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Atole de vainilla: el abrazo líquido para los días fríos con beneficios para la salud
El atole, aunque no lo parezca, destaca por su riqueza en nutrientes y beneficios para la salud. Con ingredientes como maíz, piloncillo y leche, es una fuente de energía, fibra y antioxidantes, ideal para comenzar el día o reconfortar el cuerpo.
El atole es el alma cálida de las mañanas y noches frías y el acompañante perfecto de los tamales. Desde tiempos prehispánicos, esta mezcla de maíz, agua y diversos ingredientes nos ha nutrido, convirtiéndose en un legado que atraviesa generaciones. Pero, ¿sabías que, además de su sabor reconfortante, el atole también ofrece beneficios para la salud?
El atole, en su forma más tradicional, se elabora con masa de maíz, una fuente rica en carbohidratos complejos que proporcionan energía de liberación lenta. También aporta vitaminas del grupo B, esenciales para el sistema nervioso, y fibra, que favorece la salud digestiva.
Si se enriquece con ingredientes como el cacao, aporta antioxidantes; el piloncillo, una alternativa al azúcar refinada, ofrece minerales como hierro y magnesio; y la leche, que a menudo se utiliza como base, añade calcio y proteínas, ideales para mantener huesos fuertes. Estas propiedades hacen del atole una buena bebida para comenzar el día o para reponer energía después de un esfuerzo físico.
Además, el atole es naturalmente libre de gluten, lo que lo convierte en una opción apta para personas con intolerancia al gluten o enfermedad celíaca.
Ingredientes:
- 4 tazas de leche entera (puedes usar leche vegetal para una versión vegana).
- 1/2 taza de masa de maíz nixtamalizado (o harina de maíz).
- 1/2 taza de piloncillo rallado (o azúcar mascabado, al gusto).
- 1 vaina de vainilla (o 1 cucharadita de extracto de vainilla).
- 1 rama de canela.
- 1 pizca de sal.
Procedimiento:
- Disolver la masa: En un recipiente, mezcla la masa con una taza de leche fría hasta obtener una mezcla homogénea, sin grumos.
- Cocinar la base: En una olla grande, calienta el resto de la leche con la rama de canela y la vaina de vainilla (abre la vaina y raspa las semillas para liberar su aroma). Deja que hierva a fuego bajo.
- Incorporar la masa: Agrega la mezcla de masa disuelta a la leche caliente, removiendo constantemente para evitar que se formen grumos.
- Dulzura y sazón: Añade el piloncillo y una pizca de sal. Cocina a fuego bajo durante 10-15 minutos, removiendo frecuentemente, hasta que espese y obtenga una consistencia cremosa.
- Servir y disfrutar: Retira la rama de canela y la vaina de vainilla antes de servir. Sirve caliente para disfrutar al máximo su esencia.
Ya sea que lo disfrutes en casa o en la calle, el atole es siempre ese cálido abrazo que siempre queremos repetir, así que, ¡salud por una de nuestras bebidas más antiguas!