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Recursos humanos en 2025: Transformando el futuro del trabajo
El próximo año, las áreas de Recursos Humanos tendrán que enforcarse en la redefinición de la productividad, un nuevo contrato social con los empleados, el impulso de los equipos multifuncionales, la sustentabilidad y la implementación ética de la inteligencia artificial.
Las estructuras y los sistemas que hasta hace poco parecían sólidos y confiables, ahora se enfrentan a una disrupción sin precedentes. Para muchas organizaciones, los modelos tradicionales de Recursos Humanos ya quedaron obsoletos, incapaces de adaptarse a las exigencias de un entorno cambiante, marcado por la aceleración tecnológica, la creciente conciencia social y la crisis climática.
Es una era de oportunidades. Aquellos departamentos de RH que comprendan esta transición como un momento para reinventarse, podrán liderar transformaciones profundas y sostenibles que impulsen a sus organizaciones hacia nuevos niveles de éxito.
El futuro de RH no consiste únicamente en adaptar tecnologías o cumplir con nuevas regulaciones. Es un rediseño de lo que significa gestionar el talento en un mundo cada vez más digital, volátil e interconectado. La función debe convertirse en un catalizador de cambio que optimice el rendimiento de la organización y la posicione como un actor relevante y responsable en la sociedad.
A medida que las barreras entre lo humano y lo tecnológico se desvanecen, Recursos Humanos tendrá que aprender a navegar este nuevo espacio, manteniendo el equilibrio entre eficiencia y humanidad, automatización y ética, bienestar y productividad.
El verdadero desafío será integrar las nuevas herramientas y metodologías para que refuercen los valores fundamentales de la organización y la hagan resiliente frente a las incertidumbres del futuro.
En 2025, Recursos Humanos debe acelerar la transición de administrar a liderar con propósito. Exploraremos cinco áreas clave donde esta transformación ya está en marcha: la redefinición de la productividad, la creación de un nuevo contrato social con los empleados, la expansión de equipos multifuncionales, la sustentabilidad y la implementación ética de la inteligencia artificial.
Cada una de estas áreas plantea problemas específicos, pero también abre la puerta a soluciones que pueden transformar radicalmente cómo las organizaciones operan y se relacionan con el mundo.
1. Redefinir la productividad para ir más allá de la eficiencia
La obsesión por la productividad ha dominado las agendas corporativas por décadas. Pero ¿estamos midiendo lo que realmente importa?
La noción de productividad debe transformarse. No se trata únicamente de cuánto tiempo un colaborador pasa frente a su computadora, a cuántas reuniones asiste o cuántas tareas complete en un día. El enfoque debe estar en la calidad y el impacto. Esto requiere redefinir las métricas de éxito para evaluar cómo estas acciones están contribuyendo a resultados estratégicos y al bienestar de los equipos.
Recursos Humanos debe facilitar espacios para que los colaboradores puedan innovar y encontrar propósito en sus tareas, con una visión clara de cómo cada acción impacta en el panorama global de la empresa. Cambiar las métricas de éxito hacia resultados que integren productividad con bienestar y propósito es clave para adaptarse a los nuevos tiempos.
2. Creando un nuevo contrato social con los empleados: El "fit vida-trabajo"
La relación entre las empresas y sus empleados está en crisis. En los últimos años se han revelado tensiones que habían sido ignoradas durante mucho tiempo. El balance vida-trabajo ya no es suficiente. La nueva realidad exige un ajuste más flexible y personalizado entre la vida personal y el trabajo, conocido como “fit vida y trabajo”.
Este ajuste significa que los colaboradores ya no aceptan estructuras rígidas que no consideren sus realidades individuales. La respuesta no es simplemente permitir el trabajo remoto o híbrido. Se trata de diseñar condiciones laborales que se adapten a las necesidades cambiantes de cada persona
En este sentido, Recursos Humanos tiene que asumir un papel mucho más proactivo, facilitando conversaciones abiertas y analizando datos para diseñar un esquema que funcione para cada realidad.
