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Capital Humano

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La redención de Simone Biles

Después de retirarse abruptamente de Tokio 2020, la gimnasta Simone Biles aseguró su espacio en los Juegos Olímpicos de Paris 2024. Hasta hace poco se pensaba que su carrera había terminado, pero el entrenamiento duro y una estrategia para fortalecer su salud física y mental pavimentaron su sólido regreso.

Foto: AFP

Foto: AFP

Simone Biles volvió a hacer historia. La noche de este domingo aseguró su participación en sus terceros Juegos Olímpicos al ganar el primer boleto de la gimnasia femenil de Estados Unidos en París 2024 y a sus 27 años se convirtió en la atleta más longeva en representar a su país en esta disciplina en siete décadas.

La relevancia de la historia de la texana no es sólo por tratarse de la gimnasta más condecorada de todos los tiempos y las habilidades técnicas que posee, sino también por el espacio que ha ganado como una ferviente vocera de la importancia de la salud mental y de generar los espacios para hablar sobre el tema.

—¿Qué te llevó al punto de estar lista para ir a otros Juegos Olímpicos? —Le preguntó la periodista a Simone Biles justo al terminar su participación en las competencias de este domingo.

—Estar mentalmente bien y ver a mi terapeuta cada jueves, es algo casi religioso para mí. —contestó.

¿Por qué el énfasis en la salud mental? Hace tres años, en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 (que se celebraron en 2021 por la pandemia), Simone Biles anunció que no pasaba un buen momento, que no se sentía preparada para competir, porque estaba experimentando bloqueos mentales –conocidos en el mundo de la gimnasia como twisties– que no le permitían tener un buen desempeño y ponían en riesgo su integridad.

A pesar de la presión social y de las cámaras que la seguían durante todo el tiempo que estaba en el recinto olímpico, y después de intentar sin tan buenos resultados competir, tomó la valiente decisión de bajarse de la competencia y dejar que una de sus compañeras ocupara su lugar en el equipo estadounidense.

“Han sido realmente estresantes estos Juegos Olímpicos… Ha sido una semana larga, un proceso olímpico largo, un año largo”; “creo que estamos un poco estresadas, deberíamos estar aquí divirtiéndonos y ése no es el caso”; “tenemos que cuidar nuestra mente y nuestro cuerpo, en lugar de simplemente salir y hacer lo que el mundo quiere que hagamos”, expresó en ese momento la atleta.

En aquel entonces, la pandemia de Covid-19 nos hizo más sensibles a los temas de salud mental. El aislamiento social, las nuevas formas de relacionarnos, los contagios, y un largo etcétera, habían causado un estrago en los niveles de bienestar general y los atletas, que en esa edición de la justa olímpica debieron competir sin público, no fueron la excepción.

Este tema tampoco es ajeno al mundo laboral. La Secretaría del Trabajo (STPS) estima que el 11% del gasto destinado a la atención de discapacidades laborales se relaciona con trastornos mentales. Además, no atender los factores de riesgo psicosocial en el entorno organizacional le cuesta al aparato productivo nacional cerca de 16,000 millones de pesos anuales.

“Tokio nos dio la oportunidad de hablar de salud mental y tomar el tema con más seriedad”, expresó Simone Biles en conferencia de prensa este domingo al finalizar las competencias para definir el equipo olímpico femenino de gimnasia de Estados Unidos.

Tras los juegos en 2021, todo indicaba que se trataba del fin de la carrera olímpica de la gimnasta. Pero como ella misma lo ha dicho en estos días, cuando se sintió lista para regresar, tuvo que trabajar el doble, física y mentalmente, para prepararse. Hoy los resultados hablan por sí solos y demuestran que hacer un alto para buscar el bienestar integral no es una limitante.

“Ésta es definitivamente nuestra gira de redención… Hoy tenemos más experiencia sobre nuestros hombros, somos más maduras y más inteligentes”, afirmó.

“Seguro seguirán diciendo cosas como: ‘¿vas a renunciar otra vez?’. Y si lo hiciera qué”. Bien por Simone Biles, bien por quienes se atreven a alzar la voz sobre sus propias luchas, bien por la salud mental. Este tema debiera instalarse de forma permanente en la mesa, ahí el gran reto que todavía enfrentamos en México y el mundo.

Periodista. Actualmente es el editor de El Economista online. Entre 2019 y 2023 coordinó Capital Humano en sus versiones en línea e impresa. Tiene una especialización en periodismo de finanzas y negocios, y en periodismo de datos. Coconductor del podcast Coffee Break.

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