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Azzurros le dicen ciao a Alemania

Italia fue contra todos los pronósticos y eliminó a los de Joachim Löw que eran favoritos a la corona.

Pudo más la historia que un presente que parecía brillante, que un torneo perfecto con el que llegaron los alemanes, futbolistas que abandonaron la cancha desolados, a punto del llanto, con dolor en sus rostros. Reflejaban la impotencia de caer, una vez más, ante Italia, equipo al que jamás han podido vencer en partidos oficiales. La de ayer parecía una oportunidad inmejorable.

La escuadra azzurra dio la sorpresa, hizo un gran partido y se impuso 2-1 a los teutones, que eran favoritos y que se encontraron ante un Gianluigi Buffon en plan grande y ante sus propias carencias en el momento de definir.

Si hubo un responsable de las caras largas alemanas fue Mario Balotelli, delantero de Manchester City, que se encontró consigo mismo, con su mejor versión, ésa que ayer enterró cualquier cuestionamiento sobre su condición de indiscutible en el 11 de Cesare Prandelli.

El show de Balotelli inició al 20, minuto en el que Antonio Cassano se quitó a dos defensores en una gran maniobra para luego mandar un centro medido, en los linderos del área chica, sitio en el que el moreno delantero italiano apareció para conectar el balón con la frente y abrir el marcador.

Habrá que decir que el tanto dio tranquilidad a los azules, que ya habían sufrido con un disparo de Toni Cross que Buffon sacó con un gran lance, misma maniobra que realizó más tarde para evitar el empate tras un intento de Sami Khedira para comenzar a erguirse como otro de los héroes italianos.

Pero Balotelli no quiso que nadie le hiciera sombra, se propuso dejar las grandes intervenciones de su guardameta en segundo término y al 36, tras recibir un servicio medido de Ricardo Montolivo, de 40 metros, controló la pelota, la condujo, ingresó al área y con todo el rencor la prendió para ponerla en el ángulo y sentenciar el pase a la final, descomponer los rostros alemanes, que por más que fueron fieles a su mentalidad, a su estilo, sabían en el fondo que todo se había terminado.

Para el segundo tiempo, los teutones se adueñaron del balón sin poder reflejar el dominio en el marcador, siendo un tiro libre de Marco Reus que se estrelló en el travesaño tras una gran atajada de Buffon, la opción más clara. Fue Mesut Özil el encargado de ponerle dramatismo al convertir un penal, por una mano de Federico Balzaretti al 90.

Pero no fue suficiente, al final Italia se llevó el triunfo, repitió la misma dosis de toda la historia a los alemanes, que tendrán que esperar otra ocasión para festejar una victoria contra los azurros.

(Con información de Carlos Herrera)

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