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Intercambios de regalos en el trabajo y su papel en la cultura organizacional
El intercambio de regalos no sólo es tradición de estas épocas, es una herramienta estratégica que contribuye a la creación de una cultura organizacional sólida, inclusiva y colaborativa.
Las fiestas de fin de año, así como los intercambios de regalos entre colaboradores son una herramienta muy poderosa para fortalecer la cultura organizacional, ¿cómo ayudan estos a la cohesión de los equipos?
De acuerdo con Adecco Institute, crear un entorno positivo en las organizaciones puede marcar la diferencia en la calidad del trabajo que los empleados producen para la empresa.
Incorporar dinámicas que permitan ponerle cara a las personas con las que trabajamos todos los días, pero que no necesariamente vemos, es una manera de romper barreras y unir a los equipos.
Melani Meyer, coach de bienestar, vida y trabajo, asegura que más allá de tomar estos días como una celebración, son espacios muy positivos que refuerzan el propósito de la organización y como equipos.
“Son fechas especiales para reconocer y valorar el esfuerzo individual de cada persona. Y todo eso genera un sentido de pertenencia de cada colaborador en la organización”, refiere.
Los intercambios, por ejemplo, dice se deben establecer como parte de un plan real de desarrollo organizacional donde se pone a la persona en el centro, “es una época que nos permite fortalecer a todo nuestro capital humano”.
Con las fiestas y los intercambios se generan momentos de conexión que van más allá de lo profesional, se trata de compartir más allá del trabajo profesional que se realiza a diario.
La especialista agrega que las festividades ofrecen las bases para seguir potenciando las llamadas habilidades blandas, que hoy están presentes y tendencia en las áreas de capital humano.
“Por ejemplo, la empatía, la gratitud y el liderazgo colaborativo, sobre todo. Todo esto en conclusión es fundamental para crear y potenciar una cultura organizacional sólida, inspirada en los valores, el bienestar y el autocuidado.
En un contexto de trabajo híbrido o totalmente remoto, los intercambios de regalos son una herramienta estratégica que fortalece la integración y el sentido de pertenencia de los colaboradores, refiere Melanie Meyer.
Además, y sin duda, a través de este dar, se establece una conexión emocional porque ofrecer un regalo implica pensar y reconocer al otro, “saber si conozco a mi compañero, qué le gusta, qué música escucha, qué libros lee”.
La especialista dice que las personas se conectan mucho más con esta parte y todo el valor emocional de que se pueda generar más allá del regalo físico, lo que le pueden entregar a alguien más, se convierte en una dinámica muy maravillosa entre las personas que todos los días trabajan juntos sea en un mismo espacio o detrás de una pantalla.
“Más que una celebración, los intercambios son una inversión estratégica en el bienestar, el desarrollo y la cohesión de los equipos. Dar este beneficio a sus colaboradores no solo fortalece su cultura, sino que también va a impulsar este sentido de pertenencia y la conexión emocional de sus colaboradores.
Considera que cuando las personas se sienten valoradas, apapachadas y disfrutan lo que hacen, no solamente entregan mejores resultados, sino que construyen una vida profesional muchísimo más plena y significativa, dice la fundadora de la consultora Disfrute Laboral.
No debe ser obligatorio
Pese a todos los beneficios que tiene a nivel conexión, algunas personas no han tenido buenas experiencias con los intercambios navideños, por lo que la consultora especializada en desarrollo humano SolDH recomienda:
- Invitar a todos, pero no obligar a nadie a participar
- Es importante poner un límite de precios para que sea justo
- Todos, en la medida de lo posible, tendrán que investigar los gustos y aficiones de quien les tocó
- Es ideal que lo que regales no sea un objeto íntimo
- Siempre da las gracias, aunque no te guste el regalo
El intercambio de regalos no sólo es tradición de estas épocas, es una herramienta estratégica que contribuye a la creación de una cultura organizacional sólida, inclusiva y colaborativa.
Cuando se maneja adecuadamente, tiene el poder de fortalecer los lazos entre los empleados, mejorar el ambiente de trabajo y reforzar los valores fundamentales de la organización.