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Capital Humano

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Trabajo de medio tiempo, una opción para ampliar el acceso al mercado laboral

Los empleos con una jornada corta pueden ayudar a las mujeres que no cuentan con tanta disponibilidad de horas porque realizan trabajo de cuidados, así como a las personas con una enfermedad, jubiladas o estudiantes.

Foto: Especial

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En la pandemia, muchas empresas se abrieron a crear puestos de trabajo de medio tiempo y aprendieron a gestionarlo. Es parte de la experiencia que dejó la covid-19 y que convendría no echar en saco roto, pero con la intervención gubernamental y medidas para proteger a las personas del abuso laboral y la precariedad. 

“Trabajar una pequeña cantidad de horas a menudo se asocia con trabajos precarios, de baja calificación y mal pagados”, señala el reporte Trabajo a tiempo parcial después de la pandemia: El impacto del esquema de licencia flexible.   

Esta modalidad de empleo “suele entenderse como trabajar menos de 30 horas a la semana” o menos horas de las que se consideran a tiempo completo y, en consecuencia, con un menor salario, indica el estudio de la Cranfield School of Management, de la Universidad de Cranfield, Reino Unido. 

En México, el 47% de la población ocupada trabaja entre 35 y 48 horas a la semana y el 27%, más de 48 horas, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). El 16.5% labora entre 15 y 34 horas semanales y el 6%, menos de 15 horas.

En los dos primeros grupos, de quienes trabajan más horas, la mayoría gana entre uno y dos salarios mínimos. Para el caso de los grupos que laboran menos tiempo, la mayor parte de la población gana menos de un salario mínimo.

Es decir, más de 4.6 millones de personas (49%) con entre 15 y 34 horas trabajadas a la semana ganan menos 200 pesos diarios. Mientras que más de 2.2 millones, el 69%, de quienes laboran menos de 15 horas gana menos de esa cantidad, de acuerdo con los datos de la ENOE.

Trabajar de tiempo completo no es para todos

El objetivo del estudio fue examinar cómo influyó la experiencia del Esquema de retención de empleo por coronavirus (CJRS, por sus siglas en inglés) en las empresas y las personas líderes.

El CJRS fue un programa temporal para evitar despidos implementado por el gobierno de Reino Unido. Las empresas debían crear licencias flexibles, rotar turnos o convertir los puestos a trabajo a tiempo parcial y mantener al personal. A cambio, el gobierno les otorgaba un apoyo económico.

Sin embargo, en el proceso de la investigación también encontraron que los y las gerentes aprendieron “cómo gestionar el trabajo a tiempo parcial de manera más eficaz y, en segundo lugar, tuvieron una mayor apertura” a esa forma de contratación.

“Estos hallazgos demuestran que las intervenciones, en este caso por parte del gobierno, pueden alentar a las organizaciones a experimentar con diferentes formas de trabajar y pueden actuar como una palanca para un cambio más general”, concluye el reporte.

Esta modalidad de empleo ayuda a quienes no pueden trabajar la jornada completa “debido, por ejemplo, a responsabilidades de cuidado, enfermedad o discapacidad, o que no desean hacerlo por motivos de estilo de vida”, como la jubilación o porque están estudiando.

En México, la población no económicamente activa es de más de 39.7 millones de personas. Es decir, son aquellas que no tienen un trabajo por el cual reciban un pago económico y tampoco están buscando uno. De ellas, el 72% es mujer y la mayoría de ellas no lo hace porque se dedica al trabajo del hogar y de cuidados de manera no remunerada.

El trabajo de medio tiempo podría ser una opción para muchas de esas mujeres, dice el reporte. También puede ser una oportunidad para que las personas mayores o con problemas de salud a largo plazo permanezcan o regresen a un empleo.

“El trabajo a tiempo parcial puede aumentar la diversidad de la fuerza laboral y los beneficios asociados”, sostienen Charlotte Gascoigne, Clare Kelliher y Pierre Walthery, autoras de la investigación. Además, “ayudaría a abordar la escasez de mano de obra que experimentan actualmente muchos empleadores”.

Recomendaciones para no morir en el intento

Según la investigación, el 38% de las personas empleadoras encuestadas en Reino Unido estima que el personal de medio tiempo aumentará en su organización en los próximos dos años.

Antes de la pandemia, “pocas empresas habían utilizado este esquema como respuesta a la recesión empresarial”. Los desafíos a los que se enfrentaron al inicio fueron dos, principalmente: cubrir las horas de funcionamiento de la organización o el departamento y redistribuir la carga de trabajo “perdida” de un trabajador a tiempo parcial a otro

Pero las soluciones a esto las proporcionó el propio personal gerencial encuestado:

» Colaboración y autonomía. Se requiere de un enfoque colaborativo para programar las horas de trabajo y permitir “un poco de autodeterminación dentro de los equipos” para que acomoden sus propios horarios.

Algunas de las personas que entrevistaron “informaron haber aprendido que dar a los empleados la oportunidad de influir en su horario para evitar conflictos con sus compromisos no laborales aumenta la lealtad”.

» Nuevas formas de medir. La carga de trabajo en las tareas transaccionales y rutinarias, como el trabajo de conocimiento, fueron las más fáciles de calibrar, así que se puede empezar por esos puestos.

Lo que hicieron algunas empresas para otras áreas difíciles fue monitorear los objetivos logrados antes y después y, con base en esos resultados, definir un parámetro.

Las especialistas recomiendan que el gobierno, organizaciones de empleadores y de empleados, promuevan diferentes arreglos laborales.

Además, apuntan, es necesario también tener datos sobre esta modalidad de empleo, “se requiere una comprensión profunda de la demanda de los trabajadores por el trabajo a tiempo parcial para aumentar la participación en el trabajo y contribuir a la satisfacción laboral y la productividad”.

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