Lectura 6:00 min
No todos los pacientes que tienen exceso de grasa tienen problemas en la salud
“Todas las personas que viven con obesidad tienen su propia historia de vida de cómo se gestó esta enfermedad. Es importante que acudan con el profesional de la salud para que les brinde un traje a la medida con el tratamiento que requieren”.

Foto: Archivo
A pesar de que las cifras son alarmantes, pues en México de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) somos cerca de 80 millones de adultos con sobrepeso u obesidad, ocupamos el quinto lugar a nivel mundial y en 23 años la prevalencia de obesidad creció en un 58%, en los últimos años hemos avanzado mucho en la ciencia de la obesidad, incluso hoy el entendimiento es totalmente distinto, por eso para los especialistas de la salud es fundamental que la población lo sepa.
De acuerdo con el Dr. Ricardo Luna, miembro fundador de la Sociedad Mexicana de Obesidad y comisionado Lancet en las guías de obesidad, hoy sabemos que la obesidad es una condición donde hay exceso de grasa y se expande en el cuerpo de manera anormal el tejido adiposo, en algunos casos causa daño en órganos y sistemas, en otros no. Lo más importante es que seamos evaluados con una historia clínica completa mediante las nuevas herramientas que tenemos ahora y las nuevas guías que nos dictan un panorama mejor para hacer tratamientos individualizados.
Para que nos demos una idea de cómo va avanzando el conocimiento, recientemente, para ser precisos el 15 de enero de este año, el Comité de Endocrinología The Lancet emitió nuevos criterios para el diagnóstico de obesidad. “Este grupo evaluó cuando el exceso de grasa es una enfermedad y cuando no, y con base en eso determinó los criterios, porque sabemos que no todos los pacientes que tienen exceso de grasa tienen problemas en la salud”. En muchas ocasiones se ha hablado que la obesidad es un factor de riesgo, en otras se habla de que la obesidad es una enfermedad, entonces este grupo definió cómo establecer ambos parámetros.
Lo que nos dice es que obesidad significa tener exceso de grasa, haya o no daño en el organismo. Cuando hay exceso de grasa y se encuentran preservadas las funciones de órganos y tejidos, y el paciente puede realizar actividades de la vida diaria sin ningún problema, en este caso se diagnostica obesidad preclínica. Pero cuando ya existe un daño en un órgano o tejido o el paciente tiene limitaciones para realizar actividades de la vida diaria, aquí el paciente ya no solo está en riesgo, ya tiene la enfermedad de obesidad que se conoce como obesidad clínica.
De acuerdo con el especialista poder entender esta diferenciación es clave, pues cuando un órgano sufre daño específico, en medicina se conoce como órgano diana, el tejido de la disfunción, sabiendo eso entonces ya se puede atender el exceso de grasa y trabajar en prevención para evitar que estos pacientes sufran alteraciones en tejidos.
Por ejemplo, pueden desarrollar alteraciones en el hígado causando hígado graso, alteraciones en la reproducción causando infertilidad, en las mujeres síndrome de ovario poliquístico a nivel general amnea obstructiva del sueño, asma bronquial, dolores en la espalda en exceso y más de 230 enfermedades asociadas.
También fueron lanzadas hacia el mundo las guías mexicanas para el manejo clínico de la obesidad, “estas guías están muy bien hechas, con mucha evidencia científica de cómo debe de ser el manejo clínico de la obesidad (…) En México también estamos avanzando en la ciencia de la obesidad, utilizamos ambos criterios diagnósticos, creo que es un gran conjunto para que los profesionales de la salud estemos con más herramientas y más capacitados para detener este problema que está avanzando. El objetivo es detener a nivel poblacional que avance la obesidad”.
Una gama de tratamientos e indicaciones
El Dr. Luna asegura que un siguiente punto fundamental es quitar el estigma que se tiene hacia la obesidad pues definitivamente esto no es culpa de la persona, “los sistemas han fallado” ya que existen muchos factores que pueden desencadenar el exceso de peso debido a exceso de grasa.
Uno de ellos es la genética, por ejemplo, sabemos que generalmente los gemelos tienen un peso muy similar y cuando uno tiene obesidad generalmente el otro también y cuando uno es delgado generalmente ambos son delgados. Lo que hay que entender en este caso es que cuando solo uno tiene obesidad, son factores ajenos los que definen pesos diferentes, porque la población está consumiendo productos ultraprocesados, menos naturales y eso causa de alteraciones en el sistema de control de peso.
Otros factores son la alteración a la microbiota intestinal, la mala higiene del sueño, el estrés y muchos medicamentos que tratan enfermedades comunes pero que pueden desarrollar o exacerbar la obesidad, como medicamentos para la gastritis, colitis, hipertensión, crisis convulsivas, migrañas, y para la depresión.
“También hay que reconocer la falta de actividad física que estamos teniendo en nuestra población, niños y jóvenes que pasan mucho tiempo viendo videojuegos y nosotros como adultos frente a una computadora, esta falta de pausas activas durante el día también son causa de obesidad”.
La Organización Mundial de la Salud ha propuesto como meta para los países miembros no incrementara la obesidad en periodos delimitados y desarrolló un plan de aceleración para detener el avance de la obesidad, “en México vamos por muy buen camino, pues primero se trata de reconocer la obesidad como una enfermedad, sin culpabilizar, entendiendo que la libertad en el comportamiento alimentario no existe, pues éste está mediado por impulsos biológicos”.
Algo que finalmente preocupa al especialista es esta visión todavía muy latente de hacerle caso al vecino o al familiar, “a veces es muy complejo para uno como profesional de la salud escuchar que los pacientes se reparten planes de alimentación que les han dado a otros pacientes, incluso comparten medicamentos o le hacen caso a los influencers en las redes sociales, y hemos visto que se usan medicamentos que ni siquiera son para el control de peso y hay desabasto. Es muy lamentable pues la falta de de regulación y compromiso para que se pueda abordar la enfermedad de la obesidad de manera clara por profesionales de la salud, es latente.
Con el internet creemos saberlo todo y estamos cayendo en el tema de la automedicación y eso también es grave”. Recordó que el profesional de la salud de nutrición es fundamental para brindar un tratamiento médico nutricional personalizado, y si es necesario, dar tratamiento farmacológico, que dicho sea de paso, es personalizado. “El medicamento correcto en el paciente correcto nos va a dar un excelente resultado. Como especialistas tenemos varios esquemas de intervenciones y un programa multidisciplinario, nosotros como profesionales de la salud damos terapia nutricional médica, es decir, prescribimos un plan de alimentación personalizado y cuando el caso lo requiere también damos tratamiento farmacológico o incluso recomendamos un tratamiento quirúrgico”.