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Capital Humano

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¿Por qué un líder no se muestra vulnerable?

Cuando los líderes están dispuestos a conducirse con autenticidad, le muestran a sus seguidores que son humanos e imperfectos. Esto puede ayudar a generar confianza y conexión con su equipo de trabajo, ya que crea una sensación de experiencia compartida y empatía.

Foto: Especial

Foto: EspecialShuttterstock

Fecha: Era 2008, año en que se vivía una de las crisis económicas mundiales más severas.

Empresa: Barry-Wehmiller, compañía global de manufactura con sede en Estados Unidos.

Director ejecutivo: Bob Chapman, quien se encontró ante una de las decisiones más difíciles –y a veces inevitable– de realizar despidos a cambio de mantener la empresa a flote.

¿Cómo se sintió? Sin duda vulnerable. Y, al parecer, no dudó en demostrarlo. Convocó a una reunión con todos los empleados de la empresa y compartió abiertamente la terrible situación financiera que enfrentaban. Expresó su preocupación por posibles despidos y el impacto que tendría en los colaboradores y sus familias.

Les pidió ayuda para encontrar formas de reducir costos y mejorar la eficiencia, así evitarían los despidos. Los animó a compartir sus ideas y experiencia sobre cómo podrían navegar juntos la crisis.

Los colaboradores respondieron con notable entusiasmo y sus esfuerzos dieron como resultado ahorros sustanciales, ayudando así a la empresa a sortear la tormenta sin despidos.

Casos de éxito como el de Bob Chapman son usados muchas veces en las escuelas de negocios para demostrar cualidades de liderazgo, pero la realidad es que no hay muchos casos similares. Y es que el liderazgo se asocia a menudo con la fuerza, la confianza y la asertividad, pues se espera que las personas en dichas posiciones tomen decisiones difíciles y realicen acciones audaces, a menudo frente a la incertidumbre y la adversidad.

Sin embargo, hay otro aspecto que se pasa por alto, pero que es igual de importante: la vulnerabilidad.

La vulnerabilidad es la cualidad de un líder de ser abierto y honesto acerca de las propias emociones, pensamientos y experiencias. Es también la voluntad de admitir errores y pedir ayuda. Si bien demostrarlo puede parecer una debilidad, en realidad es una fortaleza que puede hacer que un líder sea más efectivo y cercano.

Cuando los líderes están dispuestos a mostrarse con autenticidad, muestran a sus seguidores que son humanos e imperfectos, ¡como todos! Esto puede ayudar a generar confianza y conexión con su equipo de trabajo, ya que crea una sensación de experiencia compartida y empatía.

Ser abiertos y honestos acerca de sus propios retos o dificultades crea un espacio seguro para que otros hagan lo mismo. Esto fomenta las conversaciones y relaciones más profundas y significativas, que en última instancia pueden conducir a un mayor éxito y satisfacción entre líder y colaboradores.

Estos comportamientos también ayudan a romper la dinámica de “poder tradicional”, creando un ambiente de trabajo más colaborativo e inclusivo y generando una sensación de seguridad psicológica, donde los empleados se sienten cómodos compartiendo sus propias ideas, errores e inquietudes.

Por supuesto, la vulnerabilidad en el ámbito laboral debe equilibrarse con profesionalismo y límites apropiados. Sin embargo, cuando se usa de manera adecuada y correctamente manejada, puede ser una herramienta poderosa para mejorar el liderazgo y crear un mejor ambiente de trabajo.

Este estilo de liderazgo también tiene sus retos, pues requiere la voluntad de sentirse incómodo y exponerse al juicio y la crítica de los demás. También requiere un cierto nivel de inteligencia emocional y autoconciencia, ya que los líderes deben ser capaces de reconocer y articular sus propios sentimientos y experiencias.

A pesar de los desafíos, me parece que la vulnerabilidad es un aspecto esencial del liderazgo efectivo, pues aquellos líderes que están dispuestos a ser vulnerables tendrán más oportunidades de construir relaciones sólidas y duraderas con sus seguidores y de crear una cultura de apertura, honestidad y confianza dentro de sus organizaciones y, en última instancia, ser más exitosos en sus funciones.

*Las opiniones aquí planteadas representan la visión de la autora y no implican un posicionamiento de Prosa.

Directora de Gestión de Talento en Prosa. Experta en transformación organizacional, cultural y de gestión del cambio con 20 años de experiencia en Recursos Humanos. Le apasiona el desarrollo profesional de las personas; promueve su bienestar y felicidad en el lugar de trabajo.

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