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Reimaginando el trabajo desde una perspectiva femenina
El panorama laboral promete ser uno de cambio y oportunidad. Ante este contexto, el reto hoy es centrarse en cómo lograr que estas transformaciones sean inclusivas y equitativas para todas las personas, sin importar su género, y reconociendo las necesidades de diversos grupos poblacionales y sus particularidades.
Las prioridades y dinámicas laborales están evolucionando constantemente, lo que obliga a las organizaciones no sólo a identificar estos cambios, sino también a implementar estrategias que adapten su forma de operar. En este contexto, es importante profundizar en la manera en que la fuerza laboral femenina y la inclusión de las mujeres en el lugar de trabajo debe abordarse para buscar oportunidades equitativas y con perspectiva de género dentro de las organizaciones.
El panorama laboral promete ser uno de cambio y oportunidad. Sin embargo, es fundamental centrarse en cómo estas transformaciones pueden ser inclusivas y equitativas para todas las personas, sin importar su género, o reconociendo en todo caso las necesidades de diversos grupos poblacionales y sus particularidades. La perspectiva femenina en el estudio de EY Trabajo reimaginado traza prioridades para definir el camino a seguir, resaltando la importancia de la inclusión, la flexibilidad y la equidad en el diseño de un futuro laboral que funcione y sea beneficioso para todos.
Contando con las respuestas de más de 9,000 mujeres a nivel global, incluyendo a México y varios otros países de Latinoamérica, este estudio permite analizar su visión del mundo laboral y lo que las mujeres valoran y necesitan dentro del lugar de trabajo. Existen temas en los que las perspectivas son similares, independientemente del género, y otros en los que los puntos de vista difieren, entre ellos destaco los más relevantes.
» Elección laboral: distintas prioridades
Según el estudio, a nivel global, el 31% de las mujeres están contemplando dejar su actual puesto de trabajo este año. Esta cifra se compara con el 36% de los hombres encuestados que compartieron la misma inquietud. A pesar de la semejanza en los porcentajes, los motivos tras esta decisión varían significativamente entre géneros.
Las mujeres se sienten predominantemente atraídas por la posibilidad de aumentar su compensación económica, mientras que los hombres buscan principalmente mejoras en los programas de bienestar, ya sean estos financieros, físicos, emocionales o sociales. Es relevante mencionar que en las mujeres de la generación Z se observa una igualdad de los porcentajes para estas dos causas.
» Riesgos que más preocupan a las mujeres
Si bien existe un número de riesgos distintos que apremian a los trabajadores, destacan tres puntos que inquietan particularmente a las mujeres: los niveles de compensación, la prevención del agotamiento laboral o burnout en los empleados, y la retención de talento. Mientras que a los hombres les concierne principalmente aspectos como la compensación y la retención de talento, ellos posicionan la preocupación por el burnout en el puesto número 8 de sus prioridades.
» Habilitación para las nuevas formas de trabajo
Las mujeres consideran que ofrecer horarios o ubicaciones flexibles es el factor más importante para prosperar en estas nuevas formas de trabajo. En particular, el 69% de las mujeres mexicanas muestran una preferencia por el trabajo remoto e híbrido. Por otro lado, los hombres creen que ofrecer elementos de aprendizaje y desarrollo de habilidades son el factor más relevante en este entorno.
Respecto a la afirmación “Me siento confiada y empoderada por mi/s líder/es”, un 61% de las mujeres a nivel mundial y el 65% de las mujeres en México coinciden con esta percepción. Un 34% de las mujeres a nivel mundial se siente atraída por regresar a la oficina para sentirse socialmente conectada, comparado con el 26% de las mujeres en México. En este sentido, el 42% de las mujeres que participaron en el estudio prefieren tener una mayor virtualidad vs. el 27% de los hombres.
» Desigualdad laboral: exacerbada por el trabajo remoto
Cabe destacar que el estudio de EY también reconoce que el auge del trabajo remoto ha resaltado las desigualdades estructurales existentes entre hombres y mujeres. A pesar de sus ventajas, las mujeres pueden enfrentar un “doble desafío”, pues la flexibilidad del trabajo remoto puede generar una mayor presión para equilibrar las responsabilidades personales o familiares con las laborales. Esta situación se hace más compleja a medida que las empresas en México están migrando a esquemas más presenciales que generan la necesidad de hacer ajustes en las formas de trabajo y de vida de los colaboradores, independientemente de su género.
Entre los hallazgos también destaca cómo el incremento de la digitalización e inteligencia artificial pueden impactar a las mujeres en la transición a las nuevas formas de trabajo. Es crucial asegurar la equidad y proporcionar capacitación y desarrollo de habilidades a toda la organización para garantizar que ningún segmento de los colaboradores se quede atrás a medida que evoluciona el mundo laboral.
En conclusión, la reconfiguración del mundo laboral pone en evidencia la necesidad de garantizar que estos cambios sean inclusivos y equitativos para todos. Como sociedad, debemos aprender, adaptar y actuar sobre estas tendencias para asegurar un futuro del trabajo que sirva tanto a las organizaciones como a sus empleados, reconociendo y abordando las preocupaciones y necesidades específicas de las mujeres.
Se hace fundamental preguntarnos cómo podemos garantizar que las mujeres estén incluidas en cada conversación, decisión y solución para llegar a respuestas nuevas, con visiones distintas.
*La autora es socia líder de People Advisory Services para EY Latinoamérica (@CarolinaGonzálezAlcantara)