Lectura5:00 min
Vino mexicano: la bodega que produce 900,000 litros anuales y tiene 43% del mercado ultrapremium
Monte Xanic ha logrado en 37 años liderar una industria vitivinícola en crecimiento con tecnología avanzada y respeto al medio ambiente; con 80 hectáreas de viñedos, Hans Backhoff nos habla de su evolución.
Desde las tierras del Valle de Guadalupe, Monte Xanic ha trazado un recorrido impresionante que ha elevado el vino mexicano a niveles internacionales. Fundada hace 37 años, esta bodega ha sido pionera en el desarrollo de los vinos mexicanos que no solo destacan por su calidad, sino que representan el carácter y la tradición de México.
Hans Backhoff, director general de Monte Xanic, en entrevista para Bistronomie revela las claves de este éxito en una conversación que desglosa cifras, innovación y compromiso con el medio ambiente.
"El primer punto relevante es la geografía y topografía", explica Backhoff. Baja California ofrece un clima semiárido que es ideal para la vid, un cultivo que necesita poca agua en comparación con otros. "La uva es un producto noble que puede prosperar con un uso eficiente del agua", señala, destacando que la vid consume de una a cinco veces menos agua que cultivos como la alfalfa y hasta 3.5 veces menos que el tomate.
Monte Xanic gestiona 80 hectáreas de viñedos productivos, donde el uso del agua se controla cuidadosamente: 3,000 metros cúbicos por hectárea, lo que equivale a 350 litros de agua por botella de vino (regularmente para producir una botella de se necesitan entre 600 y 850 litros de agua). Este enfoque no solo es eficiente, sino que resalta el compromiso de la bodega con la sostenibilidad, un tema fundamental en su filosofía.
Vino en cifras
La producción anual de Monte Xanic asciende a 100,000 cajas de vino, que equivalen a 900,000 litros. Una parte significativa de este vino—450,000 litros—se madura en 2,000 barricas para desarrollar la complejidad que caracteriza a los productos de la bodega. "Gran Ricardo ha liderado el segmento de vinos ultrapremium en México, ocupando el 43% del mercado de vinos que se venden por encima de 1,100 pesos", dice Backhoff, subrayando un logro que desafía a los vinos extranjeros.
Y en lugar de temer la competencia, Hans Backhoff la abraza. "La competencia nos obliga a ser mejores y más eficientes", dice, explicando cómo nuevos proyectos y talentos han elevado el nivel de la industria. Monte Xanic es el mayor exportador de vinos premium en México, con 10,000 cajas exportadas cada año. Esta posición no solo refuerza su liderazgo, sino que también lleva el vino mexicano a competir en el escenario internacional.
Este éxito no es solo mérito de Monte Xanic, sino reflejo del crecimiento de la industria vinícola en México. "En 2017, el vino mexicano se convirtió en el favorito de los consumidores nacionales, marcando un punto de inflexión en la percepción del producto local", comenta Backhoff, enfatizando cómo el sector ha pasado de ser una moda para consolidarse como una tradición.
Tecnología: precisión en cada paso del proceso
Una de las grandes apuestas ha sido la tecnología. "Manejamos una viticultura de precisión", explica Backhoff. La bodega utiliza tensiómetros y sistemas de irrigación automatizados para monitorear el crecimiento de la vid y ajustar las necesidades de agua y nutrientes en cada etapa. "Desde el primer brote hasta la cosecha, cada momento tiene sus necesidades específicas, y la precisión es clave para obtener calidad", añade.
Este enfoque tecnológico también les permite enfrentar fenómenos climáticos como heladas y olas de calor de manera eficiente, por lo que han implementado además prácticas de agricultura regenerativa, asegurando un suelo equilibrado que promueve la salud de las vides y reduce la necesidad de insumos químicos. "Una planta más saludable produce mejor", afirma Backhoff, destacando que este balance ecológico también tiene un impacto positivo en la calidad del vino.
La sostenibilidad no es una tendencia pasajera para la bodega es un compromiso fundamental. "Hemos reducido el peso de nuestras botellas y usamos energía solar para nuestras operaciones”, detalla Backhoff. La bodega ha obtenido certificaciones orgánicas y veganas y sigue un riguroso proceso de mejora continua, validado por la certificación ISO 9000 versión 2015.
Gran Ricardo: un ícono que desafía a los mejores
Para la bodega, Gran Ricardo es un símbolo del avance del vino mexicano en el mercado mundial. "Hemos logrado lo que muchos consideraban imposible: liderar un segmento dominado históricamente por vinos extranjeros", dice Backhoff. El éxito de Gran Ricardo es un reflejo del trabajo colectivo de la bodega, que ha sido pionera en la producción de vinos premium y ultrapremium en México.
El impacto de Monte Xanic también se siente en el crecimiento general de la industria. “Hace 20 años, solo consumíamos 180 mililitros de vino per cápita; hoy, esa cifra ha crecido a 1.3 litros”, comenta Backhoff. México ha pasado de tener solo ocho bodegas a más de 400 proyectos vinícolas en 17 estados. Sin embargo, 65% del vino consumido en el país sigue siendo importado, lo que deja espacio para un mayor crecimiento del vino mexicano. "Todavía podemos hacer mucho más para que el vino mexicano tenga una representación mayor", afirma.