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Boca y River: su prestigio pesa más que el dinero de la Liga MX
Ambos clubes son atractivos para los jugadores argentinos que militan en el futbol mexicano. Fichar con ellos representa una amplía posibilidad de ser llamados a su selección nacional.
El fichaje de Iván Marcone a Boca Juniors, apenas seis meses después de que firmara con Cruz Azul, es el último ejemplo de que el prestigio que tiene River Plate y el mismo cuadro xeneize tiene mayor peso que los sueldos millonarios que cobran los futbolistas argentinos en la Liga MX.
Marcone, quien el sábado pasado viajó a Buenos Aires para cerrar su fichaje con Boca, recibió una oferta de aumento de sueldo para que se quedara con Cruz Azul, pero éste la rechazó por motivos personales, dejó entrever Pedro Caixinha, entrenador del cuadro celeste.
“Boca y River llaman la atención de muchos jugadores argentinos, porque son equipos grandes e históricos. Pero sólo pasa a ese nivel con estos dos clubes, no pasa con el resto. Muchos futbolistas se dan el lujo de rechazar a Independiente o San Lorenzo, pero con los xeneizes y millonarios, no pasa tanto.
Ambos, más que equipos de futbol, son marcas internacionales, bien posicionadas en el mercado, en las que casi cualquier futbolista quiere pertenecer. En ellos, el desempeño de los futbolistas es más valorado que en el resto y eso los puede impulsar a la albiceleste, porque son fáciles de ver para el entrenador nacional y porque la prensa argentina da un seguimiento puntual”, opina Emiliano Nunia, periodista de la cadena argentina Radio Mitre.
Marcone fue transferido por 8.5 millones de dólares a Boca y éste aceptó la oferta para tener mayores posibilidades de ser llamado a la Selección Argentina, según informó el portal Marca Claro. El sitio enfatizó que ganaría un salario menor del que percibía en Cruz Azul, aunque no especificó la cifra.
Otros futbolistas sudamericanos que han sido seducidos por los dos grandes equipos de Argentina son Carlos Izquierdoz —entonces capitán de Santos Laguna—, quien en el 2018 abandonó a los laguneros y firmó con Boca.
Mientras que en el 2016 y el 2017, respectivamente, Paolo Goltz y Darío Benedetto abandonaron al América y firmaron con los xeneizes; en el 2013, Teófilo Gutiérrez —entonces uno de los atacantes titulares del Cruz Azul— fichó por River.
Sin embargo, de todos ellos sólo Benedetto llegó a ser convocado a la selección.
“No veo grandes diferencias entre futbol mexicano y el argentino. En términos económicos, México lleva la delantera; pero en competitividad y para llegar a jugar a la Selección Argentina, Boca y River tienen ventaja respecto a otros clubes”, señala Fernando López, representante de Roger Martínez —delantero del América— y de otros jugadores argentinos.
Francisco Cullasso —representante de Nahuel Guzmán y otros futbolistas— no coincide con López. Sostiene que los argentinos se ven tentados por fichar con Boca y River porque es una opción que sólo se presenta una vez en la vida. Además, precisa, que el trato del presidente de los xeneizes, Daniel Angelici, es otra razón del porqué varios futbolistas que juegan en México ficharon con Boca.
“El año pasado, Boca se interesó en Nahuel. Angelici me invitó a su casa y me preguntó qué debía de hacer para ficharlo. Es un tipo cercano, excelente negociador y que te habla con un lenguaje sencillo, incluso de barrio. Eso facilitó las cosas en la negociación. Sin embargo y pese a que Nahuel quería jugar en Boca, no hubo un acuerdo económico con Tigres por la transferencia”, dice.
River y Boca sí han funcionado a algunos jugadores como una plataforma para llegar a la Selección Argentina. Ejemplos sobran. Un semestre antes del Mundial de Rusia, el arquero Franco Armani abandonó el Atlético Nacional y firmó con River. Su fichaje permitió ser considerado por el entonces entrenador Jorge Sampaoli para la Copa del Mundo, en la que finalmente jugó dos partidos.
Otros casos son los de Enzo Pérez —volante de los millonarios— y Cristian Pavón —extremo de Boca—, quienes jugaron el año pasado en Argentina e integraron el plantel que disputó la justa veraniega.
“Es entendible el movimiento de Marcone. Es un jugador joven (28 años), que sabe que en México o en Lanús no tuvo los reflectores pese al buen momento que mostró. Si mantiene ese nivel de juego en Boca, es probable que lo llamen a la albiceleste. Los antecedentes de otros jugadores lo respaldan”, comenta Nunia.