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Caso Neymar: Cuando las grandes contrataciones no funcionan
La historia de Neymar, aunque parece trágica, no es ajena al mundo corporativo. ¿Cuántas veces hemos visto a grandes profesionales sumarse a nuevas organizaciones y terminan siendo un fracaso o pasan sin pena ni gloria?

Neymar es uno de los jugadores más mediáticos del mundo, no solo por su talento —que sin duda ha demostrado a lo largo de los años—, sino también por su gran influencia en la cultura pop. Ya sea por una jugada espectacular o un gol memorable, también suele ser noticia por asistir a fiestas cuando debería estar concentrado con su equipo antes de un partido importante.
En el verano de 2017, Neymar era el protagonista de todos los medios deportivos, ya que había aceptado una jugosa oferta para convertirse en el jugador estrella del nuevo equipo millonario: el Paris Saint-Germain (PSG). A pesar de toda la polémica en torno a la operación, nadie dudaba que Neymar, con su talento, podía ayudar al PSG a conseguir el tan ansiado título de la Champions League, objetivo principal de los dueños del club y de la afición desde hace años.
Neymar llegó a un equipo plagado de grandes jugadores, pero sin duda todos lo reconocían como la figura destinada a liderar la obtención de ese título tan esperado. Su pasado reciente lo respaldaba: en poco tiempo había logrado ese mismo trofeo con el Barcelona. En solo tres años, Ney supo adaptarse a un entorno lleno de estrellas y presión, en un equipo que contaba con Messi, Suárez, Iniesta, Xavi, entre muchos otros.
Toda esa experiencia parecía darle el carácter necesario para encabezar el nuevo proyecto. Y si bien su paso por París fue exitoso en muchos sentidos, no alcanzó el nivel esperado. Durante su estancia, Neymar conquistó múltiples títulos locales —la liga, copas, supercopas— e hizo grandes partidos, pero no logró el objetivo más importante: ganar la Champions League. Estuvo cerca en 2020, cuando llegó a la final, pero perdieron ante el gigante bávaro Bayern Múnich.
La historia de Neymar, aunque parece trágica, no es ajena al mundo corporativo. ¿Cuántas veces hemos visto a grandes profesionales, con experiencia y éxito comprobado, sumarse a nuevas organizaciones que parecen similares a las anteriores y, aun así, terminan siendo un fracaso o pasan sin pena ni gloria por esas nuevas empresas?
Hagamos un breve análisis para entender en qué falló Ney:
1. Adopción de la cultura
La primera lección es que, desde su llegada, Neymar buscaba que el equipo se adaptara a su estilo de trabajo, y no al revés. Esto le generó problemas desde el inicio y dificultó su adaptación al estilo del conjunto, lo que retrasó su integración más de lo previsto.
2. Disciplina y trabajo duro
Ya lo he mencionado en otras notas: la clave para que el talento brille por sí solo es el trabajo duro y constante. Neymar careció de una cultura de trabajo enfocada. Encabezó titulares por reportarse lesionado mientras asistía a fiestas, en lugar de entrenar con su equipo. A la larga, esto se reflejó en lesiones recurrentes, producto de una preparación física deficiente.
3. Construcción de equipos
Aunque hemos escuchado frases como “yo vengo a trabajar, no a hacer amigos”, tener conexiones dentro del equipo mejora el sentido de pertenencia, ayuda a resolver problemas y aumenta la satisfacción laboral. Neymar hizo lo contrario: dividió el vestidor y terminó enfrentado con figuras importantes como Cavani, Mbappé e Icardi, entre otros.
4. El dinero no lo es todo
Sin duda, el dinero aporta estabilidad económica. Pero Neymar eligió este proyecto principalmente por el incremento salarial, sin considerar todo lo que lo hacía feliz en Barcelona: el grupo, los amigos, la ciudad. Con el tiempo, se arrepintió e intentó volver al Barça en varias ocasiones, sin éxito.
Para cerrar la reflexión: Neymar ha demostrado ser un gran jugador, muy talentoso, pero eso no le ha garantizado los éxitos deseados, ya que ha perdido de vista elementos fundamentales para alcanzar su máximo potencial.
Hoy, Neymar está lejos de los grandes reflectores del fútbol de élite. Llegó al Al Hilal de Arabia Saudita, se incorporó tarde a la pretemporada, prefirió extender sus vacaciones y terminó con una lesión grave que lo alejó de las canchas por un largo tiempo. No aportó nada relevante al equipo, y ahora ha regresado a Brasil, al Santos, en busca de un resurgir que se antoja difícil.
Así que recuerda: no siempre las grandes contrataciones garantizan el éxito. Si el talento, por muy bueno que sea, no está alineado con la cultura organizacional ni busca adaptarse al modo de trabajo del equipo —en su afán de tener un rol protagónico—, será imposible que logre una adecuada climatización en tu empresa, y mucho menos que sus habilidades brillen realmente en tu equipo.