilos curiosos.
Cristian Valdez, un espectador que asistió a la primera función, comentó: "Me pareció un proyecto divertido, pero con un mensaje de fondo muy importante. No vi Emilia Pérez porque las reseñas fueron terribles, pero cuando supe que este corto era una forma de protesta, decidí apoyarlo".
Gabriel Ángeles, otro asistente, destacó la relevancia de que este tipo de producciones lleguen a los cines: "Este corto es una forma de decir que no vamos a permitir que nos representen de manera equivocada. También es una lección sobre cómo el cine puede unirnos como mexicanos".
Por su parte, Mala, quien sigue el proyecto desde sus inicios en TikTok, resaltó el impacto del activismo dentro del cine: "El arte y el activismo no están peleados. Me inspira ver que podemos sacar adelante nuestros propios proyectos. Es claro que el proyecto es activismo, y me encanta cómo da visibilidad y oportunidades a la comunidad trans, especialmente porque muchos del elenco y Camila son parte de ella”.

Foto EE: Rocio Melgoza
El fenómeno de Johanne Sacreblu despertó un debate más amplio. Influencers de cine como Javier Ibarreche mencionaron que este corto podría abrir la puerta a nuevas formas de expresión dentro del cine mexicano.
Ramón Estévez Fajardo opinó sobre esto: "Creo que hay una creatividad inmensa y para protestar hay muchas formas y si esto sirve precisamente para alentar eso, para que la gente quiera verlo, pues ojalá y sea el inicio de esa tendencia. Creo que mucha gente ha dicho que la quiere ver en el cine, pues ya lo conseguimos. Ahora veamos si es cierto que la gente se va a desbordar y vaya al cine a verlo".
La pregunta que queda en el aire es si esta tendencia continuará. ¿Veremos más cineastas optando por este enfoque para responder a narrativas internas o externas? ¿Podrá el cine independiente consolidarse como una plataforma de resistencia cultural?
“No se metan con México”
La película francesa Emilia Pérez, dirigida por Jacques Audiard, fue inicialmente recibida con elogios en festivales internacionales, obteniendo múltiples premios y acumulando 13 nominaciones al Oscar. Sin embargo, su llegada a México no fue recibida con el mismo entusiasmo. La obra, que narra la historia de un narcotraficante que cambia de identidad y se convierte en mujer, fue señalada por críticos, activistas y periodistas como una representación frívola y descontextualizada de la crisis humanitaria en México.
Las críticas no se hicieron esperar. El director de fotografía Rodrigo Prieto, conocido por su trabajo en Barbie y Killers of the Flower Moon, expresó su descontento con la película por su falta de autenticidad. La periodista Cecilia González fue aún más contundente en sus redes sociales, calificándola como "ofensiva" y "frívola" por lucrar con la tragedia de los desaparecidos en México.
Ante este panorama, nació Johanne Sacreblu, un musical satírico que, lejos de intentar replicar el drama de Emilia Pérez, optó por utilizar el humor y la ironía como herramientas de protesta. El mensaje final de su realizadora, Camila D. Aurora resuena: "No se metan con México".