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El éxito de la Fórmula 1 se basa en la gestión del bajo desempeño

Para lograr resultados satisfactorios en una disciplina como la Fórmula 1, se requiere una gestión de talento que constantemente esté evaluando el desempeño de los pilotos, con prácticas que pueden ser replicadas en cualquier organización y equipo de trabajo.

La gestión de equipos de bajo desempeño es una clave del éxito en la Fórmula 1

La gestión de equipos de bajo desempeño es una clave del éxito en la Fórmula 1Shutterstock

Cuando analizamos la parrilla de pilotos de Fórmula 1, vemos que constantemente cambian los nombres de los protagonistas al volante. Esto puede ser por varios factores, como mejores ofertas, estrategias para potenciar al talento joven, acuerdos comerciales que no se concretan o, sobre todo, por la gestión del bajo desempeño, es decir, dado que los pilotos no cumplen las expectativas de las escuderías, normalmente son reemplazados por nombres con más experiencia o jóvenes con potencial para llevar a los equipos a un mejor lugar.

Pero, ¿cómo es que el decidir qué piloto llega o se va de un equipo ocurre de una forma tan natural o sin que los fanáticos presionen para no dejar a un conductor sin trabajo de forma tan recurrente? Esto pasa porque el deporte motor es uno de los de mayor presión del mundo dada la cantidad de fanáticos, patrocinadores y dinero que gira en su entorno.

También, al ser una disciplina de muy alto riesgo, el salario de los pilotos es muy alto, pero desde el punto de vista de desempeño, que es lo que los equipos buscan mejorar habitualmente, el cambio de un piloto genera beneficios importantes, como aminorar la presión, confirmar que el error en la configuración del motor sí es del equipo o lograr mejores resultados.

Ante este contexto, analicemos cómo una decisión correcta en la gestión del bajo desempeño sí tiene beneficios importantes, y hagámoslo a la luz de cuatro lecciones recientes de la Fórmula 1:

1. Apuesta por el potencial

El ejemplo más claro de esta premisa es el actual tricampeón de pilotos Max Verstappen, que en el año 2016 se unía a su equipo Red Bull como piloto reserva.

Sabiendo que se trataba de la mayor apuesta por un joven en muchos años, ya que Verstappen había logrado muchos campeonatos, pero en las categorías inferiores, Red Bull lo contrató a pesar de tener un equipo muy sólido –pero en una temporada de algunos altibajos–, el cual había arrasado dos años antes con el campeonato de equipos en cuatro ocasiones consecutivas.

Lo que al principio parecía una decisión precipitada el despedir a Daniil Kvyat e integrar a Max Verstappen, quien además rompía el récord como el piloto más joven (17 años) en debutar, a la postre demostró ser positivo y evidenció el potencial del neerlandés, quien llegó inmediatamente ganando carreras, títulos y campeonatos mundiales.

2. La experiencia también suma

Las organizaciones/equipos no necesitan ir siempre por talento joven en ascenso, depende de la necesidad del equipo y lo que se quiera construir.

Tal es el caso de Ferrari, que en el año 2021, cuando dejaba libre el asiento de uno de sus pilotos más importantes, Sebastian Vettel, en lugar de cubrirlo con un joven en ascenso, como lo había hecho con la contratación de Charles Leclerc en 2021, buscó a Carlos Sainz Jr., quien, aunque era joven, ya tenía trayectoria en este deporte, siendo parte de Toro Rosso, Renault y McLaren durante algunos años.

Aunque la contratación generó mucha sorpresa, en los siguientes años Carlos Sainz J, demostró que tenía la capacidad de competir con escuderías con mejor automóvil, además de ganar en algunas ocasiones carreras que parecían imposibles.

3. Un buen clima laboral genera buenos resultados

Otro tema de manejo de gestión de bajo desempeño con un cambio adecuado es el de la llegada de Sergio “Checo” Pérez a Red Bull, no sólo porque con los resultados y la experiencia que ha aportado su equipo ha sido multicampeón, sino porque también su llegada le ha dado estabilidad a un equipo que había tenido una alta rotación de pilotos en los años previos.

Antes de que “Checo” Pérez llegará a Red Bull, la escudería había apostado por talento joven como Alex Albon, Pierre Gasly, Daniel Riccardo, tratando de replicar la fórmula que lograron con Max Verstappen. Sin embargo, generaron un mal clima de trabajo con su compañero y los resultados no fueron los deseados.

Hoy, desde 2021 y a pesar de altibajos en sus resultados, “Checo” Pérez y Verstappen le han dado estabilidad al equipo, además de un buen ambiente de colaboración, lo que hace que su director refuerce la apuesta por esta dupla para los siguientes años

4. No todo son despidos

La gestión del bajo desempeño no siempre implica tomar la decisión de desvincular a un empleado, se trata también de trabajar de cerca con la persona para que los resultados puedan ser diferentes.

El ejemplo más interesante en este rubro es el caso de Lando Norris, actual piloto del equipo McLaren, quien llegó a su equipo en 2019 y no había logrado ranquear a su equipo en los primeros tres puestos en el campeonato de conductores.

Lo que estaba claro, es que no era su culpa, pero con un plan de mejora esto podría cambiar. Lando ha tenido durante los últimos años un mayor acompañamiento de sus ingenieros, más tiempo para poder adaptarse y diseñar el auto, además de una mejor comunicación y trabajo en equipo. Como consecuencia, en esta temporada está en el segundo lugar en el campeonato de pilotos.

Lo anterior se logró gracias a que su jefe fue claro en la definición de las expectativas para Norris, además de tener comunicación recurrente para ver avances y oportunidades de mejora. De esta forma, hoy en día el camino parece el adecuado.

Como última reflexión, un punto clave para cualquier organización es hacer un diagnóstico claro de lo que se necesita en un momento, ya sea que se pueda sumar o no talento o trabajar en el liderazgo, por ejemplo, que es algo que también ha cambiado en la Fórmula 1 en los últimos años.

La decisión de contratar a una persona no suele ser fácil, pero el proceso se simplifica si previo a despedir a una persona has hecho el trabajo para buscar mejorar los resultados y analizar qué puede estar fallando, esto puede ser en el fit cultural de la persona que llega a tu equipo o en que lo rodees de gente que lo haga mejor.

No por contratar a la persona más talentosa se garantiza que tendrás éxito, pero al menos tendrás mayores posibilidades de acercarte a esta meta. Con habilidades conducidas con la actitud correcta y el trabajo duro, el éxito puede ser más alcanzable.

Especialista en Recursos Humanos con más de 15 años de experiencia y con un enfoque en el desarrollo del valor estratégico de la función para el negocio. Ha liderado la transformación de Capital Humano en industrias de los sectores automotriz, energético, financiero y de tecnología. Apasionado de la gente y del deporte.

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