3. Equipos multifuncionales y multifacéticos: El valor del talento T-shape
Aunque es un concepto que surgió en los 80’s, considero que el talento "T-shaped" será más valioso que nunca, debido a la necesidad de profesionales que no sólo dominen una especialidad, sino que también comprendan y colaboren con otras áreas del negocio. Los colaboradores y equipos con estas habilidades combinan un profundo conocimiento en un campo específico (la barra vertical de la “T”) con un entendimiento más amplio de otras disciplinas (la barra horizontal), lo que los convierte en actores clave para romper barreras interdepartamentales y generar innovación.
Este enfoque es crucial en un mundo donde la tecnología avanza rápidamente y las demandas cambian constantemente. Esta capacidad de ver el panorama completo es vital para mantener la competitividad en un entorno tan volátil.
Además, la adaptabilidad que ofrecen estos profesionales es un recurso invaluable. En un mercado donde el 85% de los trabajos que existirán en 2030 aún no se han inventado, la capacidad de pivotar rápidamente entre roles y responsabilidades es esencial. Las organizaciones que promuevan el desarrollo de estas habilidades transversales en sus empleados serán más innovadoras y resistentes frente a los cambios.
Para fomentar este talento, las empresas deben implementar programas de formación continua que equilibren la especialización profunda con el aprendizaje transversal. También es clave incentivar la colaboración interdepartamental y la rotación de roles, lo que permitirá desarrollar una comprensión más amplia de la organización.
4. La sostenibilidad ya no es una opción, es una responsabilidad: RH como agente de cambio
Tal vez es muy ambicioso, pero creo que Recursos Humanos tendrá un papel protagónico en la gestión de la crisis climática, ayudando a las organizaciones a adaptarse a una nueva realidad donde las catástrofes naturales y la presión social exigen una respuesta contundente.
Es preciso impulsar la educación en sostenibilidad, no sólo a nivel directivo, sino en todos los niveles de la empresa, capacitando a los empleados en prácticas ambientales responsables, como la reducción de huella de carbono, el reciclaje o el uso eficiente de los recursos.
Recursos Humanos debe colaborar con otras áreas para diseñar nuevas políticas de sostenibilidad y esquemas de trabajo que apoyen la movilidad sostenible y reduzcan el impacto ambiental de la organización. Estas prácticas pueden convertirse también en una poderosa herramienta de atracción y retención de talento, ya que cada vez más personas buscan trabajar en empresas que compartan sus valores sobre el medio ambiente.
5. El uso ético de la inteligencia artificial
La inteligencia artificial está redefiniendo rápidamente el panorama laboral. Sin embargo, su implementación sin un marco ético puede traer más problemas que soluciones. Recursos Humanos debe ser el guardián de este equilibrio, asegurando que la IA se utilice para mejorar la eficiencia y apoyar a los empleados, sin deshumanizar los procesos ni introducir sesgos.
En la práctica, esto podría traducirse en el uso de IA para analizar grandes volúmenes de datos de empleados, como encuestas de satisfacción o productividad, y detectar patrones que serían imposibles de ver a simple vista. Sin embargo, cualquier acción basada en esos análisis debe pasar por una revisión humana para evitar errores o decisiones descontextualizadas.
Recursos Humanos debe establecer sistemas donde las herramientas de IA sean una extensión que apoye a los colaboradores, pero donde las decisiones finales —especialmente en temas como contratación, evaluación de desempeño o despidos— sean validadas y ajustadas por personas. Se ha comprobado que la IA, sin la correcta supervisión humana, puede perpetuar patrones de discriminación si se alimenta con datos históricos sesgados.
RH debe liderar las conversaciones sobre el uso e implementación de IA en las organizaciones, proporcionando capacitación, criterio y contexto para líderes y colaboradores en general.
Transformando el futuro del trabajo
El año 2025 no será sencillo para Recursos Humanos, pero estará lleno de oportunidades para liderar transformaciones significativas. Éste es el momento para que las organizaciones repiensen su enfoque hacia el talento, la sostenibilidad y la tecnología, y para que RH deje de ser visto como un área de soporte y se convierta en un agente de cambio estratégico.
El futuro del trabajo requiere liderazgo proactivo, y quienes comprendan y actúen sobre estas tendencias hoy estarán mejor posicionados para navegar las incertidumbres del mañana.
Recursos Humanos tiene el poder de transformar las organizaciones, la forma en que entendemos el trabajo, y en última instancia, nuestra relación con el mundo.