Mujeres en la tecnología son necesarias, solo hay que vencer el miedo

La participación de las mujeres en la tecnología y la digitalización es fundamental para el desarrollo global, sin embargo, aún enfrentan desafíos para alcanzar la igualdad de género en este sector. En el país, de acuerdo con el Inegi, solo el 17% de las personas que trabajan en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) son mujeres. A nivel mundial, el 32% de los puestos de alta dirección en el sector tecnológico, está ocupado por mujeres.

Sin duda las mujeres pueden ser agentes de cambio para crear soluciones tecnológicas que respondan a las necesidades de las comunidades, especialmente de las jóvenes y niñas, por ello tenemos que hablar de sus vidas, poder reconocerlas y tomarlas como modelos a seguir. En esta ocasión en El Economista te presentamos a dos líderes en ciberseguridad, Xochiquetzal Rodríguez y Layla Delgadillo.

Ser visionaria, escuchar mi intuición

Xochiquetzal Rodríguez es Major Account Manager en F5 Networks México, con más de 18 años de experiencia en el giro de Tecnología, ahora está enfocada a las soluciones de hardware/software, telecomunicaciones y servicios de consultoría. Ella asegura que hoy escuchar la voz de las mujeres es importante, no solamente en el ámbito laboral, “en general lo que hoy pueden contar las mujeres es valioso, porque nos estamos reconfigurando entendiendo nuestro papel como mujeres en el presente”.

Por supuesto que Xochiquetzal identifica una brecha llena de retos en su carrera, incluso entiende que su decisión fue basada en lo que había en el momento y con su visión como estudiante, pero lo que tenía claro es que quería apostarle a la tecnología pues sabía que la innovación no se detendría y que en esta área habría un constante aprendizaje, ella fue visionaria y quería además poder jalar a más mujeres en este ramo.

“Fue apostarle al futuro y saber que este segmento iba a crecer, que como mujeres podríamos ganar posiciones y tener un equilibrio tanto personal, familiar y laboral”. Es curiosa la claridad que Xochiquetzal tenía sobre su futuro, pues sabemos que hoy existe un problema con la orientación vocacional, sin embargo ella asegura que el apoyo familiar y responder a la intuición, es muy importante.

“Mi padre es abogado y mi madre enfermera, en ambos veía un trabajo noble, pero con una dinámica repetitiva, aunque podría haber elegido cualquiera de estas dos áreas, escuchar mi intuición, a mi alrededor y lo que podía ver en el futuro de la tecnología, ayudaron para tomar mi decisión”.

También opina que no necesariamente estudiando una ingeniería podemos llegar a donde queremos, en este caso en el segmento de tecnología. “Yo diría que hagamos un autoanálisis, saber cuáles son nuestras habilidades o destrezas y desarrollarlas en distintas etapas y así identificar en qué somos buenas y nos sentimos cómodas, no todo llega de manera lineal”.

“Busquen los índices laborales, ambientes laborales sanos, salarios bien remunerados y pasión por lo que hacemos y con la mejor actitud, todo es un proceso que lleva un progreso, yo llevo 20 años en el sector de tecnología, pero inicié en distintas áreas, fui encontrando que la consultoría era mi área, que podía entender las necesidades de los clientes y traducirlos en soluciones, ahora la ciberseguridad es el lugar donde he encontrado el desarrollo de mis habilidades, debemos además rodearnos de personas que conocen, el conocimiento es la puerta que te abre puertas”.

Xochiquetzal está consciente en que aún no encontramos el equilibrio de género, pero recomienda seguir aprendiendo y preparándonos, pues asegura que los espacios de alta dirección para mujeres se están abriendo y hay que aprovechar el momento con el talento de más mujeres.

Las mujeres también cabemos

Layla Delgadillo es una destacada especialista en Ciberseguridad y Tecnologías de la Información, con más de dos décadas de experiencia en la industria, en 2017 fundó Silent4Business (S4B), una empresa especializada en TI y Ciberseguridad, ahora ella es un referente en el sector.

Layla es sincera, asegura que no tenía claro a qué se quería dedicar, las opciones incluso eran relaciones internacionales, turismo o informática y explica que cuando se decidió por la informática inmediatamente buscó un espacio como becaria, pues en casa los recursos eran escasos.

Esa historia es del 2002, pero incluso en tercer semestre, las dudas aún existían, pues en ese momento se veían bases de datos y desarrollo, pero al encontrar la ciberseguridad en una casa de bolsa donde empezó desde lo básico, ahí la historia cambiaría para ella y los retos fueron cada vez mayores.

“También me encontré con gente muy clave en mi carrera y en las empresas donde estuve, me pagaron cursos, por eso ahora que dirijo una empresa, tengo claro que la gente aquí puede empezar desde cero, como becarios, con actividades muy enfocadas a la carrera y con posibilidades de crecer”.

Layla a sus 23 años ya tenía gente a su cargo, y ella enfrentó el reto entendiendo que trabajaba con personas y que cada una tenía sus fortalezas y debilidades, con eso claro, la idea era formar buenos equipos de trabajo y crecer con ellos, ella también creció en la empresa, pero un día se presentó la oportunidad y decidió emprender con todo y las dudas que eso conlleva, después de 15 años trabajando en empresas tanto nacionales como internacionales tomó la vía de la independencia.

Ahora Layla gestiona, administra y dirige su propia empresa, para ella la lección es poder ser la impulsora de nuevos talentos femeninos, que participen activamente en estas actividades, el equipo directivo en esta empresa cuenta con una mayoría de mujeres, incluso cuentan con una certificación sobre equidad de género, esto es posible gracias a que las mujeres hoy lideran espacios inimaginables en el pasado. “Cuando yo empecé, éramos apenas 10% de mujeres, era llamada una carrera de hombres, hoy estoy demostrando que elegí bien y que las mujeres también cabemos aquí, no hay que tener miedo, confiemos en nosotras”, concluye.

nelly.toche@eleconomista.mx