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Barcelona, en el año clave de la reconstrucción
La temporada 2023-24 marca un nuevo rumbo ya sin el respaldo histórico de jugadores como Sergio Busquets y Jordi Alba, pero sí con una ideología clara para volver a dominar España y Europa.
Los últimos tres veranos han sido de despedidas dolorosas para los fans del FC Barcelona. En 2021, dijeron adiós al máximo referente de su historia, Lionel Messi; en 2022 se fue Gerard Piqué; y en este 2023 se marcharon Sergio Busquets y Jordi Alba, un cuarteto que, junto a otros, marcaron la generación más exitosa para el club.
Pero uno de esos héroes aún se mantiene: Xavi Hernández. Ya no está en la cancha, sino como director técnico. La creatividad que tuvo hace unos años para surtir de balones a Messi y Ronaldinho ahora está enfocada en reconvertir al Barça en uno de los equipos más dominantes de España, Europa y el mundo.
“Xavi ha dejado clarísimo cuál es el objetivo que tiene con este equipo y también ha sabido, de alguna manera, utilizar variantes que le ayuden a ser menos predecible (...) Los (objetivos son los) que demanda la historia contemporánea del Barça: ganar la liga y reivindicarse en Europa. Creo que tiene mejor plantilla que el Madrid, hoy por hoy, y es capaz de llegar, en un descuido, a semifinales de Champions”, analiza para El Economista, Daniel Chanona, corresponsal de TUDN en el futbol europeo.
El análisis no dista mucho de lo que el propio Xavi puso como premisa en su llegada a la dirección técnica en noviembre de 2021: “Sólo les puedo decir una cosa: somos el mejor club del mundo (...) Evidentemente estamos preocupados, quiero transmitir positivismo y exigencia, el Barça no puede permitirse empatar o perder, tenemos que ganar todos los partidos”.
Han pasado un par de años y el FC Barcelona ya dio señales claras de su transformación: cerró la temporada pasada (2022-23) con el título de LaLiga española, que no conseguía desde 2019, y ha dado de baja a 19 jugadores que fueron parte del plantel de Ronald Koeman, el antecesor de Xavi, entre 2020 y 2021.
La deuda sigue estando a nivel continental, pues suman dos temporadas siendo eliminados apenas en fase de grupos de la UEFA Champions League, cuando en la década 2006-2016 destacaron con cuatro trofeos, de la mano de Messi y del propio Xavi aún como jugador activo. Eso es lo primero que tienen que revertir.
“El Barça echa y seguirá echando de menos a Messi, creo que uno de los fetiches que todavía tiene el club es el de verlo retirarse en el club, lo que francamente es muy complicado. La gestión de Mateu Alemany (ex director de futbol del club) ha sido extraordinaria, ha sabido incorporar futbolistas a los que Xavi les ha sacado un provecho tremendo en liga, sobre todo, aunque no le ha alcanzado al Barca para competir de tú a tú en Europa”, menciona Daniel Chanona.
Barcelona comparte grupo con el Porto, Shakhtar y Royal Antwerp en la edición actual de la Champions, lo que no supone mayor riesgo para regresar a la ronda de eliminación directa después de tres temporadas.
Los fichajes de este verano apenas fueron cinco, pero destacan tres con notoria experiencia en Champions con equipos protagonistas: Ilkay Gundogan, que fue campeón y capitán con el Manchester City en la última final; Joao Cancelo, ex lateral del Bayern Múnich y de la Juventus; así como Joao Félix, ex delantero del Benfica y Atlético de Madrid.
Fue un mercado en el que desembolsaron sólo 3.4 millones de euros, en comparación con los más de 150 millones de la temporada pasada, pero elegidos con lupa para encajar con otras figuras de experiencia como Robert Lewandowski, Raphinha, Frenkie De Jong, Ronald Araujo y Marc André Ter Stegen.
“Los fichajes fueron casi una obra de ‘ingeniería económica’. Incorporar a jugadores que, ahora mismo, ofrecen un rendimiento por encima de las expectativas es una gran noticia para el barcelonismo. Ha sido la ventana de fichajes en la que menos gastaron desde hace 10 temporadas y esperar beneficios de hasta un 800% respecto a esa inversión, sólo por avanzar a octavos de final en la Champions, que es el objetivo, hay que aplaudirlo”.
Otro pilar importante en la reconstrucción del Barcelona es su base de canteranos, que con poca experiencia en primera división incluso ya tienen oportunidades de protagonismo en la escena internacional con la Selección de España. Varios de ellos, y algunos extranjeros como el brasileño Raphinha, tienen cláusulas de rescisión de 1,000 millones de euros para evitar que se vayan a un bajo costo.
“Las cláusulas son irrisorias, pero de alguna manera demuestran la necesidad que tiene el Barcelona de blindarse de otros clubes con mayor poder adquisitivo que estuvieran interesados en fichar a los jóvenes, que ahora mismo son las figuras más consagradas dentro del barcelonismo, como De Jong, Gavi, Pedro, Alex Balde y Lamine Yamal”.
El Barça tiene el quinto promedio de edad más bajo de LaLiga en la actualidad, con 26 años cerrados, no muy lejos del Valencia, que es el líder de ese rubro con 24.5. Con esos estandartes jóvenes, intentarán recuperar el protagonismo de Europa al menos de aquí a noviembre, cuando se confirme si supera la fase de grupos de la Champions o no.
“Es normal que el Barça, a falta de dinero para fichar a súper estrellas, haga un esfuerzo en potenciar La Masía (su cantera), que durante mucho tiempo ha sido sinónimo de calidad, que el Barca ahora mismo hipoteque su futuro, porque el futbol moderno es mediático, aunque muchos de los jugadores que el Barcelona tiene en el primer equipo y que han salido de la cantera han llegado al futbol élite para quedarse”, concluye Daniel Chanona.