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Boxeo en Chiapas: reconstrucción ante la tragedia
Un ring se convierte en el escenario para vencer los vicios y la pandemia, además de presentar al pugilismo como incentivo para la reactivación social tras el impacto de la tormeta ‘Eta’.
En Ixtapa, un pequeño pueblo ubicado a aproximadamente una hora de Tuxtla Gutiérrez, capital del estado de Chiapas, una chica de 26 años se prepara para dar el mejor golpe de su vida.
Monchita se amarra el cabello, confirma que su vendaje esté correcto y da un último suspiro antes de caminar hacia el ring. Durante su trayecto, solo dirige la mirada hacia el frente. Nadie sabe si escucha los gritos de su familia, que la vitorea con porras y pancartas después de haber recorrido 32 kilómetros (desde su natal Chiapa de Corzo) para ir a verla boxear.
El más animado es su padre, quien no luce sonriente al 100% cuando le preguntan si está de acuerdo con que su hija sea boxeadora, pero sabe que practica un deporte especial: “es un deporte con mucha disciplina y que a la vez es una forma de alejar a los jóvenes y a los niños que son vulnerables a las drogas”.
Pero aparte de ver a su familia echándole porras, Monchita (como le dicen de cariño a Rocío Jiménez Hernández, campeona amateur estatal en 2015) tiene otra inspiración para pelear: la presencia de Jackie Nava, la primera campeona del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), a menos de 10 metros de distancia.
La conexión de Jackie, Monchita, su familia y de más de 1, 600 espectadores, es el contexto de la pelea ‘Box en la tierra de la sal’ organizada por la promotora Tinta Fresca Boxing, una batalla que se vivió el pasado fin de semana en el poblado de Ixtapa, Chiapas, y que es el primer evento de boxeo realizado en dicho estado ya que es uno de los dos que volvió a semáforo verde en todo el país.
Chiapas no ha estado exento de los estragos por el Covid-19, pero además, en noviembre, la tormenta ‘Eta’ golpeó a 61 de sus municipios y quitó la vida a 20 personas, además de que hay localidades que han sufrido hasta cinco inundaciones en todo el 2020. En ese contexto, y ante la ausencia de equipos profesionales en el estado (salvo Cafetaleros de Tapachula en la Tercera División de futbol), el deporte amateur se convierte en una oportunidad de cohesión y reestructuración social.
“La pelea fue un bálsamo social y un entretenimiento sano, la gente que asistió respetó todas las medidas sanitarias (distancia, uso de gel antibacterial y cubrebocas) y no hubo ningún problema. Creemos en el box porque es un deporte que te saca de los vicios, de la calle y te mete a la disciplina. Te hace una mejor persona, contrario a lo que se cree de que es violento; te vuelves más tranquilo, tolerante y menos explosivo”, destaca Víctor Carrillo, promotor de Tinta Fresca Boxing, que permitió entrada gratuita a la función.
Tania Robles, directora del Instituto del Deporte en Chiapas, también impulsa la presencia de eventos deportivos ante las tragedias que han golpeado al estado: “Gracias al deporte vamos a tener salud porque es la medicina más económica que hay. El deporte va de la mano con tener mejores hábitos, más saludables y acompañados de activación física. Para los deportistas ha sido un año muy complicado porque dejaron de entrenar”.
Chiapas ha tenido tres campeones mundiales de boxeo en diferentes categorías: Víctor Rabanales, Romeo Anaya y Cristóbal Cruz. En la actualidad, el estado forma parte del programa federal de academias Conabox (por parte de Conade), por lo que han sido inaugurados tres gimnasios de acceso gratuito en los municipios de Tuxtla Gutiérrez, Cintalapa (a una hora de la capital) y Palenque (a cinco horas).
En el lado de la iniciativa privada, Tinta Fresca Boxing, a cargo de los hermanos Víctor y Arturo Carrillo Caloca, comenzó como promotora de boxeo en el 2018 y desde entonces ha realizado cuatro peleas en el estado (dos en la capital y dos en otros municipios) en las que promueven a los pugilistas amateurs (incluyendo mujeres) en peleas internacionales con representantes de Centro y Sudamérica. En el 2019 iniciaron su propia academia, de la cual ya debutó el peleador Diego Martínez justo en la función de ‘Box en la tierra de la sal’ (ganó por knock out técnico en el primer round).
“Promover el box en Chiapas ha sido muy complicado, hemos recibido muchas críticas. Nosotros hacemos espectáculo para la familia y tenemos dos parámetros para darle las mejores condiciones a los boxeadores: contratos firmados para ser muy claros y el pago de los viáticos siempre. Nadie más los trata así en el estado”, mencionó Víctor Carrillo, quien asegura que la pelea se hizo posible con el apoyo del gobierno estatal, municipal (de Ixtapa) y de patrocinadores como Cleto Reyes y el Grupo Aeroportuario de Chiapas.
Una oportunidad para todos
La directora estatal del deporte aclaró que su institución solo apoyó con el préstamo del ring y que aceptó la realización de la pelea en tiempos de pandemia tras revisar los protocolos ofrecidos por la promotora, en los que se especificó un aforo del 50% al aire libre. También destacó que el boxeo amateur es prioridad sobre el profesional en Chiapas, ya que “se puede practicar en cualquier parte y ha rescatado a mucha gente de situaciones de drogadicción y alcoholismo”, además de “romper estereotipos de que es solo para los hombres, pues no hay que poner etiquetas: el deporte es para todos”.
Y es que además de la presencia de la boxeadora profesional Jackie Nava (récord de 35 triunfos incluyendo 16 por knock out, dos campeonatos mundiales de súper gallo y uno más en categoría gallo), la función contó con una pelea femenil entre Rocío ‘Monchita’ Jiménez, de Tuxtla Gutiérrez, y Mariana Camacho, una chica de 16 años originaria del municipio de Villaflores (a dos horas de la capital).
Chiapas es uno de los estados con índices más bajos de Desarrollo Humano en los últimos 10 años, con más de 1, 000 mujeres desaparecidas en la presente década (de acuerdo a cifras de la Alerta de Violencia de Género del estado), que recibe constantes caravanas migrantes por su conexión con la frontera con Centroamérica, con inundaciones que afectaron a más del 40% de su territorio y con una pandemia. En todo ese contexto, el boxeo se convirtió en un bálsamo de desarrollo social.
“Sabemos que hay muchas cosas que nos quieren limitar o que nos hacen sentir menos en el tema de igualdad de género, pero yo lo que veo siempre es que, como mujer, como niña, desde que empiezas, la familia tiene que estar contigo y tienes que enfocarte en lo que te gusta. El mensaje principal para las niñas es que no dejen de estudiar, que si van a seguir en este deporte traten de hacer una carrera, porque les va a abrir muchas puertas bajando del ring”, analiza la campeona mundial Jackie Nava.
Como ‘Monchita’, decenas de niñas y niños se emocionaron por ver un ring luego de más de ocho meses de confinamiento y se acercaron a pedirle una foto a Jackie Nava. Aunque ‘Tinta Fresca Boxing’ sueña con poder organizar una pelea de campeonato mundial a corto plazo, consiguió uno de sus principales trofeos en el poblado de Ixtapa (24, 517 habitantes): la cohesión social.