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Capital Humano

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UAW: La corrida

Después de un histórico apoyo a los demócratas, la mayor organización obrera de la industria automotriz de Estados Unidos, la UAW, se alineó con el presidente Trump y respaldó la política de aranceles para el sector.

Foto: Reuters

La UAW ha mostrado recientemente su apoyo a Donald Trump.FOTO: REUTERS.

En estos días, la organización paraguas e histórica de los trabajadores del auto de Estados Unidos, la UAW, se ha corrido hacia el lado de Donald Trump

Hablamos de su decisión de apoyar la política exterior de Trump y alinearse a sus aranceles. Hace unos días han publicado la siguiente declaración:

“Durante 40 años, hemos visto los efectos devastadores del llamado ‘libre comercio’ en la clase trabajadora. Las corporaciones han estado impulsando una constante carrera hacia el abismo, destruyendo buenos empleos obreros en Estados Unidos para explotar trabajadores pobres en otro país pagándole salarios de miseria. Los aranceles son una herramienta poderosa para reparar la injusticia de los acuerdos comerciales anti-obreros. Nos alegra ver a un presidente estadounidense tomar medidas enérgicas para poner fin al desastre del libre comercio que ha caído como una bomba sobre la clase trabajadora”.

La UAW ha tomado una postura que hasta hace poco parecía impensable. En su línea pro-demócratas, endorsaron la candidatura de Kamala Harris. “Nos encontramos en una encrucijada en este país”, dijo el presidente de la UAW, Shawn Fain, el verano pasado. Y agregó: “Podemos volver a poner en el cargo a un multimillonario que se opone a todo lo que representa nuestro sindicato, o podemos elegir a Kamala Harris, que nos apoyará hombro con hombro en nuestra guerra contra la avaricia corporativa” (The New York Times, 31 de julio de 2024). La historia se reescribe en estos días.

Con la corrida del sindicato de los trabajadores automotrices, Trump se posiciona como hace tiempo quería y planeaba. Esto es, se posiciona en el corazón de la clase trabajadora organizada de Estados Unidos. Las consecuencias de ello podrán ser múltiples. Como anticipé en mi artículo de enero 8 pasado aquí mismo:

“¿Por qué Trump quiere a una Secretaría del Trabajo (como Chavez-DeRemer)? Porque Trump y compañía quieren terminar de ganar a los trabajadores estadounidenses a su causa. Habiendo progresado en ganar una parte de ellos en las elecciones de 2016 y otra parte más en 2024, ahora van por todos. Se trata no sólo de quitar uno de los últimos reductos de soporte del Partido Demócrata y llevarlos a sus filas. Se trata de algo más profundo. Esto es, la intentona de producir la mayor realineación en la historia del mundo del trabajo de Estados Unidos: un mundo donde empresarios y trabajadores abrazan más que la ideología GOP; abrazan la ideología trumpista de ‘America First’. Estados Unidos primero, antes que nada” (Trump 2.0: Los días por venir para el mundo del trabajo).

Con la UAW del lado de Trump, el futuro inmediato de la industria automotriz mexicana (IAM) y del mismo T-MEC se torna más incierto. UAW presiona ahora porque se impongan los aranceles a la IAM en abril. Sin más dilaciones. ¿Luego qué seguirá? ¿No más Tratado? O un tratado sin automotriz. Y ¿dónde quedará el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida para asegurar que los derechos de los trabajadores se respeten en México?

¿En verdad se cree que la automotriz estadunidense puede sobrevivir en la autarquía? ¿O que la autarquía puede ser mejor que una industria del auto norteamericana integrada para competir con el mundo en la transición energética, donde ganarán las mejores tecnologías y los mejores empleos?

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