Arturo Saldívar dictó ?arte en la Plaza México

El recibo fue espectacular, los lances por chicuelinas fueron rematados con el manguerazo de Villalta de manera muy vistosa y luego indicó al picador que no excediera el castigo en varas.

Arturo Saldívar no parecía estar conforme con el desarrollo del festejo y tras ver algunas condiciones en el toro Machete de Marrón, se encaminó a los medios decidido.

El péndulo, un cambiado por la espalda, el de pecho y otro cambiado más sin reponer terreno, fue el preámbulo de la magnífica sintonía, la parsimonia y el arte que derrochó con uno de los dos ejemplares del hato guanajuatense que se prestaron para el lucimiento, ya que en su mayoría el encierro de José Marrón Cajigas evidenció falta de casta y aspereza.

Las tandas fueron alternadas, con pases lentos templados y trasmitidos, la gente coreaba entusiasmada su labor y el diestro aguascalentense sonreía y realizaba adornos entre serie y serie, una vitolina, la dosantina y ¿por qué no? el molinete, adornaban la faena que remató con una estocada entera y algo caída, que no evitó que la petición fuera mayoritaria en los tendidos y le fueran concedidas las dos orejas del noble, bravo y codicioso burel. En su primero, un toro áspero, incierto y rebrincón, abrevió para escuchar palmas.

Por su parte Arturo Macías realizó una gran labor en el primero de la tarde, toro en el que su banderillero Alejandro Prado saludó en el tercio tras colocar dos pares con mucha exposición. Lances a la verónica, un quite por saltilleras y una faena de temple y poder, fueron rematados por una estocada entera y algo desprendida que el puntillero manchó al levantar al toro para que todo quedara en saludos en el tercio tras un aviso.

En el cuarto de la tarde, Pensamiento de nombre, no le dejaron hacer nada luego de que fuera fuertemente protestado y se retiró en silencio. Regaló un séptimo con el que trató de agradar, pero éste no se prestó para el lucimiento y le aplaudieron al término de su labor.

En cuanto al diestro extremeño Alejandro Talavante, perdió la oportunidad del triunfo en el segundo de la tarde luego de que su peón estrellara al astado en el burladero de matadores y aunque intentó ayudar al astado a corregir sus buenas condiciones, el daño estaba hecho y poco le pudo hacer.

Con el quinto de la tarde, un burel falto de casta y emotividad, estuvo tesonero y voluntarioso para escuchar palmas. No conforme con su balance, anunció otro toro de regalo tras el de Macías.

Con este burel de Campo Bravo, estuvo variado con el percal y realizó un vistoso quite, pero lo mejor llegó en la faena de muleta, labor en la que el público estuvo jaleándole su trasteo y aunque señaló un pinchazo antes de la estocada mortal, el juez le concedió dos apéndices luego de un bocinazo.

La empresa anunció a Juan José Padilla, Fermín Rivera y José Mauricio para la cuarta corrida de la temporada, en la que lidiarán una corrida de la ganadería jalisciense de Villa Carmela.