Matemáticas, factor decisivo para el desarrollo económico y el futuro laboral: OCDE

Tener un rechazo o conexión negativa con las matemáticas puede afectar más que el rendimiento académico de los estudiantes en las carreras profesionales, es un factor determinante en su futuro laboral.

A nivel global, muchos jóvenes enfrentan una “mentalidad antimatemáticas”, según el estudio Matemáticas para la vida y el trabajo, realizado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).

Este fenómeno, presente en la mayoría de los países que integran el organismo económico internacional, advierte una falta de conexión emocional positiva con las matemáticas.

No obstante, el rendimiento de los niños y jóvenes en matemáticas está asociado con el crecimiento económico de los países, de acuerdo con estimaciones basadas en el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA).

El estudio agrega que las economías que muestran altos niveles de competencias en matemáticas experimentan un aumento en las tasas de crecimiento anual del PIB per cápita.

Esto refuerza la idea de que invertir en la educación en matemáticas es una estrategia clave para impulsar la productividad y la competitividad a nivel nacional.

Además, los estudios indican que los jóvenes con buenas habilidades en esta asignatura tienen acceso a salarios más altos en el mercado laboral, refiere el análisis.

Este fenómeno refuerza la percepción de que las competencias en matemáticas son un factor crucial para el éxito profesional y económico, lo que a su vez genera una mayor valoración social de la asignatura.

Un caso emblemático es el de Inglaterra, donde, tras los 16 años, los estudiantes dejan de estudiar matemáticas como parte de su currículo.

Según los expertos, esta interrupción prematura en el aprendizaje de las matemáticas podría estar limitando las oportunidades de los jóvenes, pues la habilidad numérica se considera esencial para una variedad de campos profesionales y el desarrollo económico a nivel personal y social.

Cambiar la percepción social hacia las matemáticas

El estudio de la OCDE dice que es necesario promover una actitud positiva hacia las matemáticas ya que puede tener un impacto profundo no solo en las decisiones individuales, sino también en la estructura de la sociedad.

De acuerdo con el organismo, si los estudiantes y sus familias perciben que los profesionales con buenos conocimientos de matemáticas son bien recompensados, esto podría contribuir a una valoración más generalizada de la materia.

Esto no sólo sería beneficioso para los individuos, sino que podría mejorar la equidad en el acceso a oportunidades laborales de calidad.

Brechas de género presente en matemáticas 

Otro hallazgo importante del estudio es la persistente brecha de género en el ámbito de las matemáticas.

En general, los hombres tienden a desarrollar mejores habilidades matemáticas que las mujeres, lo que plantea interrogantes sobre las causas.

Los expertos sugieren que los estereotipos de género y las expectativas sociales juegan un papel crucial en esta disparidad, lo que resalta la importancia de promover una actitud más inclusiva y positiva hacia las matemáticas, especialmente entre las mujeres, para corregir estas desigualdades.

La conexión entre matemáticas y salud 

Un dato particularmente sorprendente del estudio es la correlación entre las habilidades aritméticas de los adultos y su estado de salud.

Las personas con altos conocimientos de aritmética tienen un 65% menos de probabilidades de declarar mala salud en comparación con aquellos con bajos conocimientos en la materia.

Este hallazgo sugiere que las competencias numéricas no sólo son un activo profesional, sino que también pueden influir en el bienestar general de las personas, al facilitar una mejor toma de decisiones en áreas como la gestión financiera personal, la salud y la planificación a largo plazo.

El estudio subraya la importancia de las matemáticas no sólo como una disciplina académica, sino como una herramienta esencial para el desarrollo económico y el bienestar social.

La mejora de las competencias matemáticas, la reducción de las brechas de género y la promoción de una mentalidad más positiva hacia esta materia son pasos fundamentales para una sociedad más equitativa y competitiva.

La educación matemática, lejos de ser solo un desafío académico, es una inversión clave en la salud, el empleo y el crecimiento económico de todos los países, refiere el estudio.