“México tiene talento calificado, pero no es suficiente para lo que se necesita”

“En México tenemos talento competitivo y de clase mundial, pero eso no será suficiente para la expectativa de crecimiento con el nearshoring”, afirma Erika Quevedo, directora general del Consejo de Empresas Globales (CEG). La mano de obra especializada es uno de los pilares para que el país aproveche la relocalización de compañías. 

De acuerdo con el informe 20 Ideas para México del CEG, la oferta de talento calificado en México ha permitido el crecimiento de industrias de alto valor agregado, como la automotriz o la aeroespacial. “Sin embargo, seguimos enfrentando dificultades para encontrar talento suficiente y estimular la creatividad necesaria”, señala el organismo que aglutina a más de 60 compañías multinacionales.

A decir de Erika Quevedo, uno de los principales retos para el nearshoring es la escasez de talento con las habilidades que demanda el mercado laboral. Como muestra de ello, el 69% de las empresas en México reporta dificultad para encontrar perfiles con las competencias adecuadas, según datos de ManpowerGroup.

“Y tenemos un rezago educativo que no nos permite tener la masa crítica para impulsar ese talento. Sólo 27% de los jóvenes que acceden a educación superior se gradúan; hay mucho qué hacer en el ámbito educativo porque hoy el mercado de talento está cambiando y las empresas están cambiando”, asegura en entrevista con El Economista.

La demanda de habilidades está cambiando, expone la representante el organismo. “El tipo de talento que se necesita hoy no necesariamente lo tenemos en la cantidad que requerimos. Y como el mercado está evolucionando las empresas nos hemos convertido en las universidades de los trabajadores”.

Pero la formación y reentrenamiento de la fuerza laboral necesita de un sistema de habilidades, y si bien las empresas juegan un papel importante en la capacitación, el informe del CEG también destaca la urgencia de políticas y programas de adquisición y perfeccionamiento de competencias, esto incluye acciones concretas como alinear programas de estudio con necesidades reales del mercado, una plataforma de diagnóstico sobre oferta y demanda de habilidades, y el fortalecimiento de microcredenciales, sólo por citar algunos ejemplos.

El desarrollo de talento es uno de los pilares para aprovechar la relocalización en México, y es un desafío que se debe atender, señala Erika Quevedo. “Estamos bien posicionados para el nearshoring, porque todo el mundo nos está viendo. Debemos sacar lo mejor en ventajas competitivas, no quiere decir que no vayamos a recibir compañías, el mercado mexicano es relevante, pero hay que aprovechar más la oportunidad”.

Además de esto, puntualiza, aprovechar el nearshoring es una oportunidad para el país de crear más empleos formales, bien remunerados y en compañías con buenas prácticas, por eso la importancia de formar perfiles especializados.

Y en medio de la necesidad de talento calificado, la ejecutiva subraya que el enfoque no debe ser únicamente en competencias técnicas, es importante también fortalecer habilidades socioemocionales. “No es suficiente contar con un técnico preparado sino tiene adaptación al cambio, resiliencia o trabajo en equipo, habilidades que después de la pandemia tomaron más relevancia”.

Apostar por educación técnica

De acuerdo con el diagnóstico del CEG, para hacer frente a la demanda de perfiles especializados que incrementará con la relocalización de empresas en México, “es imprescindible mejorar de manera significativa el sistema de educación técnica y profesional”.

Para la representante del organismo empresarial, el desarrollo de más talento calificado no sólo implica mirar los perfiles actuales que escasean, sino evaluar la demanda futura, y es en ese escenario en el que la formación técnica toma más relevancia.

“Se van a necesitar especialistas y no sólo hablamos de ingenierías de cuatro años, sino pensar en los técnicos. Como país tenemos que reivindicar las profesiones técnicas que hoy son fundamentales. Es lo que hoy necesitamos, lo STEM y hacia allá es donde tenemos que caminar”, afirma.

Esto implica, opina Erika Quevedo, fortalecer la orientación vocacional. “Veo aún una alta demanda en carreras tradicionales cuando el mundo está cambiando aceleradamente. Y la orientación vocacional no sólo debe estar enfocada en los jóvenes, también debe dirigirse a los padres”.

Según el análisis del CEG, las empresas globales en 10 años requerirán perfiles como ingenierías en mecatrónica, robótica, inteligencia artificial y energías renovables. También habrá demanda en actuaría, ciencia de datos, ciberseguridad, medicina y salud, marketing digital, programación y transformación digital.

“La próxima guerra no será económica o política, será por el talento y ya lo estamos viendo. Y si queremos hacer un país con crecimiento, que aproveche el nearshoring y venga una oleada de nuevas empresas, se va a necesitar talento especializado y sino le entramos al tema, la guerra por talento escalará más”, advierte la directora general del CEG.