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Creación de empleo se concentró en la informalidad por segundo mes consecutivo
De acuerdo con la ENOE, el mercado laboral reportó señales mixtas durante julio, con un buen ritmo de creación de puestos de trabajo, pero con un avance en la informalidad, el desempleo y el deterioro de otros indicadores clave.
En julio se crearon 774,162 puestos de trabajo, con un ritmo superior al de junio, pero por segundo mes consecutivo ésta se concentró en la informalidad. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), del total de plazas generadas, el 73% fueron en la economía informal.
Como resultado de este comportamiento, la tasa de informalidad avanzó de 55.5 a 55.7% de la población ocupada, el nivel más alto desde mediados del 2022. En junio, por su parte, el 95.5% de la creación de empleo se dio en la economía informal.
De esta manera, en lo que va del año, 1.5 millones de personas se han incorporado a una ocupación y el 87% lo ha conseguido a través de un empleo informal.
La generación de puestos laborales en el arranque del tercer trimestre del año estuvo ligada al factor estacional de las vacaciones de verano y “señales favorables para la demanda doméstica” que se mantuvieron y ayudaron a la generación de puestos de trabajo, afirma Juan Carlos Alderete, director ejecutivo de Análisis Económico y Estrategia Financiera de Mercados de Banorte.
En general, el mercado laboral reportó señales mixtas con un buen ritmo de creación de empleo, pero con otros indicadores clave deteriorándose, la informalidad fue uno de ellos, pero también destacan la tasa de desocupación, el desempleo extendido y la subocupación.
En julio, 322,337 personas se sumaron a la población desocupada. Con esto, la tasa de desempleo pasó de 2.7 a 3.1% en el comparativo mensual, el nivel más alto desde octubre del 2022.
“El periodo vacacional modificó la composición de la población económicamente activa (PEA), con una mayor disponibilidad de personas para trabajar”, opina Juan Carlos Alderete.
En el arranque del tercer trimestre del año, los “disponibles” de la Población No Económicamente Activa (PNEA) también tuvieron un ligero crecimiento de 51,959 personas. De esta manera, al sumarlos con la población desocupada, la tasa de desempleo extendido pasó de 10.1 a 10.5% respecto a junio.
“El repunte en el desempleo se dio porque la Población Económicamente Activa subió en 1.1 millones de personas, fuera del periodo inmediato de rebote tras la reapertura de las actividades durante la pandemia de Covid-19, tiene pocos precedentes e implica una alta participación en el mercado laboral. Al igual que con la balanza comercial, las cifras que se presentan fortalecen la expectativa de que el comienzo del tercer trimestre fue dinámico para la actividad económica en nuestro país”, señala Marcos Daniel Arias Novelo, analista económico de Monex.
Otro indicador clave que tuvo un retroceso en julio fue la subocupación, es decir, el grupo de personas que tiene la necesidad de ofrecer más horas de trabajo que las que el mercado laboral les garantiza.
En general, 181,726 personas se sumaron a esta condición, con ello, la tasa de subocupación pasó de 7.9 a 8.1% de la población ocupada. A decir de Daniel Arias, esto puede “apuntar a cierta saturación del mercado”.
Servicios impulsan la creación de empleo
La creación de empleo de julio fue impulsada principalmente por el sector de servicios, con un balance de 756,416 nuevos puestos de trabajo. Al interior de éste, las actividades en comercio, transporte, servicios sociales y servicios diversos reportaron saldos positivos, sólo el trabajo en restaurantes, servicios profesionales y gobierno tuvieron pérdidas.
El segundo sector con mejor dinamismo fue de las actividades en agricultura, ganadería y pesca, con 498,964 empleos creados en julio. Las ganancias en ambos sectores económicos compensaron la caída en los niveles de ocupación de las actividades industriales, donde se registró una pérdida total de 452,950 plazas, con la manufactura liderando la reducción (-416,950).
Por otra parte, la única condición de empleo que tuvo comportamiento negativo en el arranque del segundo semestre del año fue el trabajo subordinado, con una ligera contracción de 32,642 puestos laborales. Este resultado y el fortalecimiento del resto de los renglones generó un deterioro en la tasa de trabajo asalariado, la cual cayó de 65.3 a 64.8% en el comparativo mensual, su cifra más baja en lo que va del año.
Pese al deterioro del trabajo subordinado, el renglón de empleadores tuvo un crecimiento mensual de 341,466 personas en su población ocupada. El segundo mejor resultado fue para el trabajo independiente con 339,986 personas incorporándose a una ocupación; el trabajo no remunerado, por su parte, aportó 125,352 plazas.