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Capital Humano

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¡Se acabaron las cuotas de género y diversidad!

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un decreto para acabar con los programas de diversidad, equidad e inclusión en las dependencias gubernamentales. Varias grandes empresas están haciendo lo mismo.

El presidente Donald Trump firmó un decreto para retirar a EU de la OMS en 12 meses.

El presidente Donald Trump echó atrás las políticas DEI de la administración pública de EU.Foto: Reuters

Bastaron cinco segundos para echar abajo una política laboral que estuvo vigente por seis décadas. Tras asumir su encargo como presidente de Estados Unidos el lunes pasado, Donald Trump revocó la orden ejecutiva 11246 que impulsaba los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) en el gobierno.

Dicha orden, firmada por el presidente Lyndon B. Johnson en 1965, buscaba garantizar la no discriminación en los espacios laborales, lo que benefició a los grupos menos representados en la función pública, como las mujeres y las personas afroamericanas –o de la diversidad sexual en los últimos años– por citar algunos casos más emblemáticos.

Para Trump, todas las acciones que buscan garantizar la diversidad y la inclusión laborales son en la práctica “medidas de discriminación”, pues no valoran a las personas por sus méritos, sino por su género o raza, y ponen en desventaja a otros grupos, principalmente a los estadounidenses blancos.

“La contratación federal no debería basarse en factores inadmisibles, como el compromiso de una persona con la discriminación racial ilegal bajo el pretexto de la ‘equidad’, o el compromiso de una persona con el concepto inventado de ‘identidad de género´ en lugar del sexo. La inserción de esos factores en el proceso de contratación subvierte la voluntad del pueblo, pone en riesgo funciones gubernamentales críticas y corre el riesgo de perder a los candidatos mejor calificados”, se expresa en la orden ejecutiva firmada por Trump el 20 de enero.

De esta manera, para el retornado inquilino de la Casa Blanca, el mérito debe ser el único distintivo de las contrataciones que realice cualquier dependencia pública.

Ante este contexto, los organismos públicos han comenzado a cerrar sus programas DEI, entre ellos, la Reserva Federal. A los demás no les quedará de otra y también tendrán que hacerlo en los próximos días, incluidas las agencias de inteligencia.

Pero Trump no es el único. Varias empresas ya han anunciado el fin de sus programas DEI, antes incluso que el presidente de Estados Unidos los eliminara del gobierno tras anular la orden ejecutiva 11246. Target, Amazon, Meta, McDonald’s, Walmart y Boeing, por citar algunos casos, ya han anunciado públicamente el fin de sus proyectos de diversidad e inclusión.

De acuerdo con una encuesta de Pew Research Center, el 61% de los trabajadores estadounidenses afirma que en su lugar de trabajo se toman en cuenta aspectos relacionados con la equidad en las contrataciones, ascensos o remuneraciones. Además, 56% considera que los programas DEI son positivos para las organizaciones.

Sin embargo, al analizar estas cifras con mayor detenimiento, las respuestas por grupos raciales son diferentes. Quienes más valoran los programas de diversidad son los trabajadores afroamericanos (78%), seguidos de los asiáticos (72%) y los hispanos (65%); esta proporción se reduce a 47% en el caso de los estadounidenses blancos.

Y si bien no hay nada que obligue a las empresas del sector privado a sumarse a las medidas impulsadas por Trump, todo parece indicar que se trata de una ola que no hará más que crecer. Más si comienzan las presiones hacia las organizaciones que tienen alguna relación con las dependencias gubernamentales.

¿Cuánto tardará en llegar esta tendencia a un país como México donde las políticas DEI en muchos casos son todavía incipientes? Nadie sabe, pero es inevitable. Más aún cuando no existen políticas federales sólidas que fomenten y garanticen la diversidad, la inclusión y la equidad en las empresas.

Concluyo con una frase de la actriz Meryl Streep, en el marco de su discurso tras recibir el premio Cecil B. DeMille a su trayectoria, dentro de los Globos de Oro de 2017, justo antes de que iniciara el primer mandato de Donald Trump, la cual fue en referencia a la burla del magnate hacia un reportero con discapacidad en su primera campaña presidencial:

"Este instinto de humillar, cuando es ejercido por alguien público, poderoso, se filtra en la vida de todos, porque da permiso a otros para hacer lo mismo. La falta de respeto llama a la falta de respeto, la violencia llama a la violencia. Cuando los poderosos usan su posición para intimidar a otros, todos perdemos".

Periodista. Actualmente es el editor de El Economista online. Entre 2019 y 2023 coordinó Capital Humano en sus versiones en línea e impresa. Tiene una especialización en periodismo de finanzas y negocios, y en periodismo de datos. Coconductor del podcast Coffee Break.

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