De la cebolla al tomate: Vaivenes del mercado que mueven los precios de la comida

La inflación en los alimentos volvió a dar señales mixtas durante la primera quincena de marzo. En plena temporada de calor, los precios de algunos alimentos básicos volvieron a agitar la canasta alimentaria. De acuerdo con el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), mientras algunos productos de uso cotidiano en la cocina mexicana se abarataron, otros registraron alzas notables que están modificando no solo el gasto en la despensa, sino en fonditas y restaurantes.

El caso más llamativo fue el del tomate verde, que se disparó 10.45% en tan solo quince días. A esto se sumó el limón, otro básico indispensable en la cocina nacional, con un alza de 9.02%. Son incrementos que se sienten directamente en el mercado y en el platillo: desde una salsa, un guiso o una orden de tacos al pastor con su respectiva rodaja de limón.

En el terreno de las proteínas, la carne de res subió 1.53% en la quincena, consolidando su posición como una de las carnes más costosas para los hogares. Mientras tanto, el pollo bajó 0.37%, y el huevo descendió 0.84%, ofreciendo un ligero alivio en el gasto de quienes cocinan a diario.

También hubo otros productos que bajaron de precio significativamente. La cebolla cayó 6.04%, el chayote bajó 9.17% y los nopales, 5.58%. En general, las verduras y legumbres frescas mostraron una tendencia a la baja, lo cual puede estar relacionado con un mejor abasto por cuestiones estacionales.

Esta dualidad en los precios refleja un patrón común en el mercado mexicano: la alta volatilidad en los productos frescos, muy sensibles a factores como el clima, las cosechas y la logística. Por ejemplo, la papa y otros tubérculos se abarataron 2.67%, ayudando a compensar otras alzas en la canasta.

Ahora bien, si cocinar en casa presenta opciones para ahorrar, comer fuera sigue saliendo más caro. De acuerdo con los datos del INPC del Inegi, el rubro de loncherías, fondas, torterías y taquerías subió 0.24% quincenal, mientras que los restaurantes y similares aumentaron 0.37%. El dato más relevante es la inflación anual en este rubro: 7.07%, lo que indica que comer fuera se ha encarecido de manera sostenida durante el último año.

En total, los alimentos, bebidas y tabaco subieron 0.37% en la quincena y 4.06% a tasa anual. En comparación, la inflación general fue de solo 0.14% quincenal y 3.67% anual, lo que deja claro que la comida sigue presionando más que otros sectores.

Para quienes están detrás de los fogones —desde las cocinas caseras hasta los pequeños restaurantes — estos cambios en precios representan un desafío: mantener calidad y sabor sin disparar costos. Y para los consumidores, entender qué productos están más baratos puede ser la clave para planear mejor las compras y seguir comiendo rico sin gastar de más